Equo considera que la comunidad internacional, Naciones Unidas y la Unión Europea, no están a la altura de los acontecimientos que están ocurriendo en Oriente Medio en los últimos meses y no están sabiendo reaccionar de forma adecuada. Además, los hechos han puesto en evidencia las erráticas relaciones internacionales impulsadas o por lo menos toleradas por estos organismos. Unas relaciones donde han primado los intereses económicos y políticos frente a los derechos democráticos de la ciudadanía de esos países. Así, los que eran amigos hasta hace muy poco se han convertido en tiranos. Y se continúa sin reaccionar.
En estos momentos, el régimen sirio de los Asad se revuelve violentamente contra la movilización ciudadana que demanda libertades civiles y políticas. Equo reclama que la comunidad internacional condene unánimemente la represión, exija un alto el fuego inmediato y pida urgentemente el inicio de un proceso de reformas democráticas. En este sentido las propuestas de la oposición en Siria se orientan hacia una Constitución que acabe con el monopartidismo Baazista reconociendo la libertad de creación de partidos, así como el reconocimiento de la igualdad de derechos para las diversas etnias que componen el pueblo sirio.
En este contexto el Estado de Israel reacciona, una vez más, al margen de la Ley Internacional y de cualquier sentido común y humanitario, respondiendo con fuego real a una manifestación pacífica en conmemoración de la pérdida de los Altos del Golán, asesinando a 22 personas e hiriendo a 225. Demostrando con ello que aún no digiere las movilizaciones masivas en demanda de libertades civiles y políticas que están teniendo lugar en los países de su entorno. O tal vez preocupados por las declaraciones de Obama proponiendo una negociación sobre las fronteras de 1967.
Para Equo, en la medida en que los procesos de cambio de régimen se consoliden en Egipto y Túnez, y en la medida en que esta consolidación sea hacia la verdadera constitución de sistemas garantes de libertades, la comunidad internacional debe atenderlos y apoyarlos sin ambages. Lo mismo se puede decir respecto a los dolorosos procesos iniciados en Siria, Libia y Yemen, que han costado ya tantas vidas. Y comenzar en todos estos países un nuevo ciclo en el que la exigencia del respeto a los Derechos Humanos sea
Por lo que respecta al estado de Israel y sus continuas violaciones de los Derechos Humanos del pueblo palestino, Equo exige a la comunidad internacional su condena unánime del uso de la violencia armada contra los manifestantes y que se le exija el cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas. El Estado Israelí lejos de contemplar las revueltas ciudadanas contra las dictaduras árabes como una oportunidad, las observa como una nueva amenaza.
A pesar de la dificultad del momento y el coste de vidas humanas, Equo ve con esperanza estas movilizaciones. Si se alcanza un alto grado de movilización ciudadana pacífica, las represiones violentas en el interior de cada país, y en el mantenimiento de determinadas fronteras serán cada día que pase menos aceptables e imposibles de justificar. El territorio de la construcción de la paz no será ya cuestión de entendimiento entre élites gubernamentales y burocracias de un lado y otro, sino un proceso civilizatorio liderado por ciudadanos y ciudadanas libres.
Es posible, por tanto, que estemos en el inicio de una nueva era pero los organismos internacionales deben estar a la altura del momento.