Un equipo de investigadores, dirigido por la Universidad de Extremadura, ha analizado por primera vez la frecuencia de las precipitaciones en toda la Península Ibérica de 1903 a 2003. Los resultados demuestran que a lo largo del siglo XX el número de días de lluvia ha aumentado, salvo en la zona del golfo de Cádiz y el oeste de Portugal. Pero las lluvias son cada vez menos intensas, excepto en esas dos zonas.
El estudio, que ha utilizado datos de precipitación diaria en 27 estaciones de España y Portugal, proporciona la primera evaluación a largo plazo de los cambios de la lluvia en la Península Ibérica. El periodo de estudio que abarca (de 1903 a 2003) es el más largo conocido hasta ahora.
“El número de días de lluvia total (mayor a 0,2 mm/día) y ligera (entre 0,2 y 2,5 mm/día) se incrementa en la mayoría de los observatorios de la Península, excepto en la zona oeste de Portugal y en el golfo de Cádiz, donde el número de días decrece”, asegura a SINC Mª Cruz Gallego, autora principal e investigadora en el departamento de Física de la Universidad de Extremadura.
Según la investigadora, “en la mayoría de los observatorios de la Península, la lluvia está siendo cada vez menos intensa, salvo en el oeste de Portugal y el golfo de Cádiz, donde parece que se está intensificando”, manifiesta la investigadora, quien señala que la proporción de lluvia ligera aumenta en todo el territorio, pero disminuye en esas dos zonas, donde se observa un aumento de la lluvia intensa.
El estudio, que se ha publicado en Journal of Geophysical Research, recoge series homogéneas de precipitación a lo largo del siglo XX de forma global en toda la Península Ibérica. El equipo de investigación evaluó las tendencias en el número de días de lluvia estacional, los máximos y medianas estacionales de duración de periodos secos y la proporción estacional de cada categoría de lluvia (total, ligera, moderada, intensa y muy intensa).
“La duración máxima de periodos secos disminuye para la mayor parte de observatorios sobre la Península a lo largo del año, con las mismas excepciones de la zona occidental de Portugal y el golfo de Cádiz, donde están aumentando”, recalca Gallego. Como consecuencia, “los eventos lluviosos están cada vez menos espaciados en la Península”.
Un siglo de lluvia
Los científicos dividieron los datos en dos subperiodos: de 1903 a 1953, y de 1954 a 2003 para analizar con más detalle el comportamiento de las tendencias. En el primer subperiodo, los investigadores observaron una disminución “casi generalizada del número de días de lluvia en otoño para todas las categorías de precipitación”, aclara la experta.
Para el segundo subperiodo (1954-2003), encontraron un patrón de comportamiento “opuesto”: un aumento del número de días de lluvia en otoño para todas las categorías de precipitación, sobre todo para la total y ligera.
En primavera, el número de días de lluvia aumentó sobre todo para las categorías de lluvia total, moderada (entre 2,5 y 7,5 mm/día) e intensa (superior a 7,5 mm/día) para el primer subperiodo. “Para el segundo disminuye levemente”. En invierno, esta disminución es “más clara”.
Los investigadores señalan que analizar un periodo largo ayuda a ver el comportamiento de la lluvia a lo largo del siglo. “Pero si se analizan subperiodos más pequeños dentro del periodo completo, se pueden encontrar comportamientos contrarios al global”, concluye la científica.