El gaitero Carlos Núñez ha animado hoy a los músicos jóvenes de España “a viajar por el mundo, morder el polvo y no caer en el pesimismo” como fórmula para vivir de la música en este tiempo de “cambios y transición”. El intérprete internacionalmente reconocido ha reivindicado su manera de gestionar su carrera, “ladrillo a ladrillo” y con espíritu “indie”.
“He visto muchos colegas en España que, al hacerse famosos, para qué iban a coger un autobús y recorrer Europa si aquí se vivía tan bien”. Lo contrario de lo que él lleva haciendo 15 años, tiempo en el que ha construido su nombre sin parar de “girar”, según declaró a los periodistas en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), donde esta noche ofrecerá un concierto dentro del ciclo ‘Magdalena en vivo. Centenario del Palacio de La Magdalena’ una iniciativa con la que la institución académica se adhiere a los actos de celebración del Ayuntamiento de Santander.
Núñez dijo que “llegar a la gente desde los mass media es fantástico, muy cómodo y rápido, pero también puede ser muy fugaz”. Y, al animar a los jóvenes a no sucumbir, recordó que “todos conocemos a artistas que llevan desde los 70 y que siguen” porque empezaron “desde abajo y han hecho un público auténtico”.
El investigador de músicas celtas defendió su forma de hacer y dijo que “es muy duro” trabajar en el circuito internacional pero, indicó, “a nosotros no nos buscaban, teníamos que salir. Desde el principio hubo mucha furgoneta para llegar”. “Fuimos poco a poco, con modestia, sembrando”. En este sentido, agregó que él siempre se ha sentido “indie” antes, incluso, de que se popularizase el término, porque “estaba fuera del circuito”, lo que hacía no salía en los periódicos y no tenía compañía discográfica.
También comentó que ve a la gente “preocupada por la subida del IVA”, algo que “es un punto más de muchos de la fotografía general”, en referencia al momento que vive España. “Ahora que todo el mundo está con la marca España”, explicó que él ve las crisis como “momentos de renovación”.
Tras el concierto de Santander, a Carlos Núñez le queda por delante una gira de 30 días por Estados Unidos, que se iniciará en Boston y le llevará a Nueva York, Oregón y otras ciudades antes de concluir en Canadá. “El no parar es un estilo que me gusta mucho. Le tengo respeto a los parones”, reconoció. “Yo nunca he seguido el sistema del rock, de disco, gira, año sabático. Este sistema me parece muy peligroso: he visto a mucha gente que pierde la estrella cuando para”.
El músico se mostró “encantado” de colaborar con la UIMP porque “la Universidad representa la investigación y la excelencia”, caminos por los que ha trabajado siempre sus discos. Esta noche, anunció, hará un recorrido por sus 15 años de trayectoria artística, aunque Brasil tendrá un importante protagonismo, debido a que su último trabajo, una trilogía -un disco, una película y la música para un ballet- se ha centrado en este país. “Brasil ha sido sorpresa, es un país muy atlántico”, señaló.
Tras esta experiencia, el gaitero cree que Latinoamérica es un “mundo enorme” en el que “todo está conectado”. “Hay hilos mágicos desde California hasta el cono sur que comparten melodías”, y lamentó que en muchos países los ritmos se limiten a los códigos turísticos. El gallego consideró que en la música tradicional se sabe que la música “es una energía” que está en continua transformación “y que es de todos”, como tiene claro “la gente del campo”. “Con el mundo discográfico ha habido una privatización de la música”, concluyó.