Roma - Pocos animales han tenido peor prensa que los murciélagos. Es el único mamífero alado de la naturaleza que aparece habitualmente en el folklore y en el cine como animal destructor, insalubre y poco atractivo.
La creciente preocupación sobre el potencial de los murciélagos para propagar enfermedades a otros animales y a los seres humanos ha contribuido a acrecentar la sospecha que a menudo acompaña a este animal. Un manual publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) tiene como objetivo ayudar a los países a minimizar los riesgos para la salud pública, protegiendo al mismo tiempo el papel vital desempeñado por los murciélagos en la agricultura y el medio ambiente.
La guía, "Investigando el papel de los murciélagos en las zoonosis emergentes: conjugar ecología, conservación y salud pública" (en inglés) es un manual práctico sobre la historia, biología, control, gestión, y detección de enfermedades de los murciélagos. El texto es especialmente pertinente, ya que las enfermedades transmitidas por los murciélagos parecen estar aumentando por diversas razones.
La expansión agrícola y la utilización de los recursos naturales están invadiendo los territorios ocupados por los murciélagos, aumentando así la interacción entre éstos. el ganado y las personas. Comprender los cambios que afectan a estas poblaciones es fundamental para hacer frente a los riesgos, y limitar el intercambio, de los virus entre las especies.
La publicación está dirigida a epidemiólogos, funcionarios dedicados a la fauna silvestre, agricultores, veterinarios, zoólogos, y profesionales varios que puedan entrar en contacto con los murciélagos. Escrito por veterinarios, biólogos de fauna silvestre, virólogos, y especialistas en enfermedades, el manual incluye las técnicas de campo para el estudio de los murciélagos y los agentes infecciosos que no les transmiten enfermedades pero sí pueden hacerlo a otros animales o a los seres humanos.
Aliados naturales en la producción agrícola
"Los murciélagos son realmente aliados naturales para el medio ambiente. Polinizan las plantas, propagan las semillas, y algunas especies pueden devorar insectos en una cantidad equivalente al 25 por ciento de su peso corporal. Estos beneficios superan con creces su potencial para la transmisión de enfermedades. Sin embargo, no podemos ignorar el hecho de que el desarrollo, el crecimiento demográfico y el consumo de recursos naturales están estrechando e intensificando el contacto entre las personas, el ganado y los murciélagos. Ello aumenta el riesgo de que los murciélagos pueden transmitir agentes patógenos potenciales y enfermedades asociadas a otros animales y personas", explicó Scott Newman, veterinario epidemiólogo de fauna silvestre de la FAO, y coautor de la guía.
En Filipinas, la polinización de los murciélagos es crucial para el mantenimiento de ecosistemas como la Reserva Forestal de la Cuenca de Subic. Los ministerios gubernamentales de Salud, Agricultura y Vida Silvestre han trabajado conjuntamente para salvaguardar los hábitats de los murciélagos, al tiempo que los han controlado para proteger a cerdos y seres humanos de la propagación de la enfermedad.
Transmisión de enfermedades
El manual del murciélago es parte de un esfuerzo más amplio de la FAO y sus socios para concienciar de la importancia de la vida silvestre para la agricultura, los ecosistemas y la salud animal y humana.
En Malasia y Bangladesh, se sabe que los murciélagos frugívoros han transmitido el virus Nipah, una enfermedad desconocida, contagiosa y mortal de la que se tuvo constancia por primera vez en cerdos y humanos en la década de 1990. Los estudios sobre la enfermedad demostraron que los murciélagos infectaron directamente a los cerdos en Malasia, mientras que en Bangladesh los seres humanos contrajeron el virus principalmente por la ingestión de savia de pala datilera contaminada con excrementos de murciélago.
En Latinoamérica, la rabia vampírica de los murciélagos provoca un número significativo de muertes de seres humanos cada año. En el Sudeste asiático y África, se está evaluando el papel que desempeñan los murciélagos en los brotes de Ébola.
Los murciélagos frugívoros del tipo Pteropodidae son los reservorios animales para el Ébola, que puede causar una enfermedad hemorrágica mortal en seres humanos y otros mamíferos. Los brotes de Ébola en poblaciones humanas son relativamente raros, pero las tasas de mortalidad pueden alcanzar hasta el 90 por ciento.
"Es importante darse cuenta de que, si bien los murciélagos pueden suponer un riesgo para la salud humana, en la mayoría de los casos, el riesgo de contraer enfermedades a través de ellos suele ser consecuencia de la actividad humana. Esto significa que podemos estudiar a los murciélagos y aprender maneras más saludables de compartir con ellos nuestras explotaciones agrícolas, bosques y comunidades", agregó Newman.
"La nueva guía ayuda a los países en sus esfuerzos para mejorar la gestión de los hábitats naturales de los murciélagos al tiempo que garantiza la salud de los seres humanos, el ganado y otras especies silvestres".
Ejercicio de equilibrio
El nuevo manual de la FAO analiza estas cuestiones con el enfoque de Salud compartida (One health, en inglés, ndr). Salud compartida es un marco que aborda las enfermedades zoonóticas utilizando una perspectiva multidisciplinar para comprender y controlar las conexiones entre las diferentes especies y sus hábitats agro-ecológicos, con el objetivo de proteger la salud de todos.
"La FAO ha empezado a utilizar el manual del murciélago para desarrollar capacidades de acuerdo al concepto de Salud compartida, específicamente en el Programa de capacitación en epidemiología de campo para veterinarios (FEPTV, por sus siglas en inglés). Tenemos previsto distribuir este manual a nuestros países miembros en Eurasia, África y América ", afirmó Newman.
El nuevo manual también se utilizará en los proyectos regionales de control de las enfermedades que están siendo implementados por la FAO y sus socios en Tailandia, Filipinas y Vietnam. Los proyectos estudiarán como puede afectar la interfaz entre la vida silvestre, el ganado y los seres humanos a la propagación de los virus Henipah, Lyssa y Corona. Todos ellos agentes patógenos capaces de causar enfermedades y muerte de animales domésticos y seres humanos.
Investigando el papel de los murciélagos en las zoonosis emergentes: conjugar ecología, conservación y salud pública se elaboró, en parte, con el apoyo financiero del gobierno de Australia, la Comisión de Producción y Sanidad Pecuarias para Asia y el Pacífico (APHCA por sus siglas en inglés) y la asistencia técnica y en especie de diversos socios
- Una de cada cinco especies de mamíferos es un tipo de murciélago.
- Hay 1.240 especies conocidas de murciélagos.
- Entre los beneficios de los murciélagos están la polinización y el control de insectos.
- Se estima que los murciélagos insectívoros consumen un 25 por ciento de su masa corporal todas las noches.
- Los excrementos de murciélagos son ricos en fertilizantes.
- Las poblaciones de murciélagos han disminuido en las últimas décadas y muchas especies están en peligro de extinción.
- Alrededor de una cuarta parte de todos los murciélagos son frugívoros, alimentándose de frutas y/o del néctar y el polen de las flores.
- Son pocas las especies de murciélagos que comen pequeños vertebrados (por ejemplo aves, lagartos, roedores, ranas), o se alimentan principalmente de sangre de mamíferos y aves.
- Principales depredadores de los insectos nocturnos, los murciélagos insectívoros, juegan un papel clave en la regulación de las poblaciones de presas.
- En la zona centro-meridional Texas, los murciélagos rabudos mexicanos son tan eficaces controlando a los insectos que ahorran a los agricultores locales cerca de 1,7 millones de dólares EEUU al año en plaguicidas.