El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, afirmó hoy que la campaña mundial contra el VIH-SIDA es mucho más que el combate a una enfermedad porque implica la reivindicación y ejercicio de los derechos fundamentales de las personas.
La Asamblea General de la ONU celebra una Reunión de Alto Nivel sobre el VIH-SIDA en la que participan más de 30 jefes de Estado y de gobierno, entre ellos los presidentes de Honduras, Rwanda, Nigeria, Mali y Chad, además de varios primeros ministros y otros altos representantes de los Estados miembros de Naciones Unidas.
Durante la sesión de tres días, los más de 3.000 asistentes al evento evaluarán los avances y desafíos de la lucha contra el VIH-SIDA, una epidemia que comenzó hace 30 años.
Al dirigirse al pleno de la Asamblea, Ban Ki-moon instó a redoblar los esfuerzos por acabar con la enfermedad en la próxima década reduciendo a cero las nuevas infecciones, el estigma y las muertes provocadas por el SIDA.
Para ello dijo, debemos entender que esta lucha debe tener un enfoque amplio, como se pudo observar desde la aparición de la enfermedad.
“Fue un clamor por los derechos humanos. Fue una llamada a la igualdad de género. Fue una lucha por acabar la discriminación relacionada con la orientación sexual. Fue una petición por el trato igualitario a toda la gente”, subrayó Ban.
Tras encomiar el trabajo de su predecesor, Kofi Annnan, en el liderazgo de la cruzada mundial contra el VIH-SIDA, el titular de la ONU propuso un plan de acción de cinco puntos para continuar esa labor.
Los puntos, detalló Ban son la solidaridad de todos los implicados en la lucha para lograr el acceso universal a la prevención y tratamiento del VIH; la reducción de los costos de esos programas; el compromiso y responsabilidad de los actores del sector de la salud; la promoción de la salud, los derechos humanos y la seguridad y dignidad de mujeres y niñas; y la utilización de la tecnología de las comunicaciones para iniciar una revolución de prevención del padecimiento.
Metáfora de desigualdad
El SIDA es una metáfora de desigualdad, afirmó hoy el director ejecutivo de ONUSIDA, el programa conjunto de las Naciones Unidas contra la enfermedad.
Michel Sibidé explicó en la reunión de alto nivel sobre el tema que celebra la Asamblea General de Naciones Unidas, que esa metáfora muestra que el valor de la vida no es el mismo en todo el mundo.
“Un millón 800.000 personas todavía mueren cada año de SIDA en el mundo en desarrollo, mientras que en los países desarrollados, el SIDA se ha vuelto una enfermedad crónica. En el norte estamos viendo a una nueva generación que nace libre de VIH. En el sur, 360.000 bebés nacen anualmente con VIH”, declaró el líder de ONUSIDA.
Sibidé consideró que se debe transformar la agenda para poner fin a la epidemia y lograr eliminar por completo las infecciones, la discriminación y las muertes relacionadas con este mal.
El problema de los altos precios
Los países de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) destacaron hoy los altos precios de los medicamentos dificultan la lucha contra la epidemia de VIH-SIDA en la región.
En su intervención en nombre de UNASUR en la sesión sobre el tema que celebra la Asamblea General de la ONU, el viceministro de Salud de Paraguay, Edgar Jiménez, explicó que los países de la región son considerados de renta mediana y alta sin considerar las desigualdades que existen en sus sociedades.
“El precio de los medicamentos, reactivos e insumos constituye una de las más fuertes amenazas a la garantía del derecho a la salud. Esto dificulta negociaciones con precios justos para los medicamentos y otros productos médicos”, dijo Jiménez.
En este sentido, subrayó la importancia de que UNASUR pueda hacer uso pleno de la flexibilidad de los acuerdos de patentes y solicitó mayor apoyo del sistema de Naciones Unidas.
Agregó que el VIH-SIDA es un problema que va más allá del sector salud y que afecta al desarrollo y ratificó el compromiso de los gobiernos de UNASUR de eliminar las barreras en el acceso a la prevención y tratamiento de la enfermedad.