El mundial llega a la última carrera en la situación que Alonso predijo cuatro carreras atrás
MIGUEL MARTÍNEZ
AUSTIN
El Mundial no está donde le gustaría, pero sí donde predijo que se encontraría cuando en la gira asiática Red Bull dio un enorme paso técnico al frente, mientras Ferrari se enredaba de nuevo en problemas con el túnel del viento.
“Empezaremos a perder puntos con Vettel, pero llegaremos a la última carrera con opciones y allí, en Brasil, todo puede pasar”. Esa fue la frase de Alonso en el GP de Japón, y así ha sido. Sigue pensando el español que al alemán le falta un abandono, y si eso ocurre en Brasil, solo necesitaría un podio –su especialidad: ha conseguido 12-- para hacerse con el título. “Hemos visto los problemas de Webber, puede pasarle a Vettel en Brasil. Llegamos a Brasil con todas las posibilidades del mundo. Ganaremos o perderemos el título, pero no nos rendiremos hasta la bandera final”, dijo al abandonar el espectacular circuito de Austin jaleado por miles de hispanos.
En su rostro se reflejaba la satisfacción de haber librado un gran premio horrible para el equipo. “Pudimos salvar los muebles en un fin de semana en el que nunca fuimos rápidos, ni el viernes, ni en la calificación...Tenía que jugármelo todo en la carrera, sobre todo, en la salida, caminado por esa delgada línea que separa el ganar posiciones y tener una carrera tranquila hacia el podio o perder muchos puestos y volverlo todo cuesta arriba”. Y completó esos adelantamientos en la arrancada para acomodarse en una buena posición sin tener un buen ritmo, con un coche hecho a pedazos, a golpes de sierra radial. “Aunque quedamos a más de 30 segundos del ganador, solo hemos perdido tres puntos con Vettel, así que hay que estar contentos”.
El alemán tenía la oportunidad de sentenciar el mundial con una victoria, pero la extraordinaria actuación de Hamilton se lo impidió. Y eso le llenó de rabia. “Vaya fácil que es adelantar con este sistema de DRS”, gritó por radio cuando el inglés le rebasó después de hostigarle durante 45 vueltas. “Céntrate en tu trabajo”, le corrigió su ingeniero.
Acabada la carrera, insitió en el tema. “Kartikheyan me obsculizó, y eso permitió a Hamilton acercarse a menos de un segundo para activar el DRS. Yo trabajaba para mantenerle alejado, pero los doblados jugaron en mi contra”, aseguró. Vettel perdió la oportunidad de sentenciar el mundial de pilotos, pero a pesar del abandono de su compañero, sumó los puntos necesarios para que Red Bull consiguiera matemáticamente el campeonato de constructores, lo que demuestra cuál ha sido el mejor coche del año y reporta al equipo una importante inyección económica para el próximo año. Su mayor preocupación es la fiabilidad. Webber abandonó con un problema en el alternador, la causa de los dos únicos abandonos de alemán esta temporada (Valencia y Alemania). No es una buena noticia, porque habíamos trabajado muy bien en la fiabilidad después de Italia”.
Pero no, no estaba triste Vettel, como no lo estaba Alonso, tampoco Hamilton. En su primer podio juntos bromearon como nunca. “Vaya, nunca había estado mejor”, les dijo Hamilton a los dos mientras echaba un vistazo a las chicas de la parrilla que les escoltaban hacia el cajón. El inglés era quizá el más sonriente, él ya no tiene presión. El infortunio le ha dejado fuera de la lucha por el título, pero ayer demostró por qué es uno de los tres “sheriffs”. “Ha sido una gran carrera. Realmente estoy muy contento porque hacía mucho que el equipo y yo no ganábamos”, dijo tres días después de anunciar que “tenemos coche para ganar en las dos últimas carreras”. En Brasil puede ser de nuevo el árbitro entre sus dos socios.