“Nunca unas voces asturianas se escucharon como ahora a FORO en el Congreso y en el Senado”

“Nunca unas voces asturianas se escucharon como ahora a FORO en el Congreso y en el Senado”

Intervención de Francisco Álvarez-Cascos en el acto conmemorativo del primer aniversario de las elecciones generales

 

Estimadas amigas y amigos:

 

Hace un año, 93.000 votantes respaldaron las candidaturas de FORO para representar a Asturias en las Cortes Generales de España con voz autónoma y con ideas propias, bajo el lema ‘Más Asturias, mejor España’, sin más condicionantes jerárquicos que el mandato directo de los asturianos. Por primera vez en la historia de nuestra Restauración democrática se produjo en el Congreso de los Diputados, como había ocurrido cuatro meses antes en el Senado, un cambio muy profundo. Un cambio de mayor calado que la novedosa presencia de FORO en el mapa de los partidos políticos asturianos, que ponía fin a la hegemonía de dos partidos en fase de degradación; de dos partidos, PSOE y PP, causantes del abandono y de la marginación que condujo en estos años a la decadencia que hoy sufre Asturias, y que se ha acentuado dramáticamente en este último año.

 

Para la sociedad, para los ciudadanos, los partidos no somos un fin en sí mismos sino un medio para representarlos. Por eso, lo más importante no fue aquel resultado histórico sino los acontecimientos que se derivaron en el Parlamento español de aquel resultado electoral, y que ya se perciben nítidamente durante este primer año transcurrido. Hoy nos hemos reunido aquí, más que para recordar aquel resultado histórico, para rendir cuentas a los asturianos de lo que sucedió, del trabajo realizado por FORO y de los cambios protagonizados en beneficio de Asturias por nuestros parlamentarios nacionales, el senador Isidro Martínez Oblanca y el diputado Enrique Álvarez Sostres.

 

FORO no se gestó para pelear por sillones, sino para cambiar el rumbo de Asturias. No surgimos del conformismo cómodo sino de la rebeldía cívica. No nacimos para sumarnos a la competición de engaños y de silencios cómplices, sino para comprometer nuestra palabra de poner voz para promover el progreso, encauzar cívicamente la indignación y el malestar social y plantar barreras a la discriminación. No surgimos para instalarnos en la resignación y en la “normalidad” irremediables, sino para promover una alternativa reformista e inconformista a la decadencia. No trabajamos para congraciarnos con los depredadores sino para apoyar a los emprendedores y a las familias con medidas acertadas para superar la crisis, creando empleo, bienestar social y cohesión territorial.

 

“Ni Oblanca ni Sostres han ahorrado un átomo de esfuerzo y de entusiasmo para que el clamor de Asturias sonase en ambas cámaras”

Esto de hacer balance y rendir cuentas no es una costumbre en la política asturiana, pero es una seña de identidad y un rasgo diferencial de FORO, porque lo consideramos uno de los deberes cuyo cumplimiento resulta esencial para el buen funcionamiento del sistema democrático de representación. Por eso hoy los protagonistas principales del compromiso de FORO con los asturianos son Isidro Martínez Oblanca y Enrique Álvarez Sostres. Esta intervención tiene la misión de enmarcar y valorar con objetividad su trabajo. Su actividad parlamentaria, en la soledad del Senado y del Congreso, se engrandece por la dificultad, por el tesón y por la convicción con la que desarrollan su labor. Ni Isidro Martínez Oblanca ni Enrique Álvarez Sostres han ahorrado un átomo de esfuerzo y de entusiasmo para que el clamor de Asturias sonase en ambas cámaras, y no lo han hecho como la resignada y ritual voz que clama en el desierto sino desde el convencimiento de que las palabras quedan, y de que las razones contundentes e inexorables terminan por abrir, sílaba a sílaba, un agujero en la roca.

 

Han ocupado la tribuna de los hemiciclos de las Cortes Generales en unas treinta ocasiones cada uno; unas veces en las discusiones de textos legislativos, y otras en el ejercicio constitucional de control al Gobierno, bien en debates generales o bien en comparecencias ministeriales, siempre con el nombre de Asturias en el eje de sus discursos. Repito, siempre con el nombre de Asturias; siempre planteando los problemas de los asturianos; y siempre con la defensa de los intereses del Principado como tema central de sus iniciativas y de sus intervenciones.

 

En nombre de FORO, y a través de las intervenciones de Oblanca y de Sostres, en el Congreso y en el Senado se habló de Asturias en el debate de investidura y en los plenos sobre las cumbres europeas. Se habló de Asturias al hilo de las obligaciones de la estabilidad presupuestaria para denunciar el olvido de los deberes de la solidaridad interterritorial. Se habló de Asturias en los debates de los Presupuestos Generales del Estado y en los planes sobre rescates y recortes. El Presidente del Gobierno tuvo que ocuparse de Asturias en respuesta a una pregunta de Enrique sobre las responsabilidades de su gobierno en la decadencia regional. Se habló de las infraestructuras de Asturias retrasadas o paralizadas como la Variante de Pajares, como las Autovías del Cantábrico y del Suroccidente. Se habló de los Fondos Mineros eliminados, de nuestras industrias básicas penalizadas, o de la desatención a nuestros sectores ganaderos o pesqueros. Se habló de cultura, de educación y del futuro de nuestros jóvenes. Y seguirán hablando durante toda la legislatura, en nombre de FORO y de los asturianos.

 

“Nunca unas voces asturianas se escucharon como ahora lo hacen las de FORO en el Congreso y en el Senado”

Nunca unas voces asturianas se escucharon como ahora lo hacen las de FORO en el Congreso y en el Senado, gracias al trabajo de Isidro y Enrique, de Enrique e Isidro. Es llamativo, y es triste, que mientras en otras Comunidades Autónomas se lucha y se sueña con grupos parlamentarios propios, algunos paisanos nuestros, desde la propia Asturias, infravaloren esta conquista histórica con el pretexto de que en las Cortes Generales lo que importa es la cantidad y no la calidad; la confusa suma de los pactos y no la claridad a pecho descubierto en la lucha por evitar la decadencia de Asturias, por frenar la degradación del presente y por reconquistar el futuro.

 

La verdadera fe en el sistema democrático se sustenta en que el pueblo no se autogobierna sumando un ejercicio numérico de botones presionados desde el escaño sino que, previamente, es imprescindible el cultivo de las razones, el fomento de las propuestas, el aliento de lo que es justo, y la rebeldía frente a la marginación o el caciquismo. Y tanto Enrique como Isidro, Isidro como Enrique, a lo largo de este año, han sido maestros en este arte de poner sobre la mesa principal de la nación española los problemas de Asturias, que no son ajenos ni juegan al escondite con la crisis general que padece España, y muy especialmente Asturias.

 

“Los vientos de la Historia nos advierten de que ha comenzado el final del bipartidismo”

Nuestro senador y nuestro diputado también han practicado el arte de la firmeza sin la intolerancia, de la denuncia sin el rencor, de la exigencia de cuentas sin cerrar la puerta a posibles rectificaciones políticas. Ellos lo han hecho así, porque esa es la nobleza de su estilo directo, aunque pocas veces hayan sido correspondidos con la misma moneda, por unos y por otros. Y todo ello en un tiempo en que los vientos de la Historia nos advierten de que ha comenzado el final del bipartidismo anclado en los conceptos de derecha y de izquierda, herencia seudo-intelectual a la que recurren la pereza política y el sectarismo social de los fracasados y antaño mayoritarios grupos parlamentarios hegemónicos. Y los que pongan en duda estos augurios, que lean y analicen detenidamente las encuestas del CIS y de Metroscopia para ‘El País’ publicadas hace poco más de una semana, coincidentes en el deterioro de la confianza de los españoles en el PP y en el PSOE, acentuado este último año, sin precedentes conocidos en los que escudarse.

 

“La presión de la pinza formada por los aliados mediáticos de PP y de PSOE no es nueva ni sorprendente”

La trascendencia de las intervenciones de nuestro diputado y de nuestro senador las pueden conocer todos los asturianos al instante porque ellos mismos se encargan de facilitárselas directamente a todos los medios de comunicación, y el departamento de Comunicación de FORO las cuelga inmediatamente en nuestra página web, para que no se queden en discursos testimoniales que duermen en los diarios de sesiones parlamentarios. Pero es un hecho evidente que algunos medios no tienen interés, o mejor, sí tienen interés en que no se conozca la labor de Enrique Sostres y de Isidro Oblanca en las Cortes Generales. La presión de la pinza formada por los aliados mediáticos de PP y de PSOE no es nueva ni sorprendente. Empezó con el ninguneo, siguió con la hostilidad y últimamente se caracteriza por el silencio. “Ojos que no ven corazón que no siente”, deben de pensar los responsables de esta nueva estrategia para frenar a FORO, que hoy está consolidada como segunda fuerza política en Asturias, con muchas posibilidades y mayores probabilidades de volver a ser la primera.

 

Os doy un dato contrastado del seguimiento que hemos comenzado a realizar de la TPA, la televisión pública que nos costó a los asturianos 28,5 millones de € en 2011, como desvela esta semana ‘Oviedo Diario’. Desde el día 29 de octubre que Enrique e Isidro presentaron en rueda de prensa las enmiendas de FORO por un importe de 666 millones de € a los Presupuestos Generales del Estado que marginan escandalosamente a Asturias, la TPA solo dedicó 18 segundos de cobertura informativa a Sostres durante su defensa en el Congreso, el pasado 14 de noviembre. Dieciocho segundos, 18, dentro de una Noticia de 1 minuto 45 segundos sobre el debate de los PGE-2013 en el Congreso de los Diputados. Pregunto ¿es esta la televisión que necesita Asturias como servicio público y que nos cuesta 28,5 millones de € al año? ¿Es lo que demandan los asturianos?

 

“Se nota cada día más dolorosamente la marginación de Asturias y los resultados de las políticas de recortes del PSOE y del PP”

Aquí es donde quiero subrayar la robustez de FORO en su corta y fecunda trayectoria. Cada día tenemos nuevas pruebas de que FORO no es un molde circunstancial en el que, de un modo forzoso, se intentó encajar a una parte de la sociedad asturiana en tiempos revueltos, sino que es la expresión de una demanda más clara y más cargada de razón cada día. Si introdujésemos en un súper-ordenador las propuestas programáticas de FORO, al lado de las que han ido surgiendo después en otras formaciones, la conclusión sería muy clara: hemos dado en el clavo reclamando respuestas activas para luchar contra el paro y detener la destrucción de empleo en las obras públicas paralizadas, en la industria penalizada, en la minería abocada al cierre -incluida la liquidación de HUNOSA-, en el comercio hundido, en la ganadería olvidada, en la cultura discriminada. Lamentablemente, se nota cada día más dolorosamente la marginación de Asturias y los resultados de las políticas de recortes del PSOE y del PP en servicios esenciales como la sanidad, la educación o el bienestar social, mientras se mantienen y se potencian los chiringuitos inútiles y sectarios que arruinaron las arcas públicas.

 

El ninguneo informativo no funcionó con FORO. La hostilidad mediática apenas surtió efecto. El silencio tampoco va a funcionar porque no hay diques contra las mareas. Las mareas se pueden retardar pero no se pueden neutralizar. Nacimos y crecimos contra viento y marea, y vamos a seguir creciendo contra viento y marea, gracias a la credibilidad que nos aportan el trabajo y el compromiso de personas como Enrique e Isidro, cumpliendo con la palabra dada a los asturianos. Tenemos muchos ejemplos ante nosotros de lo inútil que resulta la manipulación y el silencio para matar las esperanzas de la gente. Hoy ya no tenemos que justificar desde FORO quién tenía razón en el escándalo de la gestión del dinero público enterrado en la Fundación Niemeyer. Hoy tampoco hace falta insistir en el fracaso de la aventura irresponsable de CajAstur, embarcada en proyectos políticos suicidas de espaldas a las necesidades de las empresas y de las familias asturianas.

 

Nada de esto implica que tengamos el monopolio de la verdad, como ‘La Nueva España’ tiene, con respecto a FORO, el monopolio de la falsedad. Sabemos por qué, pero ignoramos hasta cuándo esa fijación obsesiva de ‘La Nueva España’ contra FORO y contra todos sus representantes, del mismo modo que en la calle observamos el alejamiento irreversible de la sociedad asturiana de un diario a cuyos trabajadores deseamos todo lo mejor ante los difíciles tiempos a los que están abocados por su editor. Para ‘La Nueva España’, que Asturias tenga en el Parlamento nacional dos representantes les parece un hecho menor o, aún más claro, una desgracia. Pero la misma empresa demuestra su falta total de escrúpulos éticos y profesionales al alentar en otros periódicos del grupo EPI al que pertenece ‘La Nueva España’ el independentismo en Cataluña, o el insularismo en Canarias. Fueron felices en los años del ‘arecismo’, donde se repartió un pastel -virtual en buena parte- y ahora les pasan la mano por el lomo a Javier Fernández y a Mercedes Fernández, atentos a qué rumbo tomar en virtud de que ambos políticos entren o no en el juego. Que observen el caso de Gabino de Lorenzo, que es uno de los inventores y muñidor principal de este contubernio, y que aprendan cómo en el diario de la calle Calvo-Sotelo coexisten una industria de incienso interesado y una fábrica de pulgas para perros flacos.

 

Sabemos que la democracia es un sistema de opinión pública en el que los medios de comunicación juegan un papel fundamental. Lo comenzaron a desempeñar en Cádiz, con la libertad de imprenta y la Pepa cuyo 200 aniversario acaban de homenajear las naciones iberoamericanas, y el paso de los años ha ido subrayando su importancia. Merece la pena releer un libro clásico, ‘El Cádiz de las Cortes’, escrito por Ramón Solís, y detenerse en su capítulo sobre la prensa para darnos cuenta de lo mucho que ha cambiado toda la tecnología mediática y lo poco que han cambiado las actitudes de algunos grupos de comunicación. Nosotros tenemos que esforzarnos al máximo para presentarnos como somos, y para difundir los mensajes de nuestras iniciativas y de nuestras propuestas a través de todos los medios propios o ajenos a nuestro alcance, para que ni nos desfiguren ni nos confundan. FORO no es un viejo partido más. FORO es una fuerza política nueva y diferente. Por ello debemos insistir ante la sociedad asturiana que, cuando se tiene a mano el original, es necio recurrir a la imitación o a la copia, pero sin olvidar la vieja sentencia de Benavente: “bienaventurados nuestros imitadores, porque de ellos serán nuestros defectos”.

 

“Estamos cada día mejor afianzados y por ello más fuertes”

Estamos cada día mejor afianzados y por ello más fuertes, queridas amigas, queridos amigos. Y es gracias a todos vosotros, a los que formáis las comisiones promotoras locales de FORO; a los que nos representáis en los ayuntamientos integrando los grupos municipales de FORO; a los que participáis en las comisiones sectoriales; a los que componéis como militantes y como simpatizantes las bases de FORO. Permitidme que hoy personalice nuestra gratitud, en vuestro nombre y en el mío, en nuestros dos parlamentarios nacionales, Isidro Martínez Oblanca y Enrique Álvarez Sostres. Ellos van a tomar la palabra para cerrar este acto.

 

Finalizo mi intervención con la petición de que colaboréis activamente en la campaña de afiliación de este año, reiterándoos, como hacían los cristianos en la Iglesia primitiva, que llevéis el mensaje de FORO a vuestros familiares, a vuestros amigos, y a vuestros vecinos, porque una Asturias mejor es posible y está al alcance de la mano.

 

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