Buenos Aires.-Argentina inició este fin de semana el proceso de acusación contra la Unión Europea por la decisión de impedir el ingreso de biocombustibles, que viola las normas de la OMC. Desde el 21 de abril España prohibió la importación del producto extracomunitario, lo cual dejó fuera de mercado al producto argentino.
El proteccionismo contra el biodiésel que se ha venido implementando en los mercados europeos se vio seriamente agravado el 21 de abril de 2012 con la publicación en el Boletín Oficial del Estado del Reino de España de la Orden Ministerial IET/822/2012 (OM), que dispone una prohibición de hecho a la importación de biodiésel extracomunitario, dejando al producto de origen argentino, líder mundial por eficiencia y costos, fuera del mercado.
Los principales proveedores de biocombustibles a España y a la Unión Europea son países en desarrollo.
Se trata de una medida que, como otras tomadas por décadas en el ámbito de la Unión Europea y otros países desarrollados, en los hechos, tienen por efecto impedir o limitar el ascenso en la cadena de valor de nuestras industrias, limitando el rol de los países en desarrollo al de proveedores de materias primas.
En los últimos meses, la Argentina ha venido denunciando en diversos foros, como la OMC y la FAO, los efectos negativos para nuestro país de numerosas trabas a nuestras exportaciones.
Estas presentaciones han alertado sobre las distorsiones estructurales del sistema multilateral de comercio, en cuyo contexto los países más poderosos abusan de su posición dominante en perjuicio de los países en desarrollo.
Una vez más ratificamos que la base del proteccionismo mundial son las medidas distorsivas tradicionales, como altos subsidios y aranceles, junto con la proliferación de barreras medioambientales, sanitarias, fitosanitarias y técnicas sin justificación científica.
Estas acciones han sido desarrolladas en forma paralela al rechazo a los injustificados cuestionamientos contra nuestro país por parte de algunos países que han liderado una ofensiva contra la política comercial externa argentina procurando acotar nuestros márgenes de política y generar presión para la revisión de medidas legítimas adoptadas en el contexto de una crisis internacional originada y con epicentro en los países desarrollados.
Los principales proveedores de biocombustibles a España y a la Unión Europea son países en desarrollo.
Se trata de una medida que, como otras tomadas por décadas en el ámbito de la Unión Europea y otros países desarrollados, en los hechos, tienen por efecto impedir o limitar el ascenso en la cadena de valor de nuestras industrias, limitando el rol de los países en desarrollo al de proveedores de materias primas.
En los últimos meses, la Argentina ha venido denunciando en diversos foros, como la OMC y la FAO, los efectos negativos para nuestro país de numerosas trabas a nuestras exportaciones.
Estas presentaciones han alertado sobre las distorsiones estructurales del sistema multilateral de comercio, en cuyo contexto los países más poderosos abusan de su posición dominante en perjuicio de los países en desarrollo.
Una vez más ratificamos que la base del proteccionismo mundial son las medidas distorsivas tradicionales, como altos subsidios y aranceles, junto con la proliferación de barreras medioambientales, sanitarias, fitosanitarias y técnicas sin justificación científica.
Estas acciones han sido desarrolladas en forma paralela al rechazo a los injustificados cuestionamientos contra nuestro país por parte de algunos países que han liderado una ofensiva contra la política comercial externa argentina procurando acotar nuestros márgenes de política y generar presión para la revisión de medidas legítimas adoptadas en el contexto de una crisis internacional originada y con epicentro en los países desarrollados.