Algunos psicópatas podrían no ser más que personas con determinado tipo de demencia muy temprana

Algunos psicópatas podrían no ser más que personas con determinado tipo de demencia muy temprana
Según una investigación premiada hoy en Sevilla, las demencias “se detectarían no solo por cambios de personalidad y conducta como fallos de memoria o
deterioro cognitivo, sino también por ciertos trastornos psicológicos que se manifiestan muchos años antes de diagnosticada la enfermedad, caracterizados
por comportamientos violentos o antisociales principalmente”.


Sevilla.-.- ¿Qué ocurriría si algunas personas consideradas psicópatas son en realidad sujetos con demencia? Con esta hipótesis, si bien muy matizada, trabaja Javier Olivera, doctor en Medicina y Cirugía de la Universidad de Zaragoza y especialista en Psiquiatría y Medicina Familiar y Comunitaria que junto con un equipo de
investigadores de dicha institución han elaborado la revolucionaria teoría de que las demencias “se detectarían no solo por cambios de personalidad y conducta como fallos de memoria o deterioro cognitivo, sino también por ciertos trastornos psicológicos que se manifiestan muchos años antes de diagnosticada la enfermedad, caracterizados por comportamientos violentos o antisociales principalmente”. Es decir que en algunos casos muy concretos los comportamientos agresivos, psicóticos, etc. “tendrían su origen en una demencia, pese a lo cual aún no se ha diagnosticado, precisamente porque no responde a los criterios tradicionales por los que se detecta como los mencionados cambios de personalidad”.
Una hipótesis que le ha valido a Olivera y a sus dos compañeros investigadores, el psiquiatra Carmelo Pelegrín y el geriatra José Galindo, el primer premio de posters científicos de la Sociedad Española de Psicogeriatría (rama específica de la medicina que trata los trastornos mentales de las personas mayores) que está celebrando en Sevilla su XIX Reunión Anual Sociedad Española de Psicogeriatría junto con la XII Reunión Anual del Colegio Internacional de Neuropsicofarmacología Geriátrica.

 

La investigación establece que los cambios de personalidad más característicos debidos a una futura demencia de este tipo son la introversión, la apatía, la ansiedad, aislamiento y ruptura con los comportamientos sociales, etc. que suelen pasar desapercibidos o en todo caso y si se producen a edad tardía, se asocian como algo “normal” o propio del envejecimiento, cuando no es así, “es un problema mental” en el que influyen, entre otros, “la personalidad previa cuyos rasgos de irritabilidad o violencia, por ejemplo, se potenciarían” y que la demencia que se esté generando sea la fronto temporal, “la que más se asocia a cambios de personalidad y la
que se inicia a edades mucho más tempranas que el resto de demencias. Incluso 20 o 30 años antes” indica este experto.

 

Ser o no más humano

 

El lóbulo frontal “es el que nos hace más humanos, por decirlo gráficamente” continúa, “a mayor cantidad de lóbulo frontal, mayor capacidad de comportarnos socialmente. Por eso algunos psicópatas, es decir, personas que no se comportan como la sociedad espera de ellos, podrían ser personas con demencia temprana que afecta esta parte del cerebro”.
Por eso son trascendentales, insiste Olivera, “por una parte, nuevos criterios de diagnóstico” a los que habría que añadir “un análisis de conducta social para detectar este tipo de demencias y no tratar a como delincuente a quien la sufra”. Y por otra, “la detección precoz, diagnosticarla lo antes posible”.
Una vez que se detecta una demencia de este tipo, habría que seguir un tratamiento específico y un ingreso sanitario que en la mayoría de ocasiones pasaría a ser institucionalizado, pues estas personas con dicha demencia no son conscientes de su comportamiento antisocial, no lo planifican ni tienen en él ningún tipo de alevosía, simplemente no reprimen sus impulsos y lo mantienen así de por vida.

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