Cinco años de jornadas y una apuesta cada vez más decidida por la comercialización del corderu xaldu, y en consecuencia por la contribución en la recuperación de esta raza asturiana de ovino.
Comienzan hoy miércoles, 8 de Junio, en todas las Sidrerías Tierra Astur (Cualloto, Uviéu y Xixón) las jornadas del corderu Xaldu. Ya en su quinto año, estes xornaes constituyen un eficaz modo de potenciar el consumo de esta raza autóctona asturiana de excelente carne, con calidad sin parangón en otras cabañas europeas, al tiempo que suponen una aportación inestimable a la carta de tesoros gastronómicos del Principado.
En las jornadas que hoy comienzan, el público en general podrá disfrutar de un atractivo menú degustación, así como de diversos platos de carta elaborados con esta fibrosa carne de ovino de altas propiedades organolépticas y nutritivas. Platos como la Ensalada de Verdinas con Xaldu Escabecháu, el Frixuelu rellenu de xaldu con verdurines al gratén, el arroz con Corderu Xaldu o el Xaldu Asáu al Fornu con patatinos serán algunas de las propuestas gastronómicas disponibles en Tierra Astur a lo largo de las prácticamente dos semanas que durarán las jornadas (del 8 al 19 de Junio).
Paralelamente a la celebración de estas jornadas Crivencar, a través de su central cárnica situada en Uviéu (Sta. Susana , 2) también ha iniciado una campaña de comercialización de carnes de Corderu Xaldu destinada a incentivar el consumo de esta “reciella” tanto en el sector hostelero asturiano como de cara al consumidor final. Por último ProductosdeAsturias.com, el portal comercializador de productos asturianos dependiente de esta firma asturiana también oferta la posibilidad de adquirir, desde cualquier punto de la geografía peninsular, un lote de carne de Corderu Xaldu compuesto por media canal debidamente despostada y envasada y acompañado de un pequeño recetario para facilitar el aprovechamiento de la misma.
Las características organolépticas de la carne xalda no tienen ningún parecido con la de los corderos de razas foráneas que se han prodigado en Asturias en detrimento de la nuestra, a la que llegaron a desplazar con el único argumento de su mayor rendimiento cárnico, consecuencia de su mayor tamaño, y su mejor adaptación a sistemas de ganadería intensiva en los que el engorde forzado se antepone a la crianza natural. El régimen de ganadería extensiva en que crecen y se desarrollan los rebaños xaldos con grandes extensiones de terreno a su disposición y totalmente alejada del hacinamiento de las cuadras y cebaderos, distará de ser rentable para el criador, pero es una garantía para el consumidor en estos tiempos en que se suceden los escándalos sanitarios provocados por la calidad de lo que comemos.
Y lo que comemos es, en este caso, un alimento cuyo sabor resulta tan atractivo como peculiar, seguramente más cercano en el recuerdo al cabrito que al cordero a que estamos habituados. Una carne muy fibrosa a la vez que tierna, de hebras brillantes y tacto suave, con la grasa justa para que el magro no resulte seco y el plato naufrague en manteca.
Una carne, en fin, que poco a poco se recupera desde el negro pozo en que estuvo a punto de perderse para siempre, pues nuestra xalda bordeó la extinción como raza y solo el empeño de unos pocos evitó el desastre. A esos pocos se une usted desde el momento mismo en que opta por su consumo: los rebaños crecerán al ritmo que marque la demanda. Aunque parezca paradójico, a veces comer equivale a conservar esa parcela de la naturaleza que son los animales que nos ofrecen su carne.
