El Índice de Precios al Consumo (IPC) aumentó en septiembre un 1% con respecto al mes anterior, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este resultado supone una subida de siete décimas en la tasa anual de inflación, hasta el 3,4%, lo que responde en gran medida al incremento de los tipos de IVA y a la subida de los medicamentos y material terapéutico.

La inflación subyacente (que excluye productos  energéticos y alimentos frescos) aumentó también siete décimas y se situó en el 2,1% en tasa anual. Esta aceleración responde a la evolución de los precios de los bienes industriales no energéticos y a los servicios. La alimentación elaborada, por el contrario, ha reducido tres décimas la tasa anual (hasta el 2,9%), al compararse con septiembre de 2011, mes en el que hubo una subida del tabaco.

Los productos energéticos han seguido su escalada. En septiembre han  subido el 13,4% respecto de un año antes, 1,5 puntos más que agosto. Los alimentos frescos han registrado una tasa anual del 2,8% (0,1 puntos más). Los precios de los servicios  se han elevado un 1,8% en tasa anual (siete décimas más) y los bienes industriales han aumentado el 1,3%. Este último grupo se ha visto afectado por la subida del IVA  y de los medicamentos y material terapéutico, como resultado de la exclusión de algunos de estos últimos del Sistema Nacional de Salud.

En concreto, los medicamentos y material terapéutico han experimentado un alza del 20,7% en su tasa anual, frente al 12,4% de agosto. Igualmente es destacable la subida en el precio de los automóviles por el efecto del IVA, desde el 0,5% en la tasa anual de agosto hasta algo por encima del 2% en septiembre. Este conjunto de productos explica al menos dos décimas de las siete que ha subido el IPC de septiembre en tasa anual.

En cuanto a la tasa mensual, ha influido igualmente el capítulo de bienes industriales no energéticos (BINES), con una subida del 2,4% respecto de agosto. Es resultado del aumento mensual del 7,5% en los precios de los medicamentos y material terapéutico, vestido y calzado (4,1%) debido al inicio de la temporada otoño-invierno, y los automóviles (2,1%). También han influido los productos energéticos (2,1% de subida respecto de agosto) y, especialmente, energía eléctrica y gas (2,5%) y carburantes y combustibles (2%). En mucha menor medida ha afectado la alimentación (0,5% de subida).

En sentido contrario cabe mencionar la no variación intermensual de los precios del conjunto de los servicios en un mes en que suelen bajar por factores estacionales asociados al turismo. En septiembre se ha producido una caída del 2,2% en los precios de turismo y hostelería. Estos factores estacionales habrían compensado la elevación de precios que se habría derivado de la subida del IVA.

Por otra parte, el INE ha comenzado a publicar desde septiembre y de forma continuada el IPC a impuestos constantes (IPC-IC), de acuerdo con la metodología europea. Este indicador tiene como objetivo excluir de la variación de los precios la parte que se debe a los impuestos que gravan el consumo. Lo que se mide es el IPC bajo el supuesto de que estos impuestos no han variado desde el momento de referencia.

El resultado es que en tasa interanual, el IPC-IC se ha reducido 1,2 puntos, desde el 2,6% de agosto hasta el 1,4% en septiembre. La variación mensual es del -0,9%. Tanto la inflación subyacente (-1,1%) como la energía (-0,3%) y los alimentos frescos (-0,6%) han contribuido a la caía mensual. Dentro de la subyacente destacan los servicios (-2%) y los alimentos elaborados (-0,7%). Dentro de los servicios, hoteles y alojamientos (-14,6%) y restauración (-1,5%), transporte aéreo (-3,2%), servicios hospitalarios (-10,3%), servicios culturales y viajes organizados (-13,9%). En cuanto a las tasas interanuales, la inflación subyacente pasó de 1,3% en agosto al 0,1% en septiembre. Destacan las desaceleraciones experimentadas por los servicios (de 1,1% a -0,3%), alimentos elaborados (de 3% a 1,4%) y carburantes y combustibles (de 11,9% a 10,2%).

El INE ha publicado también el IPC armonizado (IPCA) de septiembre, cuya tasa anual se sitúa en el 3,5%, ocho décimas por encima de la registrada el mes anterior. Al comparar con la tasa anual estimada para el conjunto de la zona euro, el diferencial sería desfavorable a España en ocho décimas, frente a los 0,1 puntos del mes anterior.

La evolución de los precios en el mes de septiembre se explica por la subida de impuestos y de algunos productos como los medicamentos. Tiene, por tanto,  un carácter transitorio sobre la tasa de inflación anual. Cabe esperar, en consecuencia, una cierta corrección de la misma en los próximos meses. A ello contribuirá el descenso de los precios energéticos (luz, butano y mantenimiento de la tarifa del gas) que ha entrado en vigor en octubre y la necesaria moderación en gasolinas y gasóleos. El resto de componentes del IPC mantienen una evolución muy acorde con la situación actual de la economía española y permiten mejoras adicionales en nuestra competitividad frente al exterior.

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