• La operación ha concluido con la detención de sus líderes, un matrimonio del barrio y diez personas más con diferentes responsabilidades dentro de la organización, entre ellas destaca una mujer que ostentaba el primer puesto en el “ranking” de los mejores vendedores del barrio.

• Se han registrado cinco de los pisos de la organización donde se ha incautado cocaína, marihuana, hachís y utensilios propios de la venta de estupefacientes y una pistola simulada.

• En uno de los pisos registrados se descubrió un invernadero hidropónico dedicado al  cultivo de plantas de marihuana

Oviedo.- Agentes de la Policía Nacional de Oviedo, han desarticulado un grupo organizado especializado en el tráfico de cocaína y hachis que había fijado su lugar de operaciones en el Barrio de Ventanielles. Se ha procedido a la detención de sus líderes, un matrimonio del barrio y a diez de sus miembros. Se ha incautado cocaína, marihuana y hachís. También fue localizado en uno de sus pisos un invernadero hidropónico dedicado al cultivo de plantas de marihuana.

Hace seis meses el grupo de estupefacientes de la Jefatura Superior de Policía de Asturias, inició una investigación centrada en un matrimonio, residente del  barrio de Ventanielles, que se había dedicado a reclutar a personas conocidas de la zona por su relación con el mundo de las drogas.

Este contacto les había resultado relativamente sencillo ya que ellos mismos tenían antecedentes por tráfico de estupefacientes. La pirámide de distribución que habían diseñado pasaba por un liderazgo claro, en la cúspide estarían ellos, un núcleo reducido de personas de confianza y por último y los más numerosos, los vendedores.

Dentro de éstos existían dos categorías, los meros vendedores que trabajaban con pequeñas cantidades de droga y aquellos que habían demostrado tener más ambición. A estos les permitían ir teniendo bajo su responsabilidad a los “camellos” que se iniciaban en el negocio, y lo más importante, les entregaban pequeños depósitos de droga para que se las distribuyeran entre sus “pupilos”.

Entre los vendedores del primer grupo destaca una mujer que ostentaba el primer puesto en el “ranking” de los mejores vendedores del barrio.

Todo eran facilidades para el cliente, como si se tratase de una cadena de comida rápida, recibían la llamada y rápidamente se trasladaban al lugar que les indicaban.

Entre los lugares de más éxito se encontraban los bares y locales de ocio de jóvenes. Precisamente dentro de las operaciones que durante estos meses se llevaron a cabo por parte de la Policía para  prevenir el tráfico de estupefacientes se incautaron en uno de los establecimientos utilizados por el grupo para vender, casi 300 gramos de cocaína en el doble techo de los baños de uno de los bares.

Un aspecto importante en la organización se basaba, además de la elección del personal, en la infraestructura. Llegaron a poseer hasta cinco pisos para minimizar y diversificar los riesgos. Garantizaban que en caso de ser descubiertos por la Policía solo encontrarían pequeñas cantidades de  droga. 

En los registros que se llevaron a cabo se obtuvieron diversas cantidades de cocaína, marihuana y hachís, así como utensilios propios de la venta de estupefacientes y una pistola simulada. En uno de estos domicilios, tenían instalado un invernadero hidropónico para el cultivo de plantas de marihuana.

La operación ha sido llevada a cabo por el el Grupo de Estupefacientes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Asturias, bajo la supervisión del Juzgado de Instrucción nº Tres de Oviedo.