El Índice de Precios al Consumo baja en julio en dos décimas respecto al mes anterior, si bien en tasa interanual se registra un alza de tres décimas, hasta el 2,2%, debido sobre todo al aumento de los medicamentos y otros productos farmaceúticos como consecuencia de los cambios en las normas de copago de estos productos y no por subidas de sus precios.
La caída intermensual del IPC en julio se explica por el notable descenso de los precios de los bienes industriales no energéticos y, en menor medida, de los de alimentación, que han sido más intensos que los crecimientos en los productos energéticos y en los servicios. Los precios de los bienes industriales no energéticos disminuyen un 2,9% en el mes (sobre todo por la bajada de vestido y calzado en un 12,2% debido a las rebajas de verano), aunque inferior al retroceso de hace un año (-3,8%).
Los precios de los productos energéticos aumentan en el mes un 3,2%, especialmente por la evolución de su principal partida, los combustibles y carburantes (3,1%) y por la revisión alcista de la tarifa eléctrica (3,4%). La alimentación permanece casi estable en julio, al disminuir un 0,1%, y los servicios incrementan sus precios un 0,5% con relación a junio, lo que responde principalmente al transporte interurbano (2,8%) y al turismo y hostelería (1,8%).
En tasa interanual, el IPC aumenta tres décimas y se sitúa en el 2,2%. Esta evolución alcista se debe al fuerte incremento de los precios de los bienes industriales no energéticos y de los precios energéticos, que no se ha visto compensada en su totalidad por la desaceleración de los alimentos y de los de servicios.
Respecto a un año antes, dentro de los grandes grupos del IPC, suben su ritmo de crecimiento los productos energéticos y los bienes industriales no energéticos. Los primeros sitúan su tasa anual en el 7,8%, es decir, 1,6 puntos porcentuales más que en el mes anterior, aceleración que registran todos sus componentes. Los bienes industriales no energéticos aumentan en nueve décimas su tasa interanual, hasta el 1%, por el efecto del cambio normativo en el pago de medicamentos y no por subidas de los precios de estos productos. Este escalón alcista sobre la tasa anual desaparecerá en julio de 2013. Dentro de este grupo destaca la reducción de la tasa anual de vestido y calzado en dos décimas, hasta el 0,2%, que puede responder a una mayor intensidad de las rebajas.
En sentido contrario resalta la moderación de la tasa anual de la alimentación en seis décimas, hasta el 2,8%, a lo que han contribuido sus dos grandes componentes. La alimentación elaborada registra una tasa anual del 3,2%, frente al 3,8% del mes anterior, desaceleración que obedece, en gran medida, al efecto del encarecimiento del tabaco de un año antes. Los alimentos frescos reducen medio punto la tasa anual, hasta el 2%, como consecuencia del descenso de las hortalizas y de las carnes de ave y ovino.
Los servicios recortan su tasa de inflación anual en dos décimas, hasta el 1%, debido a la evolución del turismo y hostelería y a la telefonía; en sentido contrario actúa la subida del precio del transporte público interurbano (aéreo) y, en menor medida, el urbano.
La inflación subyacente aumenta una décima, hasta el 1,4%, debido al fuerte crecimiento de los bienes industriales no energéticos. En cambio, sus otros dos grandes componentes -los servicios y los alimentos elaborados- disminuyen su tasa de avance interanual.
La subida de la tasa de inflación anual en julio se ha debido, en exclusiva, al hecho singular del cambio de normativa de financiación de los medicamentos, que ha tenido una repercusión sobre el índice de tres décimas. Sin este cambio, la inflación global se habría mantenido en el 1,9% del mes anterior, a pesar de la fuerte evolución alcista de los productos energéticos; y la inflación subyacente habría disminuido.
El INE ha publicado también el IPC armonizado (IPCA) de julio, cuya tasa anual se sitúa en el 2,2%, cuatro décimas por encima de la registrada en el mes anterior. Esta tasa coincide con la del indicador adelantado del IPCA publicado el 30 de julio. Al comparar con la tasa anual estimada para la Unión Monetaria, el diferencial seguiría siendo favorable a España en dos décimas, frente a -0,6 puntos porcentuales del mes anterior.
En resumen, el índice de precios del mes de julio se ha visto fuertemente influido por los cambios normativos sobre la financiación de los medicamentos, sin que el precio de los mismos haya aumentado. Se trata de un efecto escalón en el índice que se corregirá pasados 12 meses. Al margen de este efecto, la inflación mantiene la tendencia de estabilidad de los meses precedentes.
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