Esta decisión sirve de precedente demostrando que existe una oposición a nivel mundial a la sobreexplotación de los océanos, y un creciente apoyo a un modelo de pesca sostenible.

"Este es el ejemplo de lo que sucede cuando la movilización ciudadana prefiere unas pesquerías sostenibles", ha declarado Celia Ojeda responsable de campaña de océanos de Greenpeace. "Miles de australianos generaron una elevada presión popular para la defensa de los océanos, apoyados por sectores que necesitan de unos recursos pesqueros sanos como el turismo, y la pesca sostenible".

Este barco factoría, que realiza arrastre pelágico para especies como la caballa, puede capturar miles de toneladas de pescado de una sola vez. El Magiris había abandonado las aguas europeas por la falta de recursos pesqueros, y se había trasladado al oeste de África donde continuaba esquilmando los recursos pesqueros. La decadencia de estos ha forzado al Magiris a trasladarse a Australia, donde había solicitado una cuota de 250 toneladas de pescado al día.

El gobierno australiano ha tomado la decisión de prohibir durante dos años esta pesquería hasta que haya más informes científicos que avalen como gestionar de manera sostenible los recursos pesqueros de sus aguas. Greenpeace continuará con su campaña para evitar la sobrepesca y que los grandes arrastreros destruyan los oceános.

"La flota europea ha sobreexplotado los recursos pesqueros en las aguas Europeas y ahora se dedica a esquilmar los recursos pesqueros alrededor del mundo", añade Ojeda. "Trazar una linea roja para gestionar bien los recursos pesqueros es un ejemplo que deberían seguir los gobiernos europeos, entre ellos el español, para lograr unas pesquerías sostenibles en el futuro. Europa debería eliminar su sobrecapacidad pesquera a niveles sostenibles y no exportarla a terceros países".

Nota:
(1) El arrastrero Magiris, para poder pescar en aguas australianas ha tenido que cambiar su bandera a la de este país y por esto se había renombrado como Abel Tasman.