Posada.-Del 20 al 26 de agosto está abierta en la Casa Municipal de Cultura de Llanes una exposición del pintor madrileño Valeriano Cortázar Pérez. La muestra forma parte del Ciclo Estival de Artes Plásticas organizado por el Ayuntamiento llanisco.
Vinculado desde muy joven a las artes plásticas, especialmente a la pintura, debido a la influencia de su tío Emilio Pérez, pintor y conocido artista riosellano, maestro en el domino de la luz y el color, Cortázar presenta en esta ocasión en dos plantas del centro cultural, cuarenta obras de estilo informalista de las que la mitad son de reciente creación.
El artista había iniciado su andadura en la década de los años setenta, con una etapa surrealista en la que predominaba la figura humana, con especial protagonismo de la mujer, reflejada en sus múltiples formas y sentidos. En esos años, su referente fue Dalí. En 1980 hizo su primera exposición individual, en el Centro Cultural La Cañada.
En una etapa posterior, recrearía en sus cuadros paisajes imaginarios, con espaciosos cielos grises y el mar del litoral asturiano, simultaneando esta línea temática con rincones urbanos surrealistas, en los que empieza a utilizar texturas elaboradas con distintos materiales. En noviembre de 1996 realizó una exposición individual en la sala de exposiciones de Caja Navarra, situada en la calle Juan Bravo de Madrid. La muestra tuvo una notable difusión y registró una gran afluencia de visitantes.
Poco tiempo después se sintió atraído por el Informalismo, movimiento pictórico europeo que surgió en los años cuarenta en paralelo al expresionismo abstracto americano. Es en ese ámbito donde se encuentra más cómodo, identificándose con las aportaciones del Grupo el Paso. Artistas como Antonio Saura, Manolo Millares, Lucio Muñoz, Manuel Canogar, Luis Feito, Tápies, Josep Guinovart y Miquel Barceló entre otros, serán nombres de referencia en su obra desde entonces.
Sin limitaciones en cuanto al soporte (lienzo, madera, papel, cartón …) ni en cuanto a los materiales (óleo, acrílicos, pigmentos, tierras, madera, arpillera …), y sin una idea preconcebida, intenta expresar sentimientos y emociones libremente, sin influencias externas, sin representar o simbolizar nada concreto, explorando la materia y guiado por lo que van sugiriendo las formas, las manchas y las texturas. Entre sus exposiciones más destacadas, figuran las que hizo individualmente en el Instituto Egipcio de Estudios Islámicos de Madrid (1998), en la galería Massó-Arte 10 (1999) y en la galería Jardín de Serrano, en Madrid (2010 y 2011).