Señor Bové, ¿cuáles deben ser los objetivos de la política de promoción de la UE?

Lo que es importante es que podamos desarrollar una agricultura que sea al mismo tiempo duradera y de proximidad, y que como resultado los consumidores europeos tengan ganas de diversificar su alimentación con esa agricultura local producida en pequeñas explotaciones en todo el territorio de la Unión Europea. Actualmente existe un mercado nacional e internacional, que coexiste con esa agricultura de proximidad de la que viven millones de agricultores que producen artículos de calidad muy específicos y a quienes hoy en día les hace falta ser conocidos en el conjunto de países.

Mi informe es el primer trabajo sobre este tema para el Parlamento Europeo; ahora, la Comisión debe presentar un proyecto. A partir de ahí podremos, espero, definir claramente el marco de agricultura que podrá ser promovida.

La comunicación de la Comisión rebate la promoción de "los sabores de Europa". ¿A qué sabe Europa?

Yo creo que no hay un único sabor; se trata de un vínculo entre un agricultor, un territorio y un producto. Es este conjunto el que hace los diferentes sabores. Un queso hecho en la región de Ardecha no es igual que uno que se haga en Rumanía. En Europa tenemos que reencontrarnos con la diversidad en una producción cuidada y transformada.

Durante años hemos sufrido la banalización y la estandarización. Y más allá de la diversidad, olvidamos otro elemento: la salud. Sin estandarización de los productos hay plantas y animales más resistentes a las enfermedades. Igualmente, la diversidad local puede reforzar las diferentes formas sin recurrir al arsenal de productos antibióticos o químicos.

Su informe propone que se restablezcan los vínculos entre los ciudadanos y los agricultores. ¿Cómo podría hacerse?

La promoción debe apoyar los mercados locales, lugares de venta colectiva de productos locales. Ya tenemos mucha experiencia; ahora hace falta que se anuncien mejor, y quizá que sean bastante más amplios.  Existen, por ejemplo, tiendas de productores agrícolas y productos locales que se transforman en alternativa a los supermercados en algunas ciudades. Afianzando esos vínculos y acortando el recorrido entre el productor y el consumidor también se aumentan los ingresos para el agricultor, y se le permite llevar el control de toda la cadena de producción, hasta el consumo.