GINEBRA, Suiza (ACNUR/UNHCR) - En Siria, ACNUR está ampliando su respuesta de emergencia para los desplazados internos. La parte del presupuesto correspondiente a ACNUR en el Plan revisado de Respuesta Humanitaria para Siria, que ha sido presentado esta mañana a los donantes, asciende a 41,7 millones de dólares (unos 33 millones de euros), lo que supone el doble de la cantidad anteriormente solicitada para este fin (este plan es independiente del Plan de Respuesta Regional, que tiene por objetivo prestar asistencia humanitaria en los países vecinos).
La ayuda que estamos solicitando en esta revisión del Plan de Respuesta Humanitaria para Siria incluye enseres domésticos, asistencia económica para 200.000 personas consideradas vulnerables, atención médica, asesoramiento para las poblaciones desplazadas, rehabilitación de refugios y apoyo destinado a fomentar que los niños sirios refugiados y desplazados regresen a la escuela.
En las últimas dos semanas, los equipos de ACNUR visitaron 29 alojamientos comunitarios en 9 barrios de Damasco y el Damasco rural. Durante estas visitas, nuestros equipos entregaron artículos de higiene, colchones y mantas y ofrecieron asesoramiento. Esta semana, ACNUR participó en una misión interinstitucional de tres días a Homs. La Media Luna Roja Siria entregará artículos para el hogar a familias vulnerables en Homs a lo largo de la próxima semana.
Además de las decenas de miles de llamadas recibidas en las líneas especiales habilitadas por ACNUR desde el mes de julio, miles de refugiados se han acercado a nuestra oficina en Damasco. Tan sólo durante la semana pasada, cerca de 3.000 refugiados acudieron a la oficina de ACNUR en Damasco, preocupados por cuestiones de seguridad, dificultades económicas y necesidad de reasentamiento. Las actividades de reasentamiento continúan en marcha, aunque a un ritmo más lento, y las salidas hacia los países de reasentamiento planificadas para esta semana no se han materializado debido a cancelaciones de vuelos desde el aeropuerto de Damasco.
Con el curso académico a punto de empezar a mediados de septiembre, resulta urgente reubicar a las personas que están viviendo en escuelas. Esta semana ACNUR ha ayudado a realojar a 200 refugiados somalíes y sudaneses en espacios alternativos localizados por las autoridades. Muchos de los edificios identificados como refugios comunitarios alternativos necesitan ser reformados antes de poder reubicar en ellos a personas desplazadas.
Irak
En la última semana, 4.165 refugiados sirios han entrado en el Kurdistán iraquí, uniéndose a los 14.410 sirios kurdos que ya han buscado refugio en la región. Tan sólo en el día de ayer llegaron unos 1.100, marcando un récord de llegadas. Además, desde el inicio del conflicto un total de 22.847 sirios han huido a Irak, estando más del 80% de ellos en el Kurdistán. El punto fronterizo de Al-Qaem continúa cerrado. Dada la situación de inseguridad en Siria, ACNUR sigue pidiendo a las autoridades que abran esta frontera para los civiles sirios. Los cruces fronterizos de Al Waleed y Rabhia permanecen abiertos.
ACNUR ha sido informado por el Comité Permanente para Refugiados, dependiente del Ministerio del Interior, de que el gobierno tiene previsto ofrecer tarjetas de residencia con validez para seis meses a los refugiados sirios que se encuentran en Al Qaem. Esta medida mejorará la protección de los refugiados, ya que les facilitará el acceso a los servicios y, esperamos, les dará más libertad de movimiento.
ACNUR urge al gobierno a ampliar los criterios relativos al programa de patrocinio en Al Qaem, mediante el cual los refugiados se están alojando en casas de familiares que viven en la comunidad. Esta ampliación permitiría a más refugiados vivir con la comunidad local, facilitando así la descongestión de los edificios públicos y reduciendo la cifra de personas que tienen que vivir en el campo de refugiados de Al Qaem.
Jordania
El ritmo de llegadas desde la frontera siria hasta el campo de Za´atri, en Jordania, ha descendido en los últimos días y apenas 243 personas cruzaron anoche (jueves). Si bien 1.286 personas cruzaron la frontera en la noche del miércoles, durante las dos noches anteriores la cifra de llegadas fue inferior, ya que los refugiados tuvieron problemas para atravesar la frontera. Aquellos que cruzan por la noche han informado de que están siendo bombardeados desde el lado sirio de la frontera y de que el acceso a las rutas de escape se está viendo limitado.
En Za´atri se están construyendo cocinas comunitarias para que los refugiados puedan cocinar sus propios alimentos. El Programa Mundial de Alimentos espera pasar de entregar comidas precocinadas a ofrecer raciones deshidratadas a mediados de septiembre. También se están construyendo puntos de distribución de comida.
ACNUR también está instalando una carpa comunitaria que será gestionada por un comité de diez refugiados (hombres y mujeres) donde podrán recargar los teléfonos móviles y asegurar así que los refugiados mantienen el contacto con sus familias y pueden comprobar cómo están sus propiedades o la situación en sus hogares. Cuando se pusieron en marcha los comités de refugiados, éstos identificaron el contacto con los familiares como una necesidad prioritaria. En este momento, los refugiados están cargando sus móviles usando las lámparas solares que se han distribuido a cada familia. Se han establecido ya seis comités de refugiados con representantes de la población del campo. Estos comités ayudan a gestionar los alimentos, a las mujeres y las niñas y también en asuntos de seguridad, cultura, medios de comunicación y salud.
Esta semana, los equipos de protección de ACNUR han formado a 50 altos cargos de la gendarmería jordana acerca de ACNUR, la legislación internacional sobre refugiados y su relación con la ley jordana, los derechos y las obligaciones de los refugiados y asuntos de seguridad y refugiados. La formación se ampliará a partir del lunes a cientos de gendarmes destinados en el campo de Za´atri.
Actualmente el campo de Za´atri acoge a 26.664 personas. Como se espera recibir a más refugiados, ACNUR está analizando la posibilidad establecer nuevas campos en Jordania y está buscando emplazamientos alternativos.
81.000 personas han sido registradas o han solicitado el registro por parte de ACNUR en todo el país. De los registrados, alrededor del 75% son mujeres y niños.
Líbano
ACNUR está planeando abrir un nuevo centro de registro en el sur del Líbano, como respuesta al creciente número de sirios desplazados por el conflicto que se están asentando en la zona. ACNUR está actualmente completando una evaluación de las necesidades y espera registrar a, por lo menos, 7.000 personas en el sur, principalmente en Saida y las aldeas cercanas. Las evaluaciones iniciales indican que muchas de las personas que quieren registrare en estos momentos habían llegado al Líbano previamente, pero no pueden regresar a Siria ya que provienen de zonas afectadas por el conflicto.
Este grupo en el sur se añade a los más de 65.000 sirios que ya han solicitado ser registrados en el Líbano. De toda la población registrada, el 55 % está en el norte, el 41 % en el valle de Bekaa y también hay otros grupos menos numerosos en Monte Líbano, Beirut y el sur del país.
Aproximadamente el 79% de los refugiados sirios en el Líbano son mujeres y niños, y muchos son personas vulnerables con necesidades especiales, entre ellos un gran número de niños (unos 11.000). ACNUR y sus socios han vivido su particular “vuelta al cole” durante las últimas semanas, ya que han estado proporcionando información a los refugiados sobre cómo matricular a sus hijos en las escuelas. También se han distribuido mochilas y uniformes en Akkar y Trípoli, en el norte del país, a aquellos niños que ya se han matriculado. A lo largo del verano ACNUR ha estado ofreciendo clases de refuerzo para ayudar a los niños refugiados adaptarse al nuevo sistema educativo en francés e inglés.
Entre los recién llegados está Amal, una mujer de 25 años que llegó hace unos días al este de Líbano. Huyó de su casa en Homs hace un mes, en avanzado estado de gestación y con otros tres hijos. Cuando estaba a punto de llegar a la frontera libanesa, dio a luz con la ayuda de una partera que también huía del conflicto de Siria. No sabe dónde está su marido, pero ella continuó su viaje hacia un lugar seguro con su bebé de apenas unas semanas y el resto de sus hijos, cruzando la frontera y refugiándose en una casa a medio construir sin agua o electricidad en la aldea de Majdel Anjar, cerca del punto fronterizo de Maasna, a unos 15 kilómetros de Zahle. Pero el dueño le pidió que se marchara. Voluntarios locales la ayudaron a encontrar un lugar seguro donde vivir por ahora, pero necesita urgentemente encontrar un refugio más estable.
El cobijo sigue siendo uno de los asuntos más urgentes para un número cada vez mayor de refugiados en el Líbano, sobre todo en Bekaa. Ahora que el curso escolar está a punto de comenzar, más familias se están viendo expulsadas de las escuelas en el este. Hay 111 familias viviendo en seis escuelas en el este que están operativas, y 25 familias en escuelas en el norte. Dos escuelas fuera de uso (en Ain Ata y Al Aqaba), en el este de país, están ya preparadas para recibir a las familias que están viviendo en las escuelas en funcionamiento. Se espera que el traslado de estas familias comience la semana que viene. El pasado 1 de septiembre ACNUR empezó a rehabilitar una escuela en Tekrit, en el norte, y se espera que esté lista para recibir a familias a lo largo de este mes. ACNUR también está ofreciendo ayudas para el alquiler a familias vulnerables. Se espera que cada vez más familias opten por esta opción en el futuro, teniendo en cuenta la escasez de opciones de alojamientos colectivos.
En el norte del Líbano, ACNUR y su socio IMC han puesto en marcha sesiones de sensibilización sobre salud mental en el centro de registro de Trípoli para ayudar a los refugiados. Estas personas están sufriendo un gran estrés debido a sus problemas de desempleo y de adaptación a la vida en el Líbano, así como por la pérdida de familiares en Siria o por la preocupación por aquellos que han dejado atrás. La incertidumbre sobre su futuro es otra de sus preocupaciones.
Mientras tanto, el registro se está acelerando en el norte del Líbano por la mejora en la situación de seguridad. Unas 2.400 personas fueron registradas la semana pasada, 1.000 más que en la semana anterior.
Son cada vez más los refugiados que llegan al norte del Líbano y advierten de la dificultad a la hora de huir hacia un lugar seguro. Varias familias informan de que han sido tiroteadas cuando cruzaban la frontera hacia Wadi Khaled y una niña de 11 años perdió la vida. Otros dicen que han intentado entrar al Líbano por la frontera oficial pero que las autoridades sirias sólo permitieron la entrada a los hombres, rechazando a las mujeres y los niños. Por todo ello muchos refugiados recurren a cruzar la frontera ilegalmente a través de un río pagando 1.000 dólares a la milicia en el lado sirio.
Turquía
Se ha registrado un ligero descenso en el número de refugiados sirios que residen en campos y escuelas en Turquía, ya que unas 2.750 personas regresaron a Siria la semana pasada. Las autoridades han cifrado el número total de refugiados en 78.500 personas, las cuales están viviendo en 11 campamentos, escuelas y un centro de tránsito en las provincias del sur.
Al mismo tiempo, hay más de 10.000 personas en los puntos fronterizos de Kilis y Hatay esperando a ser admitidas en Turquía. Están recibiendo alimentos, agua y medicinas, y según han asegurado las autoridades al ACNUR, los refugiados serán admitidos en pequeños grupos o trasladados a campos a medida que va habiendo más espacio disponible. Mientras tanto, continúan los trabajos para abrir otros tres campos: Cevdetiye en Osmaniye, que se abrirá el 9 de septiembre, Nizip, en Gaziantep, el 10 de septiembre y Adiyaman, cuya apertura está prevista el 20 de septiembre. Cuando todos los campos estén finalizados Turquía tendrá capacidad para acoger a 130.000 personas.
ACNUR está preocupado por las informaciones que alertan de la muerte en el mar de unas 60 personas, que podrían ser sirios, iraquíes y palestinos, después de que su barco se hundiera en la costa de Turquía, cerca de Izmir. ACNUR espera que los presuntos contrabandistas que han sobrevivido hayan sido arrestados.
FOTO: © ACNUR/S.Malkawi. Refugiados sirios en el campo de Za´atri, en Jordania, hacen cola para recoger materiales de ayuda a comienzos de esta semana.