Roma - El Director General de la FAO, José Graziano da Silva, se ha reunido con el Patriarca Ecuménico Bartolomé de Constantinopla, líder espiritual de la Iglesia Cristiana Ortodoxa, como parte de un esfuerzo en curso para conseguir que las grandes religiones del mundo colaboren más estrechamente en la lucha contra el hambre.
Bartolomé aseguró a Graziano da Silva sentirse "muy receptivo" a la invitación del Director General de jugar un papel más importante en el combate contra el hambre y lograr el desafío "Hambre Cero" de erradicar esta lacra, lanzado por el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, durante la Conferencia de Río +20 para el Desarrollo Sostenible.
El Patriarca Ecuménico prometió trasladar estas cuestiones ante los fieles ortodoxos y debatir el tema de la seguridad alimentaria con el Papa Benedicto XVI la próxima vez que se reúnan.
El Patriarca verde
Bartolomé y Graziano da Silva analizaron igualmente el desarrollo sostenible durante su ecuentro en Estambul. Bartolomé es un destacado defensor del medio ambiente y a menudo recibe el sobrenombre de el "Patriarca verde".
"La palabra ‘ecología' contiene 'eco', un prefijo que se deriva de la palabra griega oikos, que significa ‘hogar o ‘morada'. ¡Que lástima, entonces, y de hecho que egoísta, que hayamos reducido su significado y restringido su aplicación!. Este mundo es de hecho nuestro hogar. Sin embargo, es también el hogar de todas las personas (...) es un signo de arrogancia pensar que sólo la generación actual goze de sus recursos", ha escrito Bartolomé.
Graziano das Silva señaló que el desarrollo sostenible exige una convergencia entre las dimensiones ambientales, sociales y económicas del desarrollo. Destacó la importancia no sólo de proporcionar alimentos suficientes para todos en el mundo, sino de hacerlo sin destruir el medio ambiente, dentro del paradigma "ahorrar y crecer".
Cuestión moral
"La erradicación del hambre no sólo tiene sentido económico y político, es también una cuestión moral", aseguró Graziano da Silva.
El Director General de la FAO ha estado intentando activamente involucrar a las religiones del mundo de una forma más estrecha en la lucha contra el hambre, por lo que recientemente contactó con el jeque Ahmed Mohamed el-Tayeb, el gran imán de la mezquita y universidad de Al-Azar en El Cairo.
En una carta enviada a principios de este mes al jeque, llamaba su atención sobre la iniciativa "Hambre Cero" del Secretario General de la ONU, calificando la erradicación del hambre de "imperativo moral".
Graziano da Silva se reunió con el gran imán el año pasado en El Cairo, después de haber sido nombrado Director General. "Tenemos que lograr la seguridad alimentaria mundial, a fin de tener un mundo más seguro", dijo Graziano da Silva, al informar al jeque sobre la labor de la FAO en Somalia y el Cuerno de África.
Existe el propósito de enviar cartas similares a otros líderes religiosos.
En junio, Graziano da Silva fue recibido en audiencia privada por el Papa Benedicto XVI, durante la cual el responsable de la FAO pidió "un renovado apoyo de la Iglesia Católica en la lucha contra el hambre a nivel mundial y local, así como la movilización de su red para apoyar el objetivo de un mundo con seguridad alimentaria".