La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos urgió hoy a investigar a fondo los abusos cometidos por las autoridades de Siria durante la represión violenta de las manifestaciones pacíficas de civiles.
Las violaciones por investigar incluyen el uso excesivo de la fuerza, detenciones arbitrarias y tortura.
Un informe preliminar de la Oficina de la Alta Comisionada para las garantías fundamentales señaló que las denuncias más preocupantes se refieren al uso de municiones reales contra civiles desarmados por tropas y francotiradores ubicados en el techo de edificios públicos, además del despliegue de tanques en áreas densamente pobladas.
A la fecha, el número de muertos en esos operativos excedería los 1.100, estima el documento.
Debido a que la ONU no ha podido desplegar en Siria a un equipo investigador, el estudio se basa en la información reportada por organismos socios de Naciones Unidas, activistas de derechos humanos, grupos de la sociedad civil, medios de comunicación y algunas víctimas y testigos que han logrado enviar mensajes fuera del país.
El informe indicó también que las detenciones arbitrarias masivas podrían sumar 10.000 en los últimos tres meses.