Siria: aún queda mucho por hacer

Siria: aún queda mucho por hacer

Tras diecinueve meses de enfrentamientos incesantes en Siria, miles de personas han resultado heridas, otras tantas han tenido que refugiarse, y la destrucción es generalizada. Por otro lado, cada vez más civiles se ven privados de bienes básicos, como los alimentos, el agua y la atención médica. Robert Mardini, jefe de las Actividades Operacionales del CICR en Oriente Próximo y Oriente Medio, explica la situación.

 

¿Qué es lo que más preocupa de la situación en Siria?

La situación en Siria se está deteriorando permanentemente, y hay cada vez más necesidades de ayuda humanitaria. La mayoría de los centros urbanos y grandes partes de las zonas rurales están afectadas directamente por el intenso conflicto. A medida que se intensifica la violencia, sobre todo en los centros urbanos, se agrava nuestra preocupación por la capacidad de todas las partes en conflicto de respetar los principios fundamentales del derecho internacional humanitario, como el de distinción entre personas civiles y bienes de carácter civil, por un lado, y objetivos militares, por otro lado, así como el principio que obliga a tomar precauciones por lo que se refiere a la elección de los métodos y los medios bélicos.

La violencia armada prolongada en Siria ha obligado a numerosas personas a irse de sus casas para asentarse en otras localidades dentro de Siria o en los países vecinos, lo que añade una dimensión regional a las consecuencias de este conflicto en el plano de la ayuda humanitaria.

En tal contexto, nuestro mayor reto es llegar hasta las zonas donde las necesidades son más urgentes, es decir las zonas donde se están librando los enfrentamientos más intensos.

 

¿Puede darnos una idea de las necesidades de ayuda humanitaria actuales?

Es muy difícil contar con cifras fiables acerca de la magnitud de las necesidades en Siria, o del número de personas desplazadas, por ejemplo. Sin embargo, no caben dudas de que grandes números de víctimas están recibiendo poca ayuda debido a que el deterioro de las condiciones de seguridad dificulta el acceso. En lo que va de 2012, hemos ayudado a más de un millón de personas; para fin del año, prevemos haber ayudado a por lo menos un millón y medio de personas.

Junto con la Media Luna Roja Árabe Siria, estamos haciendo todo lo posible para llegar a las personas que necesitan ayuda. El 3 de noviembre, por ejemplo, ambas organizaciones ingresaron en la parte sitiada del casco antiguo de la ciudad de Homs, y entregaron asistencia que necesitaban con suma urgencia cientos de civiles que estaban varados allí desde hacía cuatro meses. Esta misión fue el resultado de los esfuerzos permanentes del CICR de dialogar con todas las partes en conflicto y de su insistencia en destacar el carácter neutral, imparcial e independiente de nuestras actividades. Fue complicado llegar hasta el casco antiguo de la ciudad de Homs, y tuvimos que negociar en las líneas del frente hasta último minuto.

 

¿Cuáles son las prioridades del CICR en Siria ahora?

Continuamos dialogando con todos los que participan en los enfrentamientos a fin de asegurarnos de que apoyen nuestras actividades neutrales, imparciales e independientes. La seguridad de nuestro personal y su capacidad de llegar a las zonas más afectadas por la violencia son de suma importancia para nosotros. Los enfrentamientos armados han tenido efectos particularmente graves en la población de Homs, Aleppo, Idlib, Hama, Deir Ez-Zor, Damasco y Damasco Rural. Ahora nos estamos centrando en fortalecer nuestra presencia en el terreno, junto con la Media Luna Roja Árabe Siria.

Las recientes misiones a la gobernación de Homs nos permitieron llegar a cientos de civiles, así como a hospitales y otras estructuras de atención de la salud. Si bien esto es muy positivo, aún queda mucho por hacer. Tenemos que regresar al casco antiguo de la ciudad de Homs para prestar apoyo continuo a los civiles que están allí. En toda Siria, sobre todo en el norte, hay muchos lugares donde los civiles están viviendo en condiciones precarias, sin acceso a la ayuda médica, los alimentos y otros bienes básicos.

 

¿Han tomado medidas excepcionales para proteger al personal del CICR en este entorno tan volátil?

Evaluamos con sumo cuidado la seguridad de nuestro personal y las consecuencias de nuestras operaciones humanitarias. El diálogo con todas las partes es fundamental para garantizar que nuestro personal pueda llevar adelante nuestras actividades neutrales, imparciales e independientes en condiciones de seguridad. En este momento en que las necesidades de ayuda humanitaria son cada vez más acuciantes, seguimos instando a todas las partes en conflicto a que respeten a las organizaciones humanitarias, así como los emblemas de la cruz roja y de la media luna roja.

La valentía de los voluntarios de la Media Luna Roja Árabe Siria y la valiosa labor que realizan en el terreno, en condiciones muy difíciles, son dignas de destacar. Nuestra asociación con la Media Luna Roja Árabe Siria nos ha permitido ayudar a muchas personas, pero con frecuencia lo hacemos corriendo grandes riesgos. Seis miembros de la Media Luna Roja Árabe Siria han muerto en cumplimiento de su labor humanitaria. Dada la complejidad de la situación en Siria y el deterioro constante de las condiciones de seguridad, permanentemente debemos procurar alcanzar un difícil equilibrio entre la necesidad de garantizar la seguridad de los trabajadores humanitarios y la necesidad de brindar ayuda sin ningún tipo de distinción a todas las personas que la necesitan.

 

© CICR / Ibrahim Malla / sy-00163

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