Los fármacos psicoactivos son los medicamentos más consumidos por los españoles. Ahora, un nuevo estudio ha detectado concentraciones de sustancias psicoactivas en las cuencas de Galicia, con una presencia destacada del ansiolítico lorazepam. Arrojados directamente al desagüe o indirectamente por una metabolización incompleta a través de la orina o heces, la presencia de estos fármacos en el agua se convierte en otro riesgo para el medio ambiente.
SINC.-Un trabajo realizado por el Grupo de Investigación en Salud Pública y Ecotoxicología de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid ha analizado la concentración, entre 2008 y 2009, de cinco estaciones depuradoras de A Coruña, Ourense, Pontevedra, Santiago de Compostela y Vigo y muestras del grifo en espacios públicos y privados de sendas ciudades gallegas.
En las muestras de aguas residuales de las cinco plantas de tratamiento se han detectado 12 de los 14 fármacos psicoactivos analizados, que pertenecen a los grupos terapéuticos más frecuentemente prescritos: antidepresivos, ansiolíticos y antiepilépticos. Los resultados, publicados en la revista Gaceta Sanitaria, apuntan a la necesidad de incrementar la monitorización y vigilancia medioambiental de los ríos de las cuencas españolas así como la del agua de nuestros grifos.
En las muestras de aguas residuales analizadas se han detectado 12 fármacos psicoactivos
Estos hallazgos también han constatado que en muchos casos la presencia en el agua de fármacos psicoactivos aumenta tras su paso por la depuradora. Para los autores, esto se debe a que los procesos químicos que tienen lugar en la planta de tratamiento provocan una reversión de ciertos metabolitos a sus componentes de origen. La detección de medicamentos psicoactivos en las cuencas de Galicia también podría explicarse por su uso extendido en los tratamientos veterinarios y en la ganadería, un sector importante de la economía gallega.
Presencia destacada de lorazepam
El lorazepam es el compuesto con las mayores concentraciones detectadas en las cuencas gallegas, tanto en las muestras de río como del grifo, seguido del antidepresivo venlafaxina. El primero, con propiedades ansiolíticas y sedantes se ha descubierto en el 87% de las muestras de agua recogidas previamente al tratamiento en la planta depuradora, con una concentración media de 11 microgramos por litro.
Su presencia disminuye en el agua saliente, pero aún así se detecta en el 67% de las muestras, con una concentración de 0,7 microgramos por litro. La existencia de lorazepam en el agua del grifo se reduce al 3% de las muestras, pero con una elevada media de 0,6 microgramos por litro, lo que indica que probablemente el fármaco no es eliminado por los tratamientos de potabilización.
Consecuencias poco investigadas
Poco se conoce aún sobre los posibles efectos a largo término de la exposición continua a las bajas concentraciones de estos fármacos presentes en las aguas de Galicia. Aunque algunas investigaciones sugieren que las consecuencias en adultos son inapreciables, en jóvenes y mayores los efectos pueden resultar más pronunciados debido a la menor capacidad para eliminar estos compuestos de su cuerpo.
"En otros supuestos, como alergias o embarazos, los posibles efectos podrían ser más importantes", comentan los autores. No obstante, estas afirmaciones no han podido probarse ya que apenas hay estudios sobre exposición a estos fármacos en aguas de grifo.
FOTO:En las muestras de aguas residuales de las cinco plantas de tratamiento se han detectado 12 de los 14 fármacos psicoactivos analizados. Imagen: Gov_ba