Disputar una carrera es el día a día de un atleta. Pero para un deportista con discapacidades sensoriales, cualquier carrera es una carrera de obstáculos. Tecnalia trabaja intensamente para que esos obstáculos desaparezcan.
El sistema consiste en una serie de dispositivos interconectados inalámbricamente para facilitar las salidas en pruebas de velocidad a personas con discapacidades y así posibilitar al atleta un tiempo de reacción similar al de sus competidores.
Se trata de un sistema pionero, desarrollado por Tecnalia en colaboración con las empresas vascas Enkoa, Leabai y la Federación Guipuzkoana de Deporte Adaptado, así como de expertos en Atletismo Adaptado, como es el caso del entrenador Valentín Rocandio y el atleta sordo y con limitación visual Casimiro Ondo.
El proyecto
Este proyecto nace de las dificultades que se habían detectado en parte de las personas sordas a la hora de participar en competiciones Open, que son aquellas en las que se enfrentan a personas sin discapacidad. En estas pruebas, un atleta con discapacidad auditiva se percata de que el juez ha dado la salida por los movimientos vibratorios producidos en el suelo por el sonido del disparo, por la percepción visual de la explosión cuando la pistola se acciona o por la ayuda de un entrenador que, tras escuchar la orden de salida, da un toque en la espalda del atleta para avisarle del momento de la salida. Todo ello implica un tiempo de reacción muy elevado, lo que les hace comenzar la carrera con retraso desde la salida.
Tecnalia subsana esta desventaja con un sistema capaz de detectar automáticamente el disparo de salida y salida falsa –conocida por dos disparos realizados de forma consecutiva- y avisar al atleta mediante señales visuales. Este dispositivo pretende minimizar el tiempo de salida del atleta, de manera que contribuya a mejorar sus marcas y obtener así las mínimas exigidas para poder participar en los campeonatos mundiales, y por tanto en las Paralimpiadas.
La principal innovación del sistema es su capacidad para captar el sonido del disparo de salida en el mismo momento en el que el resto de atletas lo reciben a través del oído. Consta de un dispositivo con luces que se coloca en la salida, frente al atleta, y que el entrenador del propio atleta activará a través de un mando inalámbrico. De esta forma, cuando el juez anuncie la salida con un “preparados”, el entrenador activará la luz roja; cuando pronuncie la palabra “listos”, la luz que se encenderá será amarilla; y finalmente, el sistema captará de forma automática el sonido del disparo, momento en el que se pondrá en verde.
El dispositivo se utilizó por primera vez el sábado 11 de junio en el Meeting Paralímpico de Basauri.