Por Fernando Bazán.-Fuentes políticas en Damasco revelaron que Bouthaina Shaaban, la principal asesora del presidente sirio, Bashar Al-Assad. para asuntos políticos e información, aterrizará en Buenos Aires cerca del 23 de noviembre; la meta de la ofensiva diplomática en Latinoamericana será buscar aliados para aliviar el actual aislamiento, que puede agravarse tras las elecciones de EE.UU. esta semana. Fuentes sirias afirmaron que la visita de la funcionaria intenta alcanzar al nivel de presidentes en cada escala, pero hasta ayer la agenda no era clara. Hace un año una iniciativa parecida fracasó por el portazo que le dio el gobierno de Brasil a cualquier tipo de contacto, por entonces ya estaba a cargo de la cancillería brasileña Antonio Patriota, quien ya había reducido el nivel del vínculo con la teocracia iraní que había construido el gobierno anterior de Lula da Silva.
Régimen sirio a Latinoamérica. Opositores a Doha
El viaje se produce en momentos que Argentina está encarando un acercamiento con Irán -el mayor aliado sirio- y es posiblemente que la escala se haya decidido en ese contexto; además coincide con una búsqueda de alianzas de estos países ante la multiplicación de versiones sobre un inminente ataque occidental de consecuencias imprevisibles contra Irán para anular así su plan nuclear. Parte de la gestión de Shaaban también intentaría resolver la acefalia en la Embajada siria en Argentina que desde hace un año está a cargo -en forma transitoria- de un agregado de negocios; el elegido para el cargo sería el ex ministro de Educación, Ale Saad, un doctor en matemáticas cuya esposa argentina, hace poco más de un mes se encuentra en el país visitando a sus familia, incluyendo a un hijo del matrimonio.
La violencia se intensificó el domingo en Siria, con explosiones y bombardeos, mientras que la fracturada oposición siria se reúne en Doha con la esperanza de cerrar filas ante el gobierno de Damasco.
Al menos 11 personas resultaron heridas en una explosión que cerró las ventanas del hotel fuertemente fortificado, lo que provocó que la oficina de la ONU considere el traslado a otro hotel en Damasco. Mokhtar Lamani, jefe de la oficina política del enviado del enviado especial Lakhdar Brahimi, dijo que la explosión cerca del hotel sacudió su habitación durante su estancia en la ciudad de Zabadani -cerca de Damasco- donde se reunió con rebeldes y activistas.
Brahimi pidió ayer a las potencias mundiales que emitan una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre la base la “Declaración de Ginebra”, que se aprobó en junio 30 cuando Kofi Annan era todavía mediador internacional, y que aboga por una administración de transición; pero no se especificó qué posición tendría Rusia; el canciller Lavrov dijo que ambos lados deben ser obligados a sentarse a las negociaciones, pero “Desafortunadamente, algunos países que participaron en Ginebra no hablan con el gobierno sirio, sólo con la oposición y los animan a luchar hasta la victoria y esto tiene implicaciones muy negativas".
Lavrov, quien habló en la misma conferencia de El Cairo, desestimó la necesidad de una resolución del Consejo de Seguridad ya que una medida de ese tipo solo aumentaría las tensiones. Rusia y China, ambos miembros permanentes del Consejo, ya han vetado tres proyectos de resolución apoyados por Occidente condenando el gobierno del presidente Al-Assad por la violencia en el país.
Un atacante suicida islamista mató al menos a 50 agentes de seguridad sirios en la provincia Hama, en lo que sería uno de los más sangrientos ataques individuales contra las fuerzas del presidente Al-Assad; el Frente Al-Nusra, vinculado a Al-Qaeda y compuesto por musulmanes ultra-ortodoxos salafistas, se ha atribuido la responsabilidad de varios atentados suicidas en Damasco y en otros lugares en el pasado. Por otra parte, un ataque aéreo sobre Haram, una ciudad en la provincia de Idlib -cerca de la frontera turca- mató a por lo menos 20 rebeldes de la Brigada de los Mártires de Idlib y probablemente a su comandante, Basil Eissa; gran parte de la provincia de Idlib está en manos de los insurgentes, pero sigue siendo vulnerable al poder aéreo, que se utiliza cada vez más por las fuerzas del régimen para contener a los rebeldes sunitas.
Activistas de la oposición informaron de intensos combates entre los rebeldes y las tropas gubernamentales apoyadas por combatientes palestinos en la capital Damasco; un grupo afirmó que 23 personas han muerto en las últimas 24 horas en el campo de refugiados palestinos de Yarmouk, incluyendo a siete cuando un mortero golpeó un minibús. Un activista sostuvo que el Frente Popular para la Liberación de Palestina Comando General combate del lado de las fuerzas oficiales.
Comenzaron hoy los cuatro días de conversaciones patrocinadas por la Liga Árabe y EE.UU. en Doha, con el objetivo de establecer un frente opositor común; especialmente se esperan que las conversaciones ayuden a formar una coalición de la oposición unida y suplantar al Consejo Nacional Sirio (CNS), principal grupo de oposición, en un intento de establecer un posible gobierno en el exilio. En un esfuerzo por disipar los temores que el movimiento para formar un gobierno en el exilio esté dirigido a negociar con el régimen sirio, los grupos adelantaron “que es una pre condición innegociable e indispensable para cualquier diálogo con miras a encontrar una solución no militar que el régimen sirio renuncie.”
El presidente Obama tiene poco interés en convertirse en un presidente de guerra o enfrentarse contra Rusia mientras lucha por conservar su cargo en la Oficina Oval, pero si decide ponerle fin al baño de sangre sirio la situación se podría endurecer; esta postura es compartida por Israel, Francia y el Reino Unido. Debka, un sitio web con enlaces a Mossad, dijo que "EE.UU., las fuerzas británicas y francesas que podrían ser necesarios para la acción militar ya están en marcha, mientras que las Fuerzas Israelíes de Defensa están en espera de órdenes de avanzar cuando se encuentre la manera de saltar sobre Siria o Irán". Siria es un signo de interrogación sobre quién compone la fragmentada oposición, respaldada por EE.UU., Europa y Medio Oriente, en términos de dinero en efectivo y armas.
La presente situación política siria es "casi idéntica" a los ´50 cuando EE.UU. y Gran Bretaña trataron de unir a la oposición siria contra miembros del partido Baa’th aliados con la Unión Soviética y el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, sin éxito; Eisenhower y Eden hicieron todo lo posible en 1956 para obligar a las élites urbanas siria a cooperar en un golpe de estado pro-occidental en vano ya que los dos partidos mayoritarios en el parlamento -Partido Popular de Aleppo y el Partido Nacional de Damasco- se negaron a cooperar entre sí con el fin de evitar la revolución. Luego del fallido golpe de Estado, EE.UU. trató de llevar a cabo otro golpe, esta vez por su cuenta –“El golpe de Estado americano"- sin éxito; desestabilizada por las decisiones de Washington, Siria anunció la creación de la República Árabe Unida con Egipto.