Por Carmen Peláez/AM.-Anochece en el Paseo del Bombé. Los dos amigos se acercan a las chicas y entablan conversación. "Esta no sé, las buenas orquestas son las que vienen de Galicia.... y en Navelgas, allí si que hay buenas fiestas". Una de ellas, la mas parlanchina, pica y pregunta que de dónde son ellos. Ya se sientan a su lado y uno de ellos gestiona el espacio con precisión para sentarse en medio de las dos mujeres.
La conversación prende rápido y en unos minutos ya va por el tópico siguiente, "... y de dónde sois, del mismo Salas?... ahí tenía yo un primo que murió joven, que la muyer llámase María José". Bien jugado, ya la charla se puede extender hasta que los cuatro encuentren a algún conocido común, preferentemente vivo. Curiosamente, lo consiguen.
La charla entre estos cuatro setentones con marcha se prolonga esperando que empiece la verbena y es que Oviedo ha recuperado las noches con orquesta para esos mayores, y algunos no tanto, que quieren echarse un bailable agarrao. No es ni mucho menos una actividad minoritaria, el paseo se va llenando mientras la orquesta calienta motores. Elegantes caballeros con sombrero de ala dando el brazo a su dama; juveniles sesentones con el jersey por los hombros, estilo pijo, o directamente arrugado al hombro, estilo gañán; mujeres arregladitas agarradas al bolso y señoras estupendamente envidiables con pañuelo rojo al cuello y vestido blanco ceñido que incendian la pradera con el vuelo de su falda en cada giro del vals; alguna pareja con escasa capacidad ambulatoria... hay sitio para todos. Cada uno de ellos es un canto a la vida, una lección de empuje que no quiero perderme.
Con la tradicional media hora de retraso y entre los silbidos de rigor por parte del respetable, cesa la música ambiental y el presentador de la velada da paso a la orquesta de la noche, los ovetenses Europea Big Bang. Parece que la noche va a tener mas nivel del que esperaba. Se alza lentamente el telón y nos sorprenden y deleitan con un espectáculo impactante y visual en el que una acróbata se desliza en artístico equilibrio sobre dos largas telas que cuelgan del techo al ritmo de una canción de Mecano que habla del hijo de la gitana que conjuró a la luna hasta el amanecer pidiéndole casarse con un calé. Sus malabares ponen de pie a todo el mundo y acercan al escenario a la gran cantidad de gente que se ha ido concentrando a lo largo de todo el paseo.
Este espectacular inicio ha captado la atención de todos y permite al líder de la banda animar al respetable: "sacamos las manos de los bolsillos y agarramos fuerte a la pareja", sugiere y ordena. Comienza la noche y cumplen lo prometido, se arrancan con un pasadoble que lanza a la pista a las primeras parejas. Cuenta algo de toros y de fiesta y permite lucirse a los mas lanzados. Pero la orquesta no quiere darles tregua y sigue con "... ese lunar que tienes, cielito lindo, junto a la boca...". Ya son muchas las parejas que se lo están pasando en grande. Disfrutando con la música que les gusta, a unos escasos centenares de metros de dónde sus nietos hacen lo mismo con la música electrónica de la plaza del Ayuntamiento o el concurso de rock un poco mas allá, o el jazz en la del Paraguas...
Si los dos amigos a los que espiamos antes acercándose a dos mujeres no triunfan esta noche será sólo culpa suya, la Europea Big Bang está haciendo todo lo posible por ayudarles y por reenamorar a todas las parejas del Campo. Más boleros y mas pasadobles toreros. Todos muy arrimaos. Y la noche apenas despunta.
1 comentario
# RamonPG Responder
23/09/2012 19:15Vienme a la cabeza, tras lleer lo escrito por Carmen, un chiste abondo graciosu d'este tipu de bailles. Acercase'l paisanu a un par de moces mirando pa la orquesta, y espetai a la primera: ¿Bailas?. ¡No!. ¿Y eso?. ¡Eso vien conmigo y tampoco, fatín!