Por Fernando Bazán/noticiasdesiria.blogspot.-En declaraciones tras su reunión del domingo con el presidente Bashar Al-Assad, el enviado especial Lakhdar Brahimi dio pocos detalles de las conversaciones, pero reiteró su llamado a una pausa en la violencia y remarcó que "Todo el mundo puede empezar el alto al fuego cuando quieran, hoy o mañana, por ejemplo, para el período del Eid y más allá"; Brahimi dijo que se había contactado con figuras de la oposición dentro y fuera de Siria, incluidos los combatientes rebeldes, así como los funcionarios de los países vecinos -algunos de los que apoyan la insurgencia- y que "Ellos contestaron que iban a responder positivamente a una iniciativa del gobierno."
Al-Assad, por su parte, dijo que estaba abierto a la búsqueda de una solución pacífica, pero hizo hincapié en que los rebeldes deben dejar de ser armados y que ello sería la clave para una solución política; según el presidente sirio un "cese del terrorismo", así como un compromiso -por parte de ciertos países- para ponerle fin al apoyo a los terroristas ayudaría a la propuesta del cese al fuego.
Mientras Al-Assad se reunía con Brahimi, dos explosiones golpearon áreas predominantemente cristianas, en Damasco y Aleppo. Uno de los ataques se produjo en Bab Touma, un antiguo barrio en el centro de Damasco, y fue causada por una bomba colocada en un vehículo estacionado, que dejó un saldo de al menos 13 personas muertos y 29 heridos según el Ministerio del Interior; el hecho se produjo mientras varias iglesias celebraban misa en Bab Touma domingo, un día festivo para la minoría cristiana de Siria. El segundo incidente fue en Alepo, donde la lucha entre los rebeldes y las fuerzas gubernamentales ha llegado a los tres meses; según el gobierno un atacante suicida se inmoló fuera de un hospital privado franco-sirio en barrio de mayoría cristiana.
Los rebeldes sirios han puesto en duda las perspectivas del cese al fuego temporal, argumentando que no estaba del todo claro cómo una tregua informal podría ser implementada esta semana; el Cnel. Qassem Saadeddine, ex oficial del ejército y ahora jefe de un Consejo militar rebelde en Homs, señaló que “Esta tregua es sólo una burbuja medios de comunicación. ¿Quién la va a poner en práctica y que se va a supervisar? Seguimos comprometidos a cualquier decisión de la ONU. Pero esta tregua... ¿cuál es el mecanismo para ponerlo en práctica?". Un comandante rebelde de Damasco, fue más contundente y adelantó que "La tregua no va a suceder No lo aceptaremos. No está en nuestro interés, y una tregua de tres días lograría poco de todos modos”.
ONU está haciendo planes para reunir una fuerza de paz para Siria, si el alto al fuego propuesto por el enviado especial Lakhdar Brahimi se afianza, sin embargo Herve Ladsous –encargado de las Fuerzas de Paz de ONU- subrayó que la planificación era muy tentativa mientras que la lucha continua en Siria y además dependería de un mandato del Consejo de Seguridad; en los 19 meses de conflicto no se ha podido establecer una política común entre los Estados occidentales y Rusia-China sobre Siria. Cualquier fuerza necesitaría la aprobación de los 15 miembros del Consejo de Seguridad y que no sea vetada por los miembros permanentes, Ladsous sostuvo que "a reserva de lo que el Consejo de Seguridad podría decidir, finalmente, estamos dando ideas sobre lo que podríamos hacer para contribuir, dentro del marco de una solución, para proporcionar seguridad y posiblemente protección a la población civil".
La posición oficial de EE.UU. es la negativa para permitir armas pesadas en Siria, pero hay cada vez más pruebas que agentes suyos -especialmente el asesinado embajador Chris Stevens- por lo menos estaban al tanto de las armas pesadas se mueven desde Libia a los rebeldes yihadistas sirios; el mes pasado, el periódico Times de Londres informó que un barco libio "llevaba el mayor cargamento de armas a Siria atracó en Turquía”, el navío llevaba 400 toneladas de material bélico que incluyen los misiles tierra-aire SA-7. Esas armas que estaban en los arsenales de Muammar Gaddafi -cerca de 20.000 portátiles de misiles buscadores de calor- fueron trasladados a manos de los rebeldes sirios y son los que han estado utilizando para derribar helicópteros y aviones de combate.
En noviembre de 2011 el periodico inglés The Telegraph, informó que Abdelhakim Belhadj, jefe del Grupo Islámico Combatiente Libio -y en calidad de presidente del Consejo Militar de Trípoli- se reunió con líderes del Ejército Libre Sirio (ELS) en Estambul y en la frontera con Turquía, en un esfuerzo por parte del nuevo gobierno de Libia para proporcionarle dinero y armas a insurgencia siria; eso significa que el embajador Stevens tenía una sola persona -Belhadj- entre él y los hombres que llevaban las armas a Siria desde Libia, país del cual provienen la mayoría de los “rebeldes extranjeros”.
Pero los esfuerzos de Inteligencia de EE.UU. en Libia han sufrido un importante revés debido al abandono y la exposición de una instalación de la CIA en Benghazi, tras una audiencia en el Congreso esta semana; el puesto de Inteligencia estaba a 2 km de la misión de EE.UU. que fue atacada por los militantes quienes asesinaron al Embajador Christopher Stevens. Un funcionario de EE.UU reconoció que Benghazi “jugó un papel fundamental en el surgimiento de la nueva Libia y continuará haciéndolo”, con lo cual Libia se está convirtiendo en un puesto de avanzada de la Inteligencia de EE.UU. para Siria.
Los rebeldes han aplicado la última tregua en Siria el pasado 12 de abril, de acuerdo a lo mediado por el ex enviado Kofi Annan, pero las fuerzas de Al-Assad aprovecharon para reposicionarse y no retiraron los vehículos blindados de las ciudades; durante ese periodo se registraron incrementos significativos en la tasa de bajas civiles. EE.UU. ha dicho en repetidas ocasiones que Al-Assad debe dimitir para permitir una transición política en Siria y culpa a Rusia y China por los vetos en el Consejo de Seguridad; mientras que Rusia y China -junto con Irán- se oponen a la intervención extranjera en Siria y acusan a las potencias occidentales de trabajar con los Estados del Golfo para apoyar a la oposición armada siria. Por supuesto que todos están a favor del cese al fuego en Eid al-Adha.