El presidente de Siria, Bachar el Asad, ha lanzado el ejército, armado con carros de combate, lanzacohetes y potente armamento de mano, al asalto de la ciudad de Jisr al Shughur, donde está prepetrando una auténtica masacre, según se ha podido saber a través de algunas llamadas de resistentes en el interior de la ciudad, que hace unos días fue escenario de deserciones de militares ejecutados posteriormente por sus propios compañeros. Al mismo tiempo, miles de civiles huyen desde hace dos días de la ciudad, con la intención de atravesar la frontera, aunque no descartan que el sátrapa sirio envíe sus fuerzas tras de ellos para proceder a un asesinato masivo.
Algunos testimonios hablan de edificios incendiados por las fuerzas ocupantes y constante sonido de disparos.
Por otro lado, testimonios de soldados desertores huidos a Turquía narran escalofriantes relatos de cómo el régimen sirio utuliza las vaiolaciones a mujeres y asesinatos de niños como arma de guerra.