Por Fernando Bazán/noticiasdesiria.blogspot.-Lakhdar Brahimi, enviado especial para Siria, llegó a Damasco para una visita de tres días que incluye una reunión con el presidente Bashar Al-Assad y figuras de la oposición local siria; previamente se reunió con el embajador iraní en Siria, Mohammad Rida Shaibani, quien le expresó el apoyo de su país a sus esfuerzos para encontrar una solución política a la crisis siria. Mientras tanto, después de reunirse con el canciller sirio, Walid Al-Muallem, el portavoz de Brahimi, Ahamd Fawzi, dijo a los periodistas que el representante especial tuvo una discusión franca y completa con Al-Moallem sobre la crisis siria y Brahimi le "expresó su propia preocupación por el bienestar del pueblo sirio y dijo que en esta misión sus amos eran sólo el pueblo sirio y su bienestar y su estabilidad y su seguridad era su prioridad.
Benedicto XVI: "importar armas a Siria es un pecado grave"
Mientras Brahimi se reunía hoy con representantes de la oposición siria, las fuerzas del régimen atacaron con aviones y helicópteros de combate los alrededores de un aeropuerto militar y la zona de Al-Bab y Marea –cercanas a Aleppo- que están en control de los rebeldes. En el céntrico barrio de Midan -en Aleppo- las fuerzas del régimen realizaron ataques aéreos contra dos comisarías de policía que los rebeldes habían copado; a pesar de los bombardeos los residentes de Marea, Aleppo y otras ciudades manifestaron contra el régimen después de las oraciones del viernes al igual que en Damasco, Idlib, Daraa y Hama.
En Damasco, los residentes dijeron que el Ejército Libre Sirio (ELS), al parecer se retiró de la zona sur de Tadamon -que sufrió tensos bombardeos y enfrentamientos en las últimas semanas- mientras que las tropas estatales se desplegaron en todo el distrito. También se registraron enfrentamientos cerca del santuario Sayyeda Zainab, un lugar de peregrinación para los chiitas de toda la región, entre los hombres de un grupo de vigilancia contra los rebeldes en su mayoría sunitas sirios; los grupos de vigilantes llamados "Comités Populares" son, en su mayoría, grupos minoritarios sectarios que perciben su futura marginación del Estado si Al-Assad cae, y ello ha motivado a las diferentes sectas minoritarias a sumarse a los enfrentamientos contra los rebeldes.
El Papa Benedicto XVI llegó a Líbano con un mensaje de paz, saludando a la Primavera Árabe y pidiendo que se ponga fin al conflicto en la vecina Siria. En su vuelo a Líbano, el Papa dijo a los periodistas que las importaciones de armas a Siria eran un "pecado grave" y pidió que se ponga fin al conflicto en ese país, además señaló que el fundamentalismo es "siempre una falsificación de la religión".
Al inicio de las protestas en marzo de 2011 el régimen sirio alegaba que el movimiento social era resultado de la intervención de potencias extranjeras que tratan de destruir el eje de la resistencia compuesto por Hezbollah e Irán; la utilización de figuras como “terroristas y mercenarios” para responsabilizar el uso de la fuerza por parte del gobierno generó la idea que la oposición siria era en realidad una creación occidental e israelí, negando el rechazo de parte de la sociedad a un sistema dictatorial hereditario. El interés del gobierno sirio de mezclar los reclamos políticos con tensiones religiosas ha sido exitoso y la percepción de un conflicto sectario es mayor ahora, no solo en Siria sino en toda la región.
Es innegable que las políticas pro-Irán y Hezbollah del régimen sirio harán que las relaciones con cualquier futuro gobierno en Damasco sean complicadas; las motivaciones antioccidental o antiisraelíes podrían llevar a formar alianzas en el Medio Oriente pero las tensiones entre sunitas y chiitas han comenzado a modificar las estructuras de poder en la región siendo el “eje de la resistencia” uno de los más afectados. Por caso Hamas, compuesto por palestinos sunitas, tomó distancia de Damasco y del eje de la resistencia dominado en gran parte por los chiitas, en parte porque cree que el eje de la resistencia sunita eventualmente emergerá con Egipto a la cabeza, con quien tiene una mayor afinidad ideológica y base popular.