Por ESA.-El disco de polvo que rodea a la joven estrella BetaPictoris contiene un tipo de material prístino que también está presente en cometas en nuestro Sistema Solar, según ha descubierto el telescopio espacial de infrarrojo lejano de la ESA, Herschel.
Beta Pictoris es una estrella muy joven -doce millones de años de edad- situada a 63 años luz de la Tierra. A su alrededor hay un planeta gigante gaseoso y un disco de material residual que con el tiempo podría convertirse en un anillo de cuerpos helados del estilo del cinturón de Kuiper, que está más allá de la órbita de Neptuno, en nuestro Sistema Solar.
Herschel ha permitido por primera vez determinar la composición del polvo que rodea el sistema de Beta Pictoris.
Ha resultado especialmente interesante la presencia del mineral olivina, que cristaliza en los discos protoplanetarios que rodean a las estrellas recién nacidas y que eventualmente pasa a ser un ingrediente de asteroides, cometas y planetas.
“Hay distintas clases de olivina”, explica Ben de Vries, de KU Leuven y autor principal del estudio, que se publica en Nature.
“En los cuerpos helados pequeños y primitivos, como los cometas, se da la variedad rica en magnesio, mientras que en los asteroides grandes, cuyo material ha sido calentado y ha sufrido por tanto más alteraciones, se detecta sobre todo la variedad más rica en hierro”.
En el sistema de Beta Pictoris Herschel ha detectado la variedad prístina -menos procesada- de olivina, rica en magnesio. En concreto, en Beta Pictoris la olivina está a unas entre 15 y 45 unidades astronómicas (UA) de la estrella, donde las temperaturas rondan los -190ºC.
Como referencia, la Tierra está a una UA de distancia del Sol, y el Cinturón de Kuiper se extiende desde la órbita de Neptuno, a unas 30 UA, hasta las 50 UA de distancia.
Las observaciones de Herschel indican que los cristales de olivina constituyen alrededor del 4% del total del polvo en la región.
Este hallazgo permite concluir a los astrónomos que la olivina se encontraba originalmente dentro de los cometas, y que debieron de ser las colisiones entre estos cuerpos helados lo que liberó los cristales al espacio.
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http://www.esa.int/esaCP/SEMOR6FRI7H_Spain_0.html
Credits: ESO/A-M. Lagrange et al.