Un equipo internacional de investigadores, liderado por Ivo Mueller, experto del Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (CRESIB), ha analizado la relación entre el principal parásito responsable de la malaria en la región de Asia-Pacífico, el Plasmodium vivax, y la Ovalocytosis Asiático Suroriental (SAO), una enfermedad de la sangre de carácter hereditario muy común en la zona.
“Los humanos y los parásitos de la malaria han evolucionado de forma conjunta durante miles de años” afirma Mueller. “La malaria ha sido una fuerza mayor en la evolución del genoma humano, con mutaciones genéticas que han provisto a los humanos de protección contra la enfermedad”.
“Los humanos y los parásitos de la malaria han evolucionado de forma conjunta durante miles de años”
Los investigadores examinaron la incidencia de casos de malaria en tres estudios que incluyeron un total de 1.975 niños de entre 0 y 14 años en Papúa Nueva Guinea. “Vimos que los niños con SAO estaban protegidos contra la infección por P. vivax, con una reducción de casos de malaria del 46% en bebés de entre tres y 21 meses de edad, y del 55% en niños mayores”, explica el científico.
Los resultados, publicados en la revista PLoS Medicine, desafían la teoría de que el parásito más letal causante de la malaria, el Plasmodium falciparum, es el único parásito capaz de conducir la evolución del genoma en los humanos.
“P.vivax, aunque considerada hasta hace poco como una forma de malaria ‘benigna’, es más letal de lo que se pensaba y causa una enfermedad severa suficiente para dar lugar a evoluciones importantes en la región donde tiene más presencia, en Asia-Pacífico”, añade Muelller.
Este trabajo puede tener importantes implicaciones para el futuro diseño y desarrollo de una vacuna contra la malaria causada por P. vivax. “Si estudiamos los mecanismos que provocan el efecto protector del SAO podremos entender mejor los mecanismos de infección e identificar de forma más precisa la diana de la vacuna”, concluye.
En el estudio liderado por Ivo Mueller han colaborado también varios investigadores del Papua New Guinea Institute of Medical Research, el Centre of Global Health and Diseases de EE UU y la Universidad de Australia occidental.
FOTO: El Anopheles albimanus es un vector de la malaria humana. Imagen: Pennstatelive.