Oviedo/Carmen Peláez.-Javier Suárez, flamante párroco de San Juan el Real, en pleno centro de la capitalina Oviedo es un cura con smartphone. Él dice que "fue" joven pero lo cierto es que lo maneja con una sola mano, como esos chavales a los que está empeñado en llevar a la iglesia para que le ayuden a transmitir un mensaje antiguo en un lenguaje nuevo. Despliega actividad y optimismo y tiene ideas para cambiar la ciudad con el uso de la receta cristiana de la fraternidad. Dice que eso sí que es el milagro de los panes y los peces.

¿Cómo ha sido recibido en su nueva Casa?

Me siento muy bien acogido. Que los feligreses lamentaran la marcha del coadjutor me parece normal y además que es de agradecer, después de tantos años es de agradecer que te echen de menos. Tampoco soy nuevo en la ciudad ya que llevaba 21 años en la parroquia de El Cristo.

¿Cómo es 'vivir como un cura'?

Aún no desembalé, tengo la casa llena de cajas. Mi misa de presentación a los fieles fue el pasado domingo y ayer, lunes, la toma de posesión en el Arzobispado, en un acto que se denomina inauguración del Ministerio Pastoral. Me levanté a las 6 de la mañana y, después de mis oraciones, dí la primera misa en la capilla de las Siervas de Jesús a las siete y media de la mañana, aquí al lado en la calle Uría. Me sorprendió la gran afluencia de gente. Luego tengo mas misas, gestiones, ver y hablar con la gente... ayer acabé a los 8 de la tarde.

Su parroquia está en el centro de la ciudad, ¿también aquí azotan la crisis y la necesidad?

Llevo aquí unas horas en realidad, pero en este tiempo ya he hablado con varias personas que necesitan ayuda. Puede que esta zona fuera de gente rica, en su época, pero con la decrepitud de la vida llegan las dificultades y ahora hay 'pobres vergonzantes' que no quieren o les da apuro pedir ayuda. Para eso tenemos Cáritas, que llega a la gente a la que no apoya nadie; nadie da lo que da Cáritas.

La OCDE se preocupa por el porcentaje de jóvenes españoles que no hacen nada, ¿son también ni-nis en religiosidad?

Sí. Creo que la Iglesia no supo dar respuesta a sus necesidades, entre otras cosas porque los curas tenemos una edad en la que nos resulta difícil sintonizar con ellos. Yo no puedo escribir en el móvil con esa velocidad frenética, ni salir el viernes a las nueve de la noche y volver al día siguiente... El domingo hice un llamamiento a los jóvenes porque les necesitamos y la transmisión del mensaje cristiano en el lenguaje de los jóvenes tienen que hacerla ellos. Necesitamos que nos ayuden a transmitir el mensaje en un lenguaje nuevo.

Con la que está cayendo en lo económico y en lo social, ¿le parece que debemos resignarnos o luchar?

Luchar!. Mire, voy a darle un dato sorprendente, la colecta que hacemos para Cáritas se duplica ahora. La gente es sensible y lo es cada vez mas, la gente da porque sabe que la necesidad es apremiante.

Hay quien cree que solo saldremos de esta situación con solidaridad.

Los cristianos tenemos una palabra mas bonita que la de solidaridad, y es la de fraternidad. ¡Mi hermano no lo pasará mal porque yo estoy aquí!. Tenemos que hacer una labor de conversión del corazón porque la causa de nuestra situación económica y social actual es la avaricia y el egoísmo. Mire, yo llegué a decir que habíamos perdido el pudor y me explico: si llamas a un cerrajero, te pide 200 euros y aún otra cantidad mas por la salida. Se pide sin pudor, por la avaricia, que se va enraizando en el corazón, y porque nos vendieron una sociedad en la que teníamos que tener de todo, todo lo material.

¿Qué espacio cree que queda para la esperanza?

Cuando yo estaba en la parroquia de El Cristo tenía 18.000 feligreses, unas 6.000 familias, y les dije que con 6 euros por familia al mes que donaran de media, podíamos generar empleo, crear una empresa de limpiadoras, una guardería, una casa para personas sin hogar... eso sí que es la verdadera multiplicación de los panes y los peces. Con tan solo 6 euros por familia, como aquellos cinco peces...

¿Qué opina de gestos como el del Arzobispo al donar parte de su sueldo?

No es la primera vez que lo hace, al llegar a Oviedo también donó tres meses de su sueldo a Cáritas y yo mismo, a imitación suya, también lo hice. Yo creo que es cierto que son gestos, pero son gestos importantes porque también tenemos una obligación de dar ejemplo y creo que si todos diéramos una parte de nuestros sueldo o una paga extra podemos cambiar, no el mundo, pero sí la ciudad. Y extender el ejemplo.

Viene de visitar Jerusalem, ¿cómo ha visto el conflicto árabe-israelí?

Sobre todo lo viven los cristianos de Palestina, que son una minoría y lo están pasando muy mal. Fíjese que me han comentado que están haciendo provisiones por temor a la guerra. Los cambios de gobierno, los conflictos de Siria, el papel de Irán... los cristianos están acosados.