Por Julio Barea.-La pasada semana se reunieron en Bodo, Noruega, estamentos militares de doce países (Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Islandia, Países Bajos, Noruega, Rusia, Suecia, Reino Unido y EE.UU). El pretexto era hablar de cómo mejorar la comunicación y el conocimiento del medio marino ártico. Nada más en la agenda oficial, claro está.
Es evidente que el calentamiento global y el deshielo del océano ártico han desencadenado una carrera por parte de muchos países para situarse en la zona y así tener una posición aventajada a la hora de explotar los recursos naturales del Polo Norte. Greenpeace hace tiempo que denuncia esta cuestión y estamos decididos a impedir que suceda.
En la conferencia militar se expusieron cuestiones que ponen de manifiesto el peligro que tiene la apertura “comercial” del Ártico, un área de unos 13 millones de kilómetros cuadrados y una de las últimas regiones que quedan aún por descubrir en la Tierra. Con el deshielo de la banquisa (hielo marino) se abre la posibilidad de crear nuevas vías marítimas con la que, dicen ellos, reducir tiempos y costos de viajes.
Los países presentes, reconocieron que el aumento en el tráfico de barcos, incrementará los accidentes, las necesidades de búsqueda y salvamento, la lucha contra la contaminación y el cumplimiento de las leyes marítimas. Allí se expuso que sólo el 25 % de las aguas árticas cuentan con rutas de navegación bien conocidas y regladas. La apertura del mar durante todos los veranos atraerá a muchos buques de carga, cruceros y navíos militares. Todos ellos tendrán que hacer frente a la falta de información sobre como atravesar estas peligrosas aguas. Un riesgo más que se suma a la exploración petrolera y pesquera.
Es evidente que en el fondo de estas reuniones amistosas e informativas se esconden intereses geoestratégicos, comerciales y económicos. La explotación de los recursos naturales que esconden las aguas del océano ártico son codiciadas por muchos países, y algunos como Rusia, Noruega o EEUU, ya están destinando importantes presupuestos para la compra de material militar específico para la zona.
Greenpeace se ha embarcado en la campaña #salvaelartico para pedir la protección del Ártico. A la causa ya se han sumado más de 1,6 millones de personas desde junio de este año. Si aún no has firmado puedes hacerlo en www.salvaelartico.es y tu nombre acompañara a muchos otros entre los que se encuentran Robert Redford, Paul McCartney, Alejandro Sánz o Penélope Cruz.
- Página especial: Hielo negro
@juliobarea responsable de la campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace España