Lima/Perú.-Pachacamac, santuario arqueológico administrado por el Ministerio de Cultura, ha inaugurado la “Ruta de los Peregrinos”, un nuevo circuito turístico que permitirá a sus visitantes recorrer el mismo camino que realizaban los viajeros provenientes de distintas partes del país hace más de 500 años.
Arqueólogos del Ministerio de Cultura trabajaron durante más de dos años para rehabilitar esta ruta, que alcanza los 1250 metros. Se inicia en un mirador, desde donde se puede apreciar gran parte del santuario, para luego recorrer la parte externa de una de las murallas del sitio hasta llegar al acceso principal.
Allí confluyen dos rutas: el Qhapaq Ñan de la Sierra –denominado Tramo Xauxa-Pachacamac– y el Qhapaq Ñan de la Costa. La relación de la “Ruta de los Peregrinos” con estos importantes tramos indica la importancia que tuvo la peregrinación en época inca, debido a que aquí se encuentra la deidad de Pachacamac.
Pachacamac es una imagen religiosa, venerada en el Perú prehispánico por ser la representación del dios de los temblores. Era, además, un oráculo consultado incluso por los gobernantes incas, quienes confiaban en sus vaticinios para la toma de decisiones como el emprendimiento de guerras.
Este nuevo circuito turístico comprende también la Calle Norte-Sur y la Calle Este Oeste. Llega hasta el Conjunto de la Pirámide con Rampa 2 y Palacio de Taurichumpi, es decir, la parte pública del santuario.
Entre los hallazgos encontrados durante el proceso de investigación, conservación y musealización de la “Ruta de los Peregrinos” hay una gran tumba en uno de los conjuntos de pirámide con rampa hacia los que la calle da acceso. La presencia de un kero en el nicho reveló que el individuo principal podía tratarse de un curaca.
También se ha reportado gran variedad de ofrendas: desde cántaros con evidencias de haber contenido líquidos, envoltorios con pigmentos y joyas de cobre dorado, hasta ofrecimientos masivos de perros.
Recorrer la “Ruta de los Peregrinos” representaba un hito en la vida espiritual de miles de antiguos peruanos, para los que el Santuario Arqueológico de Pachacamac era un sitio de veneración. Una experiencia que los actuales visitantes podrán revivir.