Carta remitida hoy por la portavoz del grupo Municipal Popular al portavoz del Grupo Municipal Socialista

Sr. D. Alfredo Carreño,

portavoz del Grupo Municipal socialista.

Estimado señor Carreño:

Contesto de forma inmediata a la sorprendente misiva que le remitió a Alcalde de Oviedo y lo hago con una evidente extrañeza porque rompa usted el clima de contacto personal, directo y cordial que mantenía con el señor Alcalde para optar por el más frío y distante de la carta. Y le confieso que, si eso me extrañó, aún más me extraña el tono general de su misiva porque denota una tensión, una crispación y, ante la reiterada alusión al mismo, una aparente añoranza del pasado que creo no es la actitud que corresponde al clima político que venimos manteniendo en la Corporación ovetense.

Evidentemente tenemos una percepción distinta de la realidad y, sinceramente, creo que la suya no es la acertada porque si alguien ha hecho esfuerzos durante las últimas semanas para no romper el clima de cordialidad en el Ayuntamiento ese ha sido el Alcalde de Oviedo. Es fácil comprobar que en las últimas semanas se ha registrado una hiperactividad crítica de los concejales socialistas, con un tono claramente pendenciero en muchos casos. Las razones de este resurgir de viejos hábitos y más viejas estrategias la ignoro, aunque si siento que desentona con la relación de cordialidad institucional y política, de educación y respeto, que el Alcalde de Oviedo y el Presidente del Principado, a la sazón el máximo responsable regional de su partido, señor Carreño,  han decidido seguir. Estoy segura de que usted también es consciente de esa falta de sintonía y lo que no quiero aventurar son las razones por las que, aún así, ahonda más en esa divergencia.

Entiendo (una vez expurgados los elementos “florales” de la vieja estrategia de la confrontación con alusiones al pasado y demás)  que hay tres hechos que le han llevado a “romper la baraja”: el debate sobre la Cuenta General del Ayuntamiento en el último pleno; la respuesta de Benjamín Cabañas ante su desmesurado ataque por el proceder seguido ante la posible peatonalización de Félix Aramburu; y una supuesta orden del Alcalde para impedir que los miembros de la Junta de Gobierno de la SOF tengan acceso a la documentación. 

Con todo el respeto le digo que usted y yo sabemos que estos tres argumentos no tienen la menor consistencia y que lo único que persigue con ellos es “vestir” una radicalización política que quizás necesite en otras esferas pero que resulta claramente extemporánea y falsa en el Ayuntamiento.

Primero: el debate en el pleno y en las comisiones fue igual de “pasional” por parte de la representante socialista que del Primer Teniente de Alcalde; una pasión, por cierto, que es frecuente en sus debates, que tienen casi siempre una raíz común: el ataque directo desmesurado de la concejal socialista al equipo de Gobierno y a los funcionarios municipales, con más fervor que razón, con más tendencia a herir que a explicar. Entenderá que me sorprenda que un hombre de su experiencia y consistencia política se alarme ante la pequeña crudeza de una pasión que ya viene de antiguo entre dos concejales que políticamente defienden planteamientos distintos.

Segundo: No voy a recordarle lo que ustedes dijeron para motivar la réplica de mi compañero Benjamín Cabañas (engaño, tomadura de pelo, evidentes falsedades como que se recortan las ayudas sociales…), porque creo que lo importante es el fondo: ustedes querían dar por zanjada una consulta con la opinión de sólo 63 vecinos de los 707 que viven en estas calles.  ¿Por qué les parece mal que queramos conocer la opinión de cuantos más vecinos mejor?

Tercero: En este punto es donde más evidente resulta que está usted retomando viejas estrategias porque, siento decírselo con esta crudeza, miente. Sí, miente. El Alcalde nunca ha dado ninguna orden para establecer el acceso a la información de los expedientes en la SOF. En esta sociedad quien establece las normas de funcionamiento es la presidenta de la misma y, en este caso, simplemente ha adoptado el mismo procedimiento de acceso a la documentación que rige en el Ayuntamiento y que, por supuesto, garantiza la máxima transparencia y rigor. Lo que usted sabe y yo también es que esa medida tuvo que adoptarse ante las numerosas filtraciones sobre temas que ni siquiera habían sido aprobados por la Junta Directiva de la SOF, asunto sobre el que igual debería conversar con su representante en dicha junta.

Como verá los grandes agravios que denuncia son más bien errores de interpretación y, en general, asuntos menores que no dejan de ser tales ni aún con su esfuerzo por recuperar hechos pasados, con apelaciones escasamente rigurosas con la realidad. Es evidente que para mantener la altura de miras que reclama a otros usted debería elevar un poco el listón de sus agravios.

Mire, señor Carreño, puedo entender que usted necesite en estos momentos cierta notoriedad y que, incluso, precise, para “templar gaitas” internas, aparentar una acritud y una insurgencia que no se corresponden ni con los tiempos ni con la situación que vivimos en el Ayuntamiento. Pero le aseguro que es un error intentar recuperar las viejas estrategias porque, con ello, se optaría por la irresponsabilidad en unos momentos en los que los ovetenses necesitan seriedad, rigor y eficiencia  en la gestión de los asuntos públicos. Si quiere optar por la demagogia , la confrontación y los debates inútiles me temo que le dejaremos solo porque nosotros vamos a intentar hacer justo lo contrario: buscar el acuerdo, el diálogo y un clima de cordialidad y cooperación institucional. Creo que es el camino que también quiere su secretario general y Presidente del Principado, y espero que usted lo retome tras esta etapa precongresual.