Cristina G. Pedraz/DICYT Se estima que en España existen más de 400.000 casos de Daño Cerebral Adquirido (DCA), una lesión producida de forma súbita en las estructuras cerebrales previamente sanas. El origen más común de estas lesiones son los accidentes cerebro-vasculares (ACV), los traumatismos craneoencefálicos, los tumores cerebrales, las encefalitis y las lesiones por anoxia cerebral (falta de oxígeno) severa y prolongada, por ejemplo en casos de parada cardíaca. La incidencia de estas patologías y otras afecciones neurológicas está en aumento y ha provocado el replanteamiento del funcionamiento de los actuales modelos sanitarios. En un contexto económico difícil, la transferencia de parte del proceso rehabilitador a casa de estos pacientes puede reducir costes derivados de los desplazamientos y visitas, a la vez que proporciona un nuevo escenario donde incrementar la intensidad de los entrenamientos.
En este marco se ha desarrollado hoy en el Centro de Referencia Estatal (CRE) de San Andrés del Rabanedo (León) la jornada Tecnologías en el Ámbito de la Neurorehabilitación, en la que se ha presentado el proyecto Tereha, una plataforma integral de telerehabilitación motora, cognitiva y de asistencia psicológica, mediante el uso de las TIC e interfaces naturales para pacientes de daño cerebral.
Se trata de un proyecto apoyado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) en el que participan las entidades y empresas Everis, Bienetec, el Servicio de Neurorehabilitación de Hospitales NISA (NeuroRHB), Previ, Inscanner y LabHuman. Como detalla a DiCYT Francisco Avellaneda, miembro de Everis y coordinador de Tereha, se trata de un proyecto de tres años de duración cuyo fin último es “dar respuesta a los problemas que encontramos en materia de rehabilitación de personas con Daño Cerebral Adquirido”.
“Vimos lo que podía aportar la aplicación de las nuevas tecnologías a la rehabilitación. En este contexto, NISA lleva muchos años apostando por las nuevas tecnologías y a través de su experiencia se propuso realizar un proyecto más amplio que diera respuesta a los diferentes aspectos que se tratan en la rehabilitación, la parte motora, la cognitiva y también la psicológica, con el apoyo a los familiares de los pacientes”, aclara.
Así, en el marco del proyecto se han diseñado una serie de ejercicios utilizando la tecnología de la Realidad Virtual (RV), actividades que pueden ser controladas por los clínicos y confeccionadas en función de las necesidades de cada paciente y de su evolución. En este sentido, señala Avellaneda, las TIC permiten “hacer un seguimiento del tratamiento, obtener datos y poderlos explotar para ver cómo evoluciona el paciente o si necesita algún refuerzo en las tareas”.
En la misma línea, la fisioterapeuta y psicóloga de Hospital NISA María Dolores Navarro apunta que la Realidad Virtual posibilita “trabajar con el paciente de una forma más divertida y entretenida”, teniendo en cuenta que el componente lúdico “es muy importante ya que son tratamientos muy prolongados en el tiempo y lo que te permite es mantener al paciente adherido”. Además, agrega, son herramientas “que tienen toda la validez y cumplen con los principios de aprendizaje motor, aportando al paciente un “feedback” inmediato sobre lo que están haciendo, permiten ajustar la tarea a sus capacidades, programar las sesiones, trabajar con el paciente desde todas las fases de la rehabilitación y desde el punto de vista del clínico son fáciles de manejar, aportando datos objetivos y cuantificables sobre le mejora del paciente, lo que muchas veces no aportan las escalas clínicas”.
Avellaneda añade que los tratamientos se pueden realizar tanto en un centro especializado como en la propia casa del paciente, al estar pautados y poderse controlar de forma remota, lo que posibilita llevar a cabo una rehabilitación “mucho más exhaustiva”. Sin embargo, “esto no quita que el paciente tenga que realizar visitas al hospital para hacer otro tipo de terapias y de rehabilitación, aunque al combinar las dos las expectativas mejoran”.
Ensayos clínicos
El proyecto, que concluirá a finales de 2013, se encuentra en fase de inicio de los ensayos clínicos. Según precisa Francisco Avellaneda, aunque los resultados preliminares son “muy prometedores” y los pacientes se ven “motivados” con el uso de estas tecnologías, es necesaria una validación clínica. De este modo, los ensayos se realizarán con distintos grupos de pacientes, a quienes se aplicará o no el tratamiento, y se obtendrán datos clínicos periódicos a partir de imágenes de resonancia magnética y exploraciones funcionales para ver cómo evolucionan y contrastar la efectividad de los tratamientos diseñados.
Afectados por Daño Cerebral Adquirido participan en un taller organizado por la asociación Camino de Valladolid (FOTO: Camino).
Daño Cerebral Adquirido (DCA) | |
El Daño Cerebral Adquirido provoca generalmente un cambio repentino del estado de consciencia, cuya gravedad y duración son variables (desde una confusión mínima en tiempo y en contenido hasta un estado de coma profundo o coma vegetativo persistente en los casos más graves). Además altera las funciones cerebrales de la persona provocando en ella déficits a nivel físico, cognitivo, emocional y social.
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