Mario Draghi está más cerca de convertirse en nuevo Presidente del Banco Central Europeo, después de que su candidatura fuera respaldada por 33 de los 39 eurodiputados de la comisión de Asuntos Económicos del PE. Draghi respondió a las preguntas de los parlamentarios en una audiencia especial en la que en general se alabaron sus capacidades técnicas, aunque algunos fueron críticos con su trabajo para el banco de inversiones Goldman Sachs y su posible impacto sobre la independencia del BCE.
El gobernador del Banco de Italia Mario Draghi hizo gala de su experiencia y capacidad para elegir las palabras más adecuadas durante su comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, en la que expuso con claridad su postura sobre temas como la crisis en Grecia.
"Hay que tener fe"
Al preguntarle un eurodiputado si en el país heleno es inevitable, o incluso aconsejable, un déficit soberano, recordó la experiencia italiana a principios de los noventa. "Italia estaba en peores condiciones que Grecia o Portugal hoy, pero lanzamos un programa de reformas y lo logramos", relató, asegurando que lo mismo es posible hoy en Grecia. "Hay que tener fe en que se puede hacer", remarcó.
En cualquier caso, Draghi admitió que "aún no sabemos cómo manejar una deuda soberana, pero tenemos que asumir que los costes superarán los beneficios".
Voluntad política
Y evitar esta deuda es más una tarea política que monetaria, explicó, recordando que las medidas de emergencia propuestas por el Banco Central Europeo sólo son temporales. "La crisis de la deuda soberana es una verdadera prueba de la voluntad política en Europa para hacer lo que sea necesario e integrar políticas fiscales y financieras", afirmó Draghi.
En su opinión, en lugar de pensar en la figura de un ministro europeo de economía o en eurobonos, hay que centrarse en la supervisión reforzada. En línea con lo defendido en varios informes del Parlamento Europeo, Draghi aseguró que fue un error debilitar el pacto de estabilidad y crecimiento hace cinco años, y que es necesario introducir sanciones automáticas.
Los responsables políticos deberían ir más allá de la disciplina presupuestaria, hacia terrenos como la competitividad a través de reformas estructurales, que aún no forman parte de las normas comunes de la Unión Europea.
Recomendación positiva
Draghi declaró que bajo su mandato el Banco Central Europeo seguiría centrándose, en primer lugar y como punto fundamental, en la lucha contra la inflación. "Ni siquiera una crisis de deuda soberana podría hacer al BCE desviarse del objetivo de la estabilidad de precios", remarcó.