El catedrático de Historia Económica de la Universidad de Alcalá de Madrid, Francisco Comín, declaró el martes en Santander que “es imposible que España devuelva los créditos” debido a que su deuda asciende al 90% del Producto Interior Bruto (PIB). “Esto ya es una situación de impago” que, no obstante, se está “tratando de evitar”. Comín ve a España en “una trampa” debido a la gran deuda que ha acumulado en tres años -incluido el rescate bancario-, y ha avisado de que la política de austeridad actual “lleva al desastre, se autoderrota a sí misma y crea más crisis”.
Así lo afirmó en una rueda de prensa con motivo del encuentro ‘Las catástrofes económicas en la España contemporánea. Las lecciones de la Historia’ que ha tenido lugar en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) durante el lunes y el martes con la colaboración de la Fundación Ramón Areces. En el mismo se analizan, desde el punto de vista de la Historia, otras grandes crisis económicas y las enseñanzas que se pueden sacar del pasado para el presente.
Según aseveró Comín, la única crisis que se puede comparar a la actual por su magnitud es la de los años 30, cuyo origen fue el ‘crash’ bancario del 29, al que siguieron unas políticas restrictivas por parte de los estados a las que hay que responsabilizar de la Gran Depresión. “Los gobiernos vieron como salida a la crisis las políticas de empobrecer al vecino y dejar caer a los bancos”, fórmula que no funcionó.
Por eso, el economista alabó el hecho de que durante los años 2008 y 2009 se hiciera un esfuerzo por aplicar las políticas contrarias a las que provocaron la Gran Depresión. Se sabía que había que “salvar a la banca para evitar la debacle, el proteccionismo atroz y el empobrecimiento del vecino”. También se trató de aplicar políticas de estímulo fiscal, aunque estas últimas se paralizaron en 2010 en Europa “porque crean déficits muy grandes”.
“Una diferencia radical de la situación actual y la de los años 30 es el Estado de Bienestar, que aumenta automáticamente el déficit público”, explicó, debido a los pagos por el desempleo y la baja recaudación del IRPF.
El catedrático de Política Económica de la Universidad de Barcelona Antón Costas, por su parte, pediría al gobierno español que negocie “sin complejos” la ayuda financiera que, “necesariamente, tenemos que recibir”, que Europa especifique claramente “cuál es la ruta del euro” y, finalmente, “dejar de autoflagelarnos” y recuperar la autoestima del país. “Hay que pensar, por ejemplo, que las grandes empresas españolas “son más productivas que las alemanas y esto nos debe fortalecer”, apuntó.
“Nos olvidamos de que esta es una crisis internacional”, que no es peculiar de España, sino que ha afectado a todo el Atlántico Norte. El único “gran temor” que desveló Costas es que España se convierta en “un conejo de indias de la Unión Europea”. Una zona que no sabe muy bien hacia dónde va: “ni Alemania conoce el futuro del euro”, recalcó.
En parte, el profesor emérito de la Universidad Complutense de Madrid compartió su idea de la crisis internacional pero matizó, al tiempo, que España también iba ella “solita”, derecha, hacia una crisis económica. Entre esta “y los zapatazos del extranjero los resultados son escalofriantes”, abundó.
A sus ojos, “España lo ha hecho rematadamente mal” en cuestiones de política económica, indicó el economista, quien puso el AVE como ejemplo: “hoy todo el mundo quiere un tren de Alta Velocidad” cuando lo que, a su juicio, hay que pedir son infraestructuras para mercancías “y no un AVE para ir bien cómodos”. Velarde, que lleva varias décadas analizando la realidad económica española, afirmó que este país ha tenido “muchas y tremendas crisis”, lo que le ha hecho vivir “multitud de situaciones críticas” y recordó que muchas de las cosas que ocurrieron en la grave crisis de los 70 “podrían servir para ahora”