Santander, .- El Jefe del Departamento de Pintura del Siglo XIX del Museo del Prado Javier Barón Thaidigsmann ha sostenido hoy en Santander que la “anécdota” del cuadro ‘Ecce Homo’ sirve para “desenmascarar los problemas de restauración en Iglesias de obras que verdaderamente valen la pena”.
Así se pronunció durante una rueda de prensa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), celebrada con motivo de su participación en el seminario ‘Historia de las ideas estéticas en España en la Edad de Plata (1868-1939)’, en la que también participaron el catedrático de Estética y Teoría de las Artes de la Universidad de Oviedo, Lluís X. Álvarez, y el crítico de Arte y Coordinador del S.E.Y.S.-Círculo Hermenéutico, Luis Feás Costilla, y que se lleva a cabo esta semana con la colaboración del Principado de Asturias.
Para Barón el caso del cuadro restaurado en Borja por una vecina es “irrelevante” y “desborda lo histórico-artístico para transformarse en otro tipo de cuestión”. Pero sí que sirve para poner el acento en lo “prioritario”, añadió, de la preservación del patrimonio, que, sentenció, “por desgracia en muchas épocas ha sido difícil de llevar a cabo dada la enorme riqueza monumental y artística de este país”.
En esta línea, explicó que el modelo centralizado de restauración del patrimonio histórico-artístico “no era malo porque permitía la intervención de profesionales en distintos sitios”, mientas que, en la actualidad, “unos bienes dependen de la Iglesia, otros de autonomías o de ayuntamientos, y esa diversificación produce conflictos e intervención de personas poco preparadas”.
“El peor enemigo del arte no es el tiempo sino el tratamiento erróneo por parte de falsos profesionales”, manifestó el profesional del Museo del Prado, para quien es necesario que haya buenos restauradores puesto que, explicó, “ya se ha perdido mucha riqueza monumental” e, incluso, “ha llegado a afectar al patrimonio justo en los años en que había dinero para hacer restauraciones y que ha supuesto la pérdida de valor de los bienes restaurados”.
“Un mal restaurador hace más daño que una legión de malos historiadores”, sentenció Barón, quien afirmó que “la figura de estos profesionales es importantísima”. Por suerte, en El Prado contamos con un taller de restauración de prestigio internacional y el estado de conservación de nuestras pinturas es muy bueno en comparación con las de otros museos”, añadió.
En cuestión de arte actual, Álvarez destacó el “buen momento” respecto a la educación, divulgación y recepción en materia artística, pero “con una valoración fina no existe un tiempo tan creativo como el que acunó a Picasso, Dalí y Miró”. Mientras Feás valoró el momento actual como “muy democratizado, con todas las contradicciones que eso conlleva, ya que la cultura está más difundida y popular aunque quizá eso disminuye en algo sus valores”.
Para Barón, la Edad de Plata “es un período de extraordinario esplendor, después de la Edad de Oro, con mayor número de talentos y genios” y representa al período de internacionalización de la cultura española”. Pero, apuntó, “la Guerra Civil supuso un corte tremendo e impidió el regreso a España de grandes figuras y en el campo del arte fue un corte notorio y negativo”.
Este encuentro, ‘Historia de las ideas estéticas en España en la Edad de Plata (1868-1939)’, es continuación del celebrado en 2010 dedicado a la historia de las ideas estéticas en España en el siglo XIX y que se centraba en la obra del polígrafo santanderino Marcelino Menéndez Pelayo. Con este seminario se pretende avanzar hacia bien entrado el siglo XX, periodo considerado por los expertos como la Edad de Plata de la cultura española.