Adrián Macía: "Cada verano creo que ha llegado el final de mi carrera"

Adrián Macía: "Cada verano creo que ha llegado el final de mi carrera"

“Tenemos muy buen grupo a nivel personal, nos llevamos muy bien todos, y en la cancha también creo que somos un buen equipo. Tenemos actitud y aptitud y eso es lo importante. Si nos respetan las lesiones podemos dar mucha guerra”

 

Adrián Macía muestra orgulloso la octava temporada que acaba de comenzar en el Unión Financiera Asturiana Oviedo Baloncesto. Aquello que se forjó informalmente tomando un café con el Director Deportivo del club ovetense ha llegado a años insospechados para él. “Conocía a Héctor Galán, Director Deportivo del club, porque habíamos jugado juntos en Avilés. En el verano del 2005 me propuso jugar en el equipo de Primera División del OCB. Acepté y hasta hoy...”.

 

Y hoy ya son ocho temporadas para Adrián donde el equipo y el club ha ido creciendo poco a poco gracias al gran trabajo realizado: “todo ha sido una evolución muy natural. Se empezó con el equipo en categoría nacional y cada año se han ido mejorando cosas. Nunca se ha ‘forzado la máquina’ y creo que ahí ha estado el secreto del Oviedo Club Baloncesto”.

 

A sus 36 años, Adrián se considera un privilegiado por poder seguir jugando a un alto nivel competitivo, “he tenido mucha suerte porque me han respetado las lesiones. No soy un jugador que se cuide especialmente, tengo esa suerte. Tengo muchas ganas de seguir jugando al baloncesto y me encanta la competición, ese es mi secreto”. Y es que al final de cada temporada, el mayor de los hermanos Macía se plantea dejarlo... Pero cuando se acerca la pretemporada y vuelven a llamarlo no puede decir que no, “soy muy competitivo y ese nivel que hay en nuestra categoría hace que no pueda rechazarlo. Me siento muy a gusto. No sé cuando dejaré de jugar, no me lo planteo”.

 

Otro de los secretos para que Adrián siga en el Unión Financiera Oviedo Baloncesto es que puede compaginar el jugar con su trabajo en la multinacional francesa Saint-Gobain, “trabajo en Avilés de 7:00 a 15:00 horas. Nuestra empresa se dedica a la fabricación de parabrisas. Si no pudiese compaginarlo no podría jugar”.

 

A Adrián le faltan horas al día para estar con su mujer, Natalia, y con sus dos pequeños, Adrián de cinco años y David de casi cuatro, a quienes el baloncesto todavía no le llaman demasiado la atención, “vienen a ver los partidos y les gusta por el ambiente y porque también ven al tío Héctor (Macía), pero todavía son muy pequeños”.

 

Aunque es pronto para saber cómo acabará este año el equipo ovetense, el capitán del Unión Financiera Asturiana Oviedo Baloncesto tiene muy buenas sensaciones: “tenemos muy buen grupo a nivel personal, nos llevamos muy bien todos, y en la cancha también creo que somos un buen equipo. Tenemos actitud y aptitud y eso es lo importante. Si nos respetan las lesiones podemos dar mucha guerra”.

 

El alero ovetense prefiere ir poco a poco, como ha ido su equipo siempre, porque además reconoce que este año la competición está muy igualada: “a todos nos han sorprendido algunos resultados en las primeras jornadas. Así que es mejor ir partido a partido y ya iremos viendo...”.

 

En ocho años dentro del mismo equipo Adrián cuenta con innumerables momentos, anécdotas, partidos... Y no puede dejar de sonreír cuando recuerda uno de los momentos más graciosos: “Era la temporada 2007/2008.

 

Tenía un compañero que se llamaba Alberto Cartón y tenía fama de ser muy fuerte y duro sobre la pista.

 

Nuestro entrenador por aquel entonces, Iván Martín, nos mandó un ejercicio que consistía en chocar contra él y luego recibir. Cuando lo hizo Alberto le dijo que si eso era chocar... A la siguiente vez, Alberto chocó muy fuerte y mandó a nuestro entrenador hasta el triple dando unas cuantas vueltas por el suelo. Todavía me río al recordarlo”.

 

Son muchos los buenos momentos vividos y los recuerdos hacia jugadores que han compartido vestuario con él. Javier Rodríguez, conocido por todos como ‘Champi’, es uno de aquellos que le marcó a Adrián, “tenía una calidad y una categoría impresionantes. Tuvo que dejarlo por problemas en su espalda pero me hubiese encantado que hubiese seguido jugando”.

 

También por su carrera han pasado cosas que preferiría olvidar, como su última lesión: “en la temporada 2010/2011 jugábamos el cuarto partido de playoff de semifinales para ascender a LEB Oro contra CB Tíjola. Habíamos perdido los dos partidos en Almería y ganamos el primero en casa. En la rueda de calentamiento del cuarto partido me lesioné el gemelo y no pude jugar”.

 

Terminar una temporada, y una carrera deportiva, desde la clínica puede ser una de las peores cosas que le ocurra a un deportista; por eso Adrián volvió a ponerse el mono de trabajo a la siguiente temporada siendo una rotación más en el OCB. Hace cinco años que piensa en dejarlo cuando acaba la competición, pero su edad nunca ha sido un impedimento.

 

Aunque físicamente es lógico que los años pasen factura, la veteranía tiene sus ventajas: “lees mucho mejor el juego, sabes dónde colocarte en cada momento. Yo nunca he destacado por tener un gran físico, no soy una persona que corra mucho o que salte mucho. Nunca me he encasillado y por eso mi edad no la veo un impedimento para seguir rindiendo a un alto nivel”.

 

Ciertas las palabras de un jugador humilde que reconoce dónde están sus limitaciones sin olvidar sus virtudes. ¿Volveremos a verlo el año que viene? Ni él mismo lo sabe. Hasta que no lleguen los meses calurosos de verano no sabremos si seguirá vistiendo el ‘7’ del Unión Financiera Asturiana Oviedo Baloncesto.

 

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