Greenpeace considera que la abrumadora victoria del No a la energía nuclear en el referéndum italiano celebrado ayer y hoy es otro nuevo varapalo para el lobby nuclear, tras la histórica decisión del Gobierno alemán de acelerar el cierre definitivo de sus 17 centrales nucleares de aquí al 2022. La organización ecologista pide al Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero que lleve a cabo su compromiso electoral y de gobierno, aún no cumplido, de cerrar las centrales nucleares.
Greenpeace, además, recuerda al PSOE que también la población española mayoritariamente dice No a la energía nuclear. Así lo ha constatado, una vez más, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en su barómetro del mes de mayo. Según este estudio de opinión del CIS, el 60% de los encuestados se declararon antinucleares y el 61% quiere que no se construyan nuevas centrales. Un amplio 70% las considera peligrosas y el 52% de los encuestados las encuentra totalmente innecesarias.
“Tras la decisión del Gobierno alemán de cerrar sus centrales nucleares, el mutismo del gobierno y de la mayoría de los dirigentes del PSOE al respecto fue escandaloso” ha afirmado Carlos Bravo, responsable de la campaña de energía de Greenpeace. “Ahora, tras la encuesta del CIS y después del referéndum de Italia, el Gobierno debe empezar a dar pasos concretos para abandonar la energía nuclear en España”, añadió Bravo.
Greenpeace pide al PSOE que cumpla su compromiso de abandonar la energía nuclear en España y ponga en marcha un plan de cierre progresivo pero urgente de las ocho centrales nucleares españolas de aquí a 2018, empezando inmediatamente por las de Garoña y Cofrentes. Según consta en un informe de la propia Fundación Ideas para el Progreso del PSOE, publicado en 2009, esta fecha de cierre es viable, e incluso señala que puede anticiparse a 2016.
La organización ecologista pide igualmente al PP que deje atrás su apuesta por la energía nuclear, que es peligrosa, sucia y antieconómica, y apueste por alcanzar rápidamente un sistema energético eficiente, inteligente y 100% renovable, que podría dar trabajo a cientos de miles de personas.
Greenpeace considera que el grave accidente nuclear de Fukushima, que sigue sin control tres meses después de su inicio y que ha provocado ya una importante contaminación radiactiva, debe obligar al Gobierno central a cumplir su compromiso de poner en marcha un calendario de cierre progresivo pero urgente de todas las centrales nucleares españolas.
“Tras la decisión del Gobierno alemán de cerrar sus centrales nucleares, el mutismo del gobierno y de la mayoría de los dirigentes del PSOE al respecto fue escandaloso” ha afirmado Carlos Bravo, responsable de la campaña de energía de Greenpeace. “Ahora, tras la encuesta del CIS y después del referéndum de Italia, el Gobierno debe empezar a dar pasos concretos para abandonar la energía nuclear en España”, añadió Bravo.
Greenpeace pide al PSOE que cumpla su compromiso de abandonar la energía nuclear en España y ponga en marcha un plan de cierre progresivo pero urgente de las ocho centrales nucleares españolas de aquí a 2018, empezando inmediatamente por las de Garoña y Cofrentes. Según consta en un informe de la propia Fundación Ideas para el Progreso del PSOE, publicado en 2009, esta fecha de cierre es viable, e incluso señala que puede anticiparse a 2016.
La organización ecologista pide igualmente al PP que deje atrás su apuesta por la energía nuclear, que es peligrosa, sucia y antieconómica, y apueste por alcanzar rápidamente un sistema energético eficiente, inteligente y 100% renovable, que podría dar trabajo a cientos de miles de personas.
Greenpeace considera que el grave accidente nuclear de Fukushima, que sigue sin control tres meses después de su inicio y que ha provocado ya una importante contaminación radiactiva, debe obligar al Gobierno central a cumplir su compromiso de poner en marcha un calendario de cierre progresivo pero urgente de todas las centrales nucleares españolas.