Cádiz.-Bajo el tema principal "Una relación renovada en el Bicentenario de la Constitución de Cádiz" se inauguró este viernes 16 de noviembre la XXII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, donde participó el presidente de la República, Ricardo Martinelli, junto a la primera dama Marta Linares de Martinelli.
Durante la ceremonia, que se realizó en el Teatro Falla en el centro de Cádiz, el presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, destacó que Europa es una oportunidad para América Latina y que los países que participan en esta cumbre deben trabajar juntos en busca del progreso y el crecimiento económico en ambas regiones.
Por su parte, el secretario general Iberoamericano, Enrique Iglesias, señaló que este encuentro de Jefes de Estado y de Gobierno se realiza en momentos en que los países europeos atraviesan por dificultades, mientras hay bonanza en América Latina.
Antes del evento, los Jefes de Estado y de Gobierno presentes en esta cumbre se reunieron con los Reyes de España, los Príncipes de Asturias y Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, en el Oratorio de San Felipe Neri.
Este primer día de agenda en Cádiz concluyó con una cena ofrecida por Su Majestad el Rey Juan Carlos a los Jefes de Estado y de Gobierno, a los Ministros de Relaciones Exteriores y otros invitados asistentes a la cumbre.
Para este sábado 17 de noviembre se tiene previsto el inicio de la sesión plenaria de esta cumbre para las 10 de la mañana (hora local) en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Cádiz.
En el marco de esta cumbre se realizará la ceremonia de traspaso de la Presidencia pro tempore de España a Panamá que será el país sede de la próxima XXIII Cumbre Iberoamericana.
La comitiva oficial panameña está integrada por el ministro de Relaciones Exteriores, Rómulo Roux; la secretaria general de la Cancillería, Mayra Arosemena; el director de Organismos y Conferencias Internacionales de la Cancillería, Tomas Guardia; la directora general de Proyectos Especiales y Cooperación Internacional de la Cancillería, Maria Celia Dopeso y el embajador de Panamá en España, Roberto Arango.
