Debido al conflicto y al estancamiento político, los migrantes continúan siendo vulnerables en Libia y numerosos grupos se encuentran desamparados a lo largo de todo el país.
Durante la realización de una evaluación de necesidades humanitarias en diferentes zonas del país, el personal de la OIM informó de la difícil situación de una gran comunidad de trabajadores migrantes, en su mayoría de África y Filipinas, refugiados en dos emplazamientos de la capital, Trípoli.
Estos perdieron sus puestos de trabajo al inicio de la crisis cuando sus empleadores decidieron abandonar el país. Con el sentimiento de que no hay nada que les ate al pasado, permanecen en Libia esperando vanamente percibir los salarios adeudaos por sus empleadores o encontrar otro trabajo. Otros se han quedado cuidando las propiedades de sus empleadores, pero no han recibido sueldo alguno desde febrero.
La mayor parte de estos trabajadores, de Ghana, Togo, Sudán, Nigeria, Camerún y otros países africanos, están poco cualificados y carecen de documentación.
Su alimentación y refugio, como la de tantos otros, dependen de la caridad de personas de su comunidad y de fuera de ella, si bien los precios de los alimentos básicos han llegado a triplicarse desde que comenzara la crisis.
A pesar de que la cifra de migrantes que huyen diariamente de Libia se ha reducido, estos permanecen desamparados en ciudades y pueblos de todo el país.
Según estimaciones del Embajador de Mali en Trípoli, entre 8.000 y 10.000 de sus compatriotas se encuentran en Libia occidental, principalmente en Sabha, Gadames, Ubari y Murzuk, mientras que la situación de vulnerabilidad de los subsaharianos en la parte oriental del país ha empujado a otros muchos a cruzar a Egipto.
Igualmente, de acuerdo con el Embajador de Egipto en Trípoli, son miles los migrantes egipcios que continúan en el país. Si bien se cree que la mayoría se encuentra en la parte meridional, en ciudades como Al Gatrum y Sabha, otros están en lugares como Sirte y necesitan ayuda para ser evacuados.
A medida que aparecen estos informes, la OIM continúa realizando esfuerzos para acceder a Al Gratum donde, según se ha informado, numerosos nacionales de Chad están desamparados. Tal y como se desprende de las entrevistas realizadas por la OIM a los chadianos que retornan al país en camiones, muchos han aguantado todo lo que han podido en Libia con la esperanza de percibir los meses adeudados, pero la carencia de agua y alimentos los empujó a marcharse del país.
Entretanto, la semana pasada finalizó la octava misión de la OIM de evacuación por mar de migrantes que se encontraban en la ciudad portuaria de Misrata.
En esta operación, financiada por la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los Estados Unidos, fueron rescatados 166 migrantes, la mayoría del África Subsahariana. Además de nacionales de Níger, Chad, Ghana y Sudán, entre ellos se encontraban también personas de Palestina, Marruecos, Egipto, Túnez, Jordania, Gran Bretaña y Pakistán.
Asimismo, 36 heridos de guerra fueron evacuados de Bengasi, con lo que el número de personas rescatadas de Misrata ronda las 7.200.
La embarcación fletada por la Organización ha distribuido igualmente varios cientos de toneladas de ayuda humanitaria y ha proporcionado la logística necesaria para establecer en Misrata un equipo de evaluación interinstitucional, dirigido por la OIM, que se encargará de evaluar las necesidades humanitarias en la ciudad tras meses de enfrentamientos.
Hasta el momento, la OIM ha evacuado en torno a 31.000 personas de Libia, incluidas las operaciones de Misrata. Más de 9.000 migrantes, incluidos subsaharianos, han sido trasladados por carretera de Trípoli a la frontera tunecina y alrededor de 15.000, de Bengasi, en la parte oriental del país, a la frontera egipcia.
Desde el pasado mes de febrero, la OIM ha brindado asistencia para la repatriación a cerca de 144.000 migrantes en Argelia, Egipto, Túnez, Chad y Níger.
A medida que la crisis se prolonga, la cifra de personas que cruzan las fronteras de Libia continúa aumentando progresivamente. Más de 952.000 han huido a alguno de los seis países vecinos o han llegado a Italia y Malta.