Por Grupo Navega.- La aguas turbulentas de la economía mundial están abriendo una gran via de agua en los presupuestos de los equipos de alto nivel de la vela internacional.

Si hoy mismo ha salido a la luz que la Real Federación Española de Vela a disminuido de manera brutal su cuenta en el apartado de patrocinios, otros grandes e históricos de la vela en Francia han agachado la cabeza y la guillotina ha hecho lo que mejor sabe hacer.

El último ha sido Foncia, fiel patrocinador a Michel Desjoyeaux y reciente ganador de la European Tour en la nueva clase MOD70, hace menos de dos semanas.

En silencio, Foncia se ha despedido de la vela al disminuir drásticamente su cuenta de resultados durante estos años.

Otro que ha caído ha sido Veolia Environment y en los corrillos de la pasada Volvo Ocean Race, se aseguraba que el ganador final, el Groupama de Franck Cammas, terminó la regata “pidiendo la hora”.

Los franceses, que han mimado a sus patrocinadores, lo están pasando mal pero en otros países como España, donde se ha disfrutado de esa cuadrilla de encantadores de serpientes, revienta sponsors, las cosas pinta más que mal. Italia, y su poder latino, también lo tiene crudo y el único país sureño que se salva es Portugal. Un sitio donde mirar pese a sus grandes problemas económicos y donde los grandes eventos náuticos a nivel internacional han querido asentar sus competiciones.

Las cosas están delicadas y aquí pagan justos por pecadores pero aprendamos que aquellas empresas que creen en la vela como plataforma de publicidad e imagen, no invierten por que sean estúpidos sino porque quieren obtener un retorno de su inversión positivo…