La Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, instó hoy a las autoridades a aprovechar la oportunidad que presentan las decisiones de política recientemente adoptadas, y a tomar las medidas necesarias para dar un giro decisivo a la trayectoria de la crisis mundial.
“Esta vez necesitamos una recuperación sostenida, no un repunte. Si queremos que esta vez las cosas sean distintas, necesitamos certeza no incertidumbre. Necesitamos que los que toman las decisiones pasen realmente a la acción. Necesitamos que se cumplan los compromisos”, declaró Lagarde en un discurso pronunciado en el Peterson Institute for International Economics.
Calificó las recientes iniciativas de los principales bancos centrales “importantes señales de política que apuntan en la dirección correcta”: el programa de compra de bonos del Banco Central Europeo denominado Operaciones Monetarias de Compraventa (OMC), la tercera ronda de expansión cuantitativa (QE3) por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos y el programa ampliado de compra de activos del Banco de Japón.
Al mismo tiempo Lagarde advirtió que la economía mundial aún está rodeada de riesgos y que la incertidumbre política es un lastre para el crecimiento. El FMI sigue proyectando una recuperación gradual, pero el crecimiento mundial probablemente será un poco más débil que lo previsto incluso en julio, explicó.
En una alocución previa a las Reuniones Anuales de las Juntas de Gobernadores del FMI y el Banco Mundial que se celebrarán en Tokio, Lagarde centró su atención en tres conjuntos fundamentales de desafíos en materia de política: el programa inconcluso para Europa y Estados Unidos, las crecientes presiones en el resto del mundo y los compromisos que el FMI también tiene que cumplir.
“Europa obviamente sigue siendo el epicentro de la crisis y es donde se precisan las medidas más urgentes”, manifestó Lagarde, y exhortó a las autoridades europeas a que cumplan sus compromisos, incluidos el de establecer un mecanismo único de supervisión bancaria y el de permitir la recapitalización directa de los bancos.
Entre las otras medidas están la implementación del cortafuegos financiero europeo, en particular el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE); la ejecución del plan acordado para la unión fiscal; y a nivel de cada país, la ejecución de reformas esenciales para el crecimiento, el empleo y la competitividad.
Lagarde dijo que otro importante para la economía mundial ha surgido en Estados Unidos, “donde la legislación actual implica una drástica contracción del déficit de aproximadamente 4% del PIB el próximo año… El no alcanzar un acuerdo con respecto a la elevación del tope de la deuda también podría traer como consecuencia una contracción abrupta”. Lagarde solicitó que se adopten medidas para evitar el denominado “precipicio fiscal” y para trazar un plan concreto “para reducir la deuda gradualmente a mediano plazo”.
Lagarde señaló asimismo cómo, después de impulsar a la economía mundial en la actual recuperación, los principales mercados emergentes ahora están desacelerándose; instó a estos mercados a centrar sus esfuerzos en contrarrestar los factores de vulnerabilidad, internos o externos. Añadió que está trabajando con ahínco para garantizar que se cuente con financiamiento adecuado para los países de bajo ingreso, incluso mediante los préstamos concesionarios del FMI en el marco del Fondo Fiduciario para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (FFCLP). Solicitó asimismo un mayor apoyo de la comunidad internacional para que la transformación exitosa en Oriente Medio pueda anclarse en “los cimientos del crecimiento inclusivo y el empleo”.
Por último, Lagarde dijo que el FMI está esforzándose para incrementar aún más su eficacia mejorando sus análisis económicos y reforzando la red mundial de seguridad financiera. El FMI también está dando pasos importantes para alcanzar un acuerdo definitivo con respecto a los “cambios más significativos de la estructura de gobierno en la historia del FMI”. Indicó que la institución está procurando aprobar estas reformas, que tienen por objeto ampliar la representación de las economías de mercados emergentes y en desarrollo, “si no en octubre, lo antes posible después de ese momento”.