Por Marta/AM.-No hay nadie mejor que los más pequeños de la casa para empezar a inculcar una educación sostenible. Eso mismo es lo que ha pensado la Fundación Asturiana de la Energía, FAEN que se ha reunido esta mañana en Oviedo para exponer las diferentes conclusiones que han ido recogiendo a partir del subproyecto “Embajadores Europeos por la Sostenibilidad” (ESA), cuyo objetivo es la integración de un sistema de aprendizaje en diversas áreas de conocimiento relacionados con la sostenibilidad y que han desarrollado a partir de la implantación de actividades lúdicas en colegios de diferentes países.
Se trata de un proyecto europeo que surge de la relación entre cuatro países; Italia, Dinamarca, España y Eslovenia, y se implanta en una región de cada país. “Consiste en realizar actividades distintas en cada región, pero relacionadas todas ellas con la sostenibilidad medioambiental y energética”, así lo explicó Carlos García, responsable de Ahorro y eficiencia energética de la FAEN.
“La idea es la de informar a primero a profesores y técnicos medioambientales en relación a todos los contenidos de sostenibilidad. A partir de ahí, serían los primeros embajadores, que así es como llamamos a los diferentes grupos en este proyecto”, aseguró Carlos García.
Pero la cosa no acaba ahí, “los segundos embajadores serían los niños y los ciudadanos de esos municipios donde hemos trabajado. Tratar de formales en relación a esto; residuos, emisiones de CO2, a cómo reducir en consumo de energía, etc. Los terceros embajadores es cuando esos niños llegan a sus casas y tratan de realizar ese tipo de actividades y les dicen a sus familiares que hay que hacer esto, hay que reducir el consumo, hay que apagar las luces…” concretó el responsable de Ahorro y eficiencia energética de la FAEN.
Asturias ha sido la comunidad autónoma española elegida para llevar a cabo este programa En el Principado la FAEN ha trabajado con niños de tercero de primaria de distintos colegios y con algunos Ayuntamientos. Talleres de diferentes tipos, maquetas y experimentos han servido para que los pequeños aprendan, divirtiéndose, de lo importante que es la sostenibilidad y llevarla a cabo.
“Realmente los niños son un público objetivo muy bueno, porque son consumidores ahora y lo serán en un futuro pero además tienen en efecto de poder decir a sus mayores cómo tienen que comportarse desde el punto de vista energético o de residuos en sus hogares”, asegura Carlos García.
La Responsable de Relaciones Externas de FAEN María Jesús Rodríguez, recuerda que “uno de los experimentos que más les llama la atención a los niños es el del volcán, que se hace con bicarbonato sódico y vinagre, es algo que les encanta”. En lo que se consiste este programa es en demostrar las cosas más que explicarlas con tecnicismos, de modo que llegue a mover la curiosidad de los niños y que se queden con “cuatro conceptos claves”, explicó María Jesús.
Pero este proyecto no sólo ha llamado la atención de los niños, ya que durante su desarrollo, los responsables de FAEN han interactuado con los otros países que también lo llevaban a cabo, incluidas visitas que han dejado marcadas en la memoria de la Responsable de Relaciones Externas de FAEN algunos detalles.“En Dinamarca los profesores incluyen el tema de la sostenibilidad en su currículum y comienzan a impartir talleres relacionados con ella desde la guardería. Tienen un sistema de educación completamente diferente al nuestro”, comenta sorprendida.
“Las guarderías danesas tienen un espacio al que llaman la casa de la naturaleza. Es una especie de bosque con todo tipo de animales disecados. Están muy volcados con la naturaleza, sólo les faltaba esta parte de sostenibilidad”, reconoce María Jesús, que también reconoce que en España aún estamos a años luz de tener esa mentalidad.