Argentina, presa de un fondo buitre

Argentina, presa de un fondo buitre
Buenos Aires.-La embajadora Alicia Castro informó que quien preside la junta ejecutiva de la sección de Transporte Carretero de la ITF, también integrada por ella, Martin Mayer, publicó el lunes pasado en "The Morning Star", Londres, un artículo titulado Argentina cae presa de un fondo buitre.

Continuando con la campaña para recuperar la fragata Libertad, la embajadora en Londres, Alicia Castro, obtuvo la publicación de un artículo solidario en el periódico inglés “The Morning Star”, el cual condena las actitudes del fondo buitre que produjo el embargo del buque.

Su autor es Martin Mayer, una autoridad en el importante sindicato británico UNITE y en la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte.

Se transcribe a continuación el artículo de referencia con su enlace y correspondiente traducción.

Un dramático enfrentamiento está teniendo lugar entre un fondo buitre de Estados Unidos y la Nación soberana de Argentina por bonos en default -de 11 años de antigüedad- en el puerto de Tema en Ghana.

La detención del buque de la Armada Argentina Fragata Libertad, que ya lleva más de un mes, no pareciera concluir en lo inmediato, dado que la Argentina se rehúsa a pagar los US$ 20 millones reclamados por el fondo buitre estadounidense para liberar el buque, como parte de pago de los bonos de ese país.

Esta crisis ha captado la atención del sindicalismo internacional.

La ITF -Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte- condenó unánimemente el embargo del buque en la reunión de su Junta Ejecutiva celebrada en Copenhague en octubre pasado.

 El fondo buitre en cuestión no es otro que Elliott Management Corp, el cual ostenta la mayoría accionaria (22%) de la multinacional de transportes de pasajeros británica National Express, y es vista como una de las principales responsables de las políticas antisindicales adoptadas por esa compañía en sus operaciones con los micros escolares amarillos en los Estados Unidos.

 Entre los afiliados a la ITF se encuentra la Hermandad Internacional de Sindicalistas de los Estados Unidos (US International Brotherhood of Teamsters), que está luchando para garantizar los derechos sindicales de miles de empleados de National Express en su subsidiaria de micros escolares en Durham, una campaña conjunta con el sindicato UNITE.

 La ITF no es ajena a conflictos con el capital internacional. Muy frecuentemente responde y actúa frente a los reclamos de marineros abandonados en cualquier parte del mundo, muchas veces con varios salarios impagos por parte de ricos propietarios navieros.

 La ITF también está comprometida en numerosas batallas a nivel internacional contra el capital internacional, el cual puede a veces respetar los derechos sindicales en su país sede, pero despide a los activistas sindicales en otros países.

 Una campaña actual de la ITF involucra al gigante multinacional DHL, cuya subsidiaria ya ha despedido a más de 20 dirigentes sindicales en Turquía.

 Cuando la ITF salió en defensa de los marineros finlandeses que habían perdido sus trabajos unos años atrás porque los dueños del servicio de ferry entre Finlandia y Estonia decidieron contratar a marineros estonios en razón de que sus salarios eran menores, esos propietarios demandaron a la ITF por haber violado la "libertad económica" del capital de relocalizar el empleo. Esto trajo como consecuencia el tristemente célebre fallo anti sindical de la Corte Europea de Justicia.

Elliott Management Corp, liderado por el financista multimillonario estadounidense  Paul Singer, no es amigo de los sindicatos ni de la clase trabajadora. Ni tampoco de los países empobrecidos fuertemente afectados por sus deudas en nuestro sistema capitalista mundial del Siglo XXI.

 Elliott ha donado millones de dólares a causas del Partido Republicano en los EE.UU., como también realizó una importante donación a la campaña presidencial de Mitt Romney.

 Entre los temas para los que hizo lobby en los EE.UU. se encuentran las reducciones impositivas a los más ricos, y regulaciones que favorecen a los "hedge funds", lo que es precisamente, ese fondo. Entre esas regulaciones propuestas se incluye el derecho de reclamar el pago en su totalidad, y con intereses, de bonos soberanos de países que entraron en default.

Es justamente este tipo de negocios que ha transformado a Elliott en una de las instituciones capitalistas más rentable a nivel mundial, con ganancias promedio anuales que llegan a un impresionante 14%. Recomprando bonos soberanos en default de paises empobrecidos y reclamando posteriormente la totalidad de su valor, más intereses, es una de las actividades más lucrativas de Elliott.

En 1995 Elliott compró bonos de deuda peruana con problemas por un valor de apenas poco más de US$ 11 millones, Pero logró demandar exitosamente al Perú por US$ 58.000 millones.

 Sus ganancias fueron aun mayores cuando su subsidiaria, Kensington International, compró bonos del gobierno del Congo-Brazzaville a precios bajísimos, por alrededor de US$ 20 millones, y luego demandó por US$ 90 millones más intereses.

 Elliott también obtuvo grandes ganancias por la compra de bonos "basura" -comprados mayormente a 20 centavos por dólar del valor nominal- de la compañía estadounidense de autopartes Delphi Automotive, la cual se declaró en bancarrota en el 2005.

En julio 2009 el grupo de hedge funds de Singer logró el control de Delphi y consecuentemente se rehusó a pagar el faltante de US$ 7.000 al fondo de pensiones, como también dejó de pagar al fondo de pensiones de los trabajadores de ese país.

 En el 2009 los rescates del gobierno norteamericano de GM o Chrysler no habrían sido exitosos si no se rescataba a Delphi, que recibió más de US$ 12.900 millones de préstamos, respaldados con el dinero de los contribuyentes.

En ese momento Delphi empleaba a 25.000 trabajadores sindicalizados.

El plan original de rescate del gobierno norteamericano habria salvado a 14 plantas en los EE.UU., y devuelto componentes de producción clave al control directo de GM. Pero fue arruinado por los hedge funds que exigieron el doble del precio que el Tesoro de los EE.UU. pagaría por esos bonos "basura".

Las ganancias de Elliott de ese rescate son estimadas en US$ 1.280 millones. Sin embargo, no ha quedado un solo trabajador sindicalizado.

De 29 plantas en los EE.UU., solo quedaron cuatro, empleando a poco más de 5.000 trabajadores, dado que la producción se desplazó rápidamente a China donde 100.000 trabajadores están haciendo esas mismas autopartes.

Ann, la esposa de Romney, invirtió "más de un millón de dólares" en Elliott a través de su "blind trust" -la mínima declaración impositiva requerida por la ley- lo cual significa que su mínima ganancia posible fue de US$ 10 millones.

 Volviendo al puerto de Tema en Ghana, hay pocas posibilidades de terminar con este impasse. La subsidiaria de Elliott, NML Capital Ltd. rastreó a la Fragata Libertad en ruta hacia su visita de cortesía a Ghana, en donde logró exitosamente interponer una demanda embargando al buque argentino hasta que se efectivice un pago de US$ 20 millones.

 Fiel a su estilo, Elliott está intentando el pago en su totalidad de US$ 172 millones de deuda argentina comprada en el 2001 a 15-30 centavos por dólar.

 Conforme los documentos del tribunal, la subsidiaria de Elliott, NML, manifiesta tener bonos argentinos con un valor nominal de US$ 630 millones, los cuales -sostiene- tienen hoy un valor de US$ 2.300 millones si se contabilizan los intereses. Argentina entró en default por una deuda en dólares de 82.000 millones, y devaluó su moneda en el 2002.

Las conversaciones con los inversores comenzaron en el 2005 cuando el Presidente Néstor Kirchner ofreció 30 centavos por dolar para recomprar esos bonos, lo cual fue aceptado por el 93% de los acreedores.

 La decisión judicial en Ghana se suma al fallo de un tribunal de Nueva York en febrero pasado a favor de Elliott.

Pero esto no es apoyado por el Gobierno de Estados Unidos.

En un informe emitido en abril llamado Amicus Curiae, el gobierno de Barack Obama le solicitó a la Corte de Apelaciones de  Nueva York que deje sin efecto los fallos anteriores que exigian a la Argentina el pago a Elliott Capital, dado que "podria habilitar a cualquier acreedor a debilitar la implementación de un plan de reestructuración internacionalmente apoyado, y consecuentemente minar décadas de esfuerzos de los EE.UU. en la búsqueda de un sistema cooperativo de resolución de crisis soberanas de deuda".

Está claro que este ataque a la soberanía de Argentina no contribuye al interés de nadie, excepto al de Singer y a la operación multimillonaria de su fondo buitre.

No puede ser correcto que una institución capitalista e independiente pueda no solo dañar los esfuerzos de reestructuración internacional de deudas con total impunidad -y con increíbles ganancias para sí mismo-, sino también interferir con la propia independencia soberana de Argentina.

Actualmente Argentina está llevando el caso al Tribunal Internacional de Hamburgo de Derecho del Mar, reclamando que el embargo del buque es ilegal conforme el Derecho Marítimo.

El movimiento sindical internacional se pone del lado del pueblo argentino y de sus sindicatos en este tema.

 La ITF está pidiendo mensajes de solidaridad y cartas de protesta de los sindicatos como así también de organizaciones de la sociedad civil, de manera tal que una masiva presión internacional pueda vencer a Singer, Elliott y a NMC Corp.

Con otros países -Grecia tal vez?- que probablemente recorran en el futuro un camino similar, cómo es posible entonces que se permita que fondos buitres como Elliott puedan hacer lo que quieran, causando un caos financiero internacional con el único y egoísta objetivo de altísimas ganancias económicas?

No podemos permitir que estos fondos buitres ganen esta batalla.

Martin Mayer es miembro del Consejo Ejecutivo de UNITE para el transporte de pasajeros, y Presidente de la Sección de transporte carretero de la ITF.

 

http://www.morningstaronline.co.uk/index.php/content/view/full/125835

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