Casi dos mil ciclistas protagonizaron una marcha revindicativa en Méxici, trascurriendo toda ella con plena normalidad salvo, si acaso, el hecho de que todos ellos pedaleaban desnudos.
Este es el comunicado emitido por los 'marchosos':
DESNUDOS ANTE EL TRÁFICO, JUSTICIA EN LAS CALLES
Justicia en las calles, esto es lo que demandamos con firme convicción y muy en serio, pero a la vez con simpatía, pasando un buen rato. Los coches nos imponen sus reglas: velocidad en exceso, prepotencia, contaminación y violencia. Por eso al desplazarnos en bicicleta cada día por la ciudad, convertimos nuestra movilidad en una demostración de inconformidad cotidiana. Si además, nos manifestamos en bicicleta y desnudos, convertimos la inconformidad en una protesta ejemplar.
Denunciamos que nuestras calles han sido secuestradas por el coche como transporte unipersonal que colapsa las ciudades degenerándolas en lugares hostiles y peligrosos. El coche mata y su impunidad nos escandaliza. Demasiados intereses de multinacionales belicistas alrededor del petróleo y del automóvil están en juego si esto se cuestiona. Proponemos un modelo de ciudad donde las personas recuperen su espacio, donde se reduzcan las necesidades de desplazamiento y se apueste por el peatón (que somos todos) y por los medios de transporte menos contaminantes y más eficaces.
¿Por qué en bicicleta? La bicicleta es un medio de transporte urbano solvente, saludable, ecológico y divertido. Es un icono, un símbolo de libertad y un instrumento práctico de transformación social. No paga tributos, no gasta petróleo, no colabora con el mal desarrollo destructor ni con las guerras mundiales.
¿Por qué desnudos? Porque nos sentimos desnudos ante el tráfico, por la falta de respeto de los conductores y la desidia de los gobernantes. Con la desnudez hacemos visible la fragilidad de nuestras "carrocerías" (nuestro propio cuerpo). Además, mostramos nuestro cuerpo con naturalidad, rompiendo el pudor, desmontando tabúes respecto a nuestro físico impuestos por la moda y la avaricia de la industria transnacional textil. En definitiva, nos enfrentamos al tráfico urbano con el cuerpo desnudo sobre la bicicleta como la mejor forma de defender nuestra dignidad y de vivir el cambio social.
¡Libera tu mente y tu cuerpo! ¡Disfruta de un paseo único por el centro de tu ciudad! ¡Apúntate a la transgresión, a la irreverencia, sin pedir permiso!¡Arriba las tribus metropolitanas! ¡Abajo la ropa y arriba la bici!