El Principado controlará el número de lobos y pagará los daños

El Principado controlará el número de lobos y pagará los daños

La consejera considera “una prioridad controlar el número de ejemplares y compensar los daños en la cabaña ganadera”

 

  • La consejería prevé la actualización del plan de gestión del lobo

 

  • María Jesús Álvarez anunció hoy en la Junta General del Principado la revisión del plan de recuperación del oso pardo

 

  • El departamento trabaja también en la redacción de un proyecto para aumentar la población del urogallo

 

 

Asturias-.-La Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos ultima un programa de actuación sobre el lobo que incluirá el número de ejemplares autorizados a abatir en el último trimestre de este año y todo 2013. Este programa será presentado ante el Consejo Consultivo del Lobo, que se reunirá el próximo 9 de octubre, y del que forman parte todos los sectores interesados en la gestión de la especie. Así lo anunció esta mañana la consejera María Jesús Álvarez ante la comisión de Agroganadería de la Junta General del Principado de Asturias, donde compareció para informar sobre  la situación del lobo, el oso pardo y el urogallo.

 

El siguiente paso, según anunció la titular de Agroganadería, será abordar “de manera inmediata una actualización del plan de gestión del lobo”. El objetivo que se persigue es “garantizar” la conservación de la especie, pero también “la defensa de los intereses agroganaderos”.

 

María Jesús Álvarez destacó que la falta de un programa para el control del lobo este año (el último aprobado fue el de 2011) trajo como consecuencia “un incremento notable de los daños” en la cabaña ganadera. Además, el nuevo equipo de la consejería se encontró con una deuda acumulada por impago de indemnizaciones desde agosto de 2011. Ambos factores han generado un enorme malestar entre los ganaderos que “este Gobierno comprende perfectamente”, señaló la consejera. Por ello, está “empeñado en dar respuesta a estas responsabilidades económicas en el plazo mas breve posible”, así como a articular una mejora del sistema que impida que se repita esta circunstancia.

 

“Tenemos claro y queremos que quede claro que la política de conservación de una especie como el lobo no puede recaer sobre la economía familiar de los territorios rurales”, afirmó María Jesús Álvarez, e insistió en que es una “prioridad para este Gobierno compensar los daños que sufre la cabaña ganadera por el lobo y ejercer un control efectivo sobre el número de ejemplares”. Todo ello, puntualizó, en el marco del plan de gestión del lobo aprobado por decreto en el año 2002.

 

Según los datos que existen desde la aprobación en 2002 del plan de gestión, se han abatido 148 ejemplares, a los que hay que sumar otros 137 que han muerto por diversas causas de origen humano, lo que supone una mortalidad anual que ronda los 28 ejemplares. La falta de programación para este año ha obligado a aprobar 6 resoluciones excepcionales para las comarcas más afectadas por los daños del lobo. En cuanto a los daños a la cabaña ganadera, la consejera explicó que en los tres últimos años hubo una media de 3.550 reses anuales afectadas. De esta cantidad, el 45% corresponde a ganado equino, el 26% a ovino, el 20% a caprino y el resto a bovino. El valor de las indemnizaciones se ha situado en los últimos tres años en una media próxima a los 960.000 euros.

 

Por otro lado, la titular de Agroganadería y Recursos Autóctonos también anunció la revisión del Plan de Recuperación del Oso Pardo, una vez transcurridos 10 años desde su aprobación. Desde su punto de vista, habrá que analizar el área de distribución actual, las zonas críticas y un protocolo de actuación ante ejemplares problemáticos. Los últimos estudios sitúan la población del oso pardo en torno a los 200 ejemplares.

 

Desde el Principado se trabaja para mejorar el hábitat de la especie, principalmente en los corredores del Huerna, Leitariegos y Aller, tratando de minimizar el impacto que pueden provocar algunas infraestructuras y favoreciendo la comunicación de las dos poblaciones, la oriental (que es la más pequeña y se extiende desde Campo de Suso en Cantabria hasta el Puerto de Vegarada en Asturias), y la occidental (desde el puerto de Pajares hasta los Ancares de Lugo).

 

Recuperación del urogallo

Finalmente, en relación con la recuperación del urogallo, especie en peligro de extinción, la consejera indicó que pese a los numerosos estudios y actuaciones realizadas estos años la situación de la población “es muy preocupante”, puesto que no existe una tasa de reproducción adecuada, por lo que el número de ejemplares que anualmente se incorporan es escaso. Álvarez anunció que la consejería iniciará los trámites para la redacción y posterior aprobación mediante decreto de un plan de recuperación del urogallo cantábrico. Asimismo, está previsto realizar prospecciones sobre el censo durante este otoño.

 

Las primeras actuaciones de manejo de hábitat se han iniciado recientemente, por lo que todavía no se puede hablar de resultados. Además, los recortes del Estado también han afectado al Convenio Red Natura y concretamente a cuatro de los proyectos para esta especie en Somiedo, Degaña, Ponga y Redes. Por parte su parte, el Principado cuenta con el Centro de Recuperación del Urogallo, en Sobrescobio, que en la actualidad alberga un macho, once hembras y dos juveniles (un macho y una hembra) de la especie. Aunque el proyecto, que se encuadra dentro del Programa Life, se aprobó en el año 2010, aún está pendiente la firma de un convenio de colaboración con la Fundación Biodiversidad para su desarrollo. No obstante, el Principado de Asturias está asumiendo los gastos que le corresponden.

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