GINEBRA, Suiza, (ACNUR/UNHCR) – ACNUR está siguiendo muy de cerca la situación en la ciudad portuaria de Kismayo, en Somalia, donde miles de residentes están huyendo por temor a las actividades militares y a nuevos enfrentamientos.
En lo que llevamos de mes, más de 10.000 personas han huido de Kismayo por temor a la reanudación de los combates. Los movimientos aumentaron sustancialmente el lunes y han continuado desde entonces. Unas 7.500 personas han huido de la zona en los últimos cuatro días en medio de un clima de creciente tensión.
Muchos de los desplazados internos somalíes están abandonando Kismayo y sus alrededores en minibuses. Las familias más pobres están emprendiendo el viaje en camionetas y camiones, aunque algunas incluso están usando carros tirados por burros.
La mayoría de estos desplazados están dirigiéndose a aldeas en otras zonas del distrito de Kismayo, así como a pueblos de los distritos vecinos de Jilib y Jamame. Algunos también se están yendo hacia Mogadiscio y a los campos de refugiados de Dadaab, en Kenia.
Según nuestros socios en el terreno, la mayoría de las personas que huyen de Kismayo dicen que tienen previsto regresar tan pronto como se estabilice la situación. Se ha informado de que se han producido ataques esporádicos de la milicia y saqueos. Los desplazados temen quedar atrapados en el fuego cruzado y las posibles represalias por parte de los grupos armados que operan en la ciudad.
Mientras, en Etiopía, entre 200 y 300 somalíes siguen llegando a los campos de Dollo Ado cada semana. Proceden principalmente de las regiones de Gedo, Bakool y Bay. La mayoría citan la inseguridad, los combates constantes y el temor al reclutamiento forzoso en Somalia como los principales motivos para abandonar sus hogares.
Después de dos décadas de conflicto y violencia, Somalia sigue siendo una de las peores crisis humanitarias del mundo, generando el mayor número de refugiados, por detrás tan sólo de Afganistán e Irak.
Más de un millón de somalíes viven hoy como refugiados en países vecinos y otros 1,3 millones están desplazados en el interior de Somalia.
FOTO: © ACNUR/B.Bannon. Algunos somalíes están huyendo de Kismayo en carros tirados por burros donde transportan además sus pertenencias.