En la sede de las Naciones Unidas, el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud (OMS) dieron a conocer el primer Informe mundial sobre la discapacidad con nuevas estimaciones de que más de 1.000 millones de personas viven con alguna forma de discapacidad. El documento insta a los Gobiernos y sus asociados en el desarrollo a liderar los esfuerzos que se realizan en este ámbito y a financiar servicios y programas que posibiliten a las personas con discapacidades desplegar plenamente sus posibilidades.
Se trata del primer panorama general sobre el tema en el mundo en 40 años y hace hincapié en que pocos países de ingreso bajo tienen suficientes programas y servicios adecuados para responder a las necesidades de los discapacitados. Según los autores del informe, estas personas encuentran obstáculos como el estigma social y la discriminación; muy poca atención de salud y escasos servicios de rehabilitación; transporte, edificios y sistemas de información inaccesibles, y las tecnologías de las comunicaciones.
En consecuencia, experimentan deterioro del estado de salud, niveles educativos más bajos, menos oportunidades económicas y tasas de pobreza comparativamente mayores que las personas sin discapacidades.
“Afrontar las necesidades en materia de salud, educación, empleo y de otros aspectos del desarrollo de las personas con discapacidades es fundamental para lograr los objetivos de desarrollo del milenio. Debemos ayudarlas a obtener un acceso equitativo a las oportunidades de participar y contribuir en sus comunidades. Tienen mucho para ofrecer si se les da una oportunidad justa”, señaló el presidente del Grupo del Banco Mundial, Robert B. Zoellick, al manifestar su apoyo al informe.
“Parte de la condición humana”
En los países de ingreso bajo, las personas con discapacidades tienen un 50% más de probabilidades de incurrir en gastos catastróficos que las no discapacitadas. Los niños con discapacidades tienen menos probabilidades de comenzar la escuela que los que no las padecen y mayores tasas de deserción. En países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la tasa de empleo de las personas con discapacidades (44%) es ligeramente superior a la mitad de la tasa correspondiente a las personas sin discapacidades (75%).
"La discapacidad forma parte de la condición humana", dice la Dra. Margaret Chan, directora general de la OMS, quien puso en marcha el nuevo informe en Nueva York, junto con el Banco. "Casi todos nosotros tendremos alguna discapacidad temporal o permanente en algún momento de la vida. Debemos hacer más para romper las barreras que segregan a las personas con discapacidades, obligándolas en muchos casos a estar marginadas de la sociedad".
En el informe se recomienda que los Gobiernos y sus asociados en el desarrollo proporcionen a las personas con discapacidades acceso a todos los servicios básicos y especializados y adopten una estrategia y plan de acción nacional sobre la discapacidad. Además, deberían esforzarse en aumentar la conciencia y el conocimiento del público sobre este tema así como apoyar la investigación y la capacitación en esta materia.
También es importante que se consulte a las personas con discapacidades y que estas participen en el diseño y la implementación de las actividades que se lleven a cabo, según el documento.
Los países adoptan distintos métodos
Casi 150 países y organizaciones regionales han firmado la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (i) (CDPD) de 2006 y 100 la han ratificado, comprometiéndose a eliminar las barreras para que los discapacitados puedan tener una participación plena en sus comunidades. El Informe mundial sobre la discapacidad, elaborado con contribuciones de más de 380 expertos,es considerado un medio valioso para los países que desean poner en práctica la CDPD.
El mencionado documento describe una serie de enfoques usados por países de todo el mundo para permitir que las personas con discapacidades obtengan acceso a servicios, infraestructura, información y puestos de trabajo. Los ejemplos incluyen:
- En Mozambique y Tanzanía, mediante talleres de capacitación con información en Braille y lenguaje de señas se garantiza que los mensajes sobre VIH lleguen a los jóvenes discapacitados;
- En Curitiba, Brasil, un sistema de transporte público integrado mejora el acceso de las personas con discapacidades a través de la adopción de un diseño universal;
- En Viet Nam, los niños discapacitados pueden aprender en escuelas comunes gracias a la modificación de las políticas, la construcción de edificios accesibles, la prestación de apoyo especializado a determinados alumnos y la capacitación de administradores, maestros y padres, y
- En Malasia, el programa Return to Work (Volver al Trabajo) permite que las personas con incapacidad laboral relacionada con lesiones regresen a trabajar en régimen de tiempo completo gracias a la coordinación de los servicios de rehabilitación y la asistencia social.
El Banco examina los diferentes sectores
“En el Banco Mundial incluimos la discapacidad en nuestra labor de desarrollo en materia de educación, salud, nutrición, transporte, infraestructura, redes de protección social, empleo y pensiones, posconflicto y desastres naturales. Algunas de las áreas son vitales para abordar las discapacidades de las personas de una manera más integral y en todos los sectores. En consecuencia, estamos llevando a cabo proyectos con elementos relacionados con la discapacidad en la mayoría de los países clientes de todo el mundo. Reconocemos también que debemos hacer más”, dijo Tamar Manuelyan Atinc, vicepresidenta de Desarrollo Humano del Banco Mundial y copresentadora del informe en Nueva York con la Dra. Chan.
Por ejemplo, en el Proyecto de Transporte Urbano en Liaoning, China (i) del Banco, que mejora los sistemas de transporte urbano, se realizaron reuniones públicas y pruebas de campo con beneficiarios discapacitados para orientar el diseño de los caminos. Estos encuentros tuvieron tanto éxito que en una de las cinco provincias participantes el gobierno local y las organizaciones de discapacitados se reúnen ahora anualmente para evaluar los avances de los proyectos del transporte de peatones y examinar y guiar las nuevas obras.
El Proyecto de Bangladesh sobre la Discapacidad y los Niños en Situación de Riesgo es un ejemplo de proyecto autónomo que ayuda a ampliar la cobertura, el uso y la calidad de los servicios de atención social para las personas con discapacidades y los niños vulnerables como un medio de promover la equidad y la inclusión social.
En el Segundo Proyecto de Rwanda para la Desmovilización y la Reintegración, el Banco y el Gobierno de Rwanda hicieron especial hincapié en el apoyo a la reintegración de posguerra para grupos vulnerables como las mujeres, los niños y las personas con discapacidades graves.
Apertura del acceso a la educación y la atención de salud
En su labor de fortalecimiento de los sistemas de salud, el Banco enfatiza en las políticas destinadas a mejorar el acceso de los discapacitados a servicios de salud de buena calidad. También trabaja en la prevención, atención y tratamiento de enfermedades como la diabetes y la obesidad, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, que pueden afectar gravemente a las personas.
Su labor en materia de educación continúa abordando la discapacidad a través de la nueva Estrategia de educación “Aprendizaje para Todos” (i) del Grupo del Banco Mundial para los próximos 10 años.
Aprendizaje para Todos conlleva garantizar que todos los estudiantes, no solo los más privilegiados o dotados, adquieran los conocimientos y capacidades que necesitan para tener una vida feliz y productiva. Esta meta demandará eliminar las barreras que impiden a las niñas, a las personas con discapacidades y a las minorías etnolingüísticas educarse en la misma medida que otros grupos de la población
FOTO: Francis 2003. Contenedores sobre plazas de aparcamiento reservadas. Muestra de falta de conciencia social