La regata entra en los momentos decisivos. Faltan sólo 2.000 millas para la llegada y el Virbac-Paprec 3 ha tirado sobre la mesa de cartas el comodín del modo invisible. Esta mañana, mientras continuaban su ascenso hacia el norte por el Atlántico, Jean-Pierre Dick y Loïck Peyron han decidido utilizar el recurso del modo oculto para impedir que sus perseguidores, Iker Martínez y Xabi Fernández, conozcan sus movimientos durante un día y medio.
Según el reglamento, cuando un barco activa este recurso ninguno de sus rivales sabe la situación del velero en cuestión durante seis partes de posiciones (los datos sólo son conocidos por la Dirección de Regata por cuestiones de seguridad). Esto implica que hasta la clasificación de mañana a las 20:00, hora española, no se conocerá ni la posición, ni la velocidad, ni el rumbo en el que navegan los patrones franceses. Cada equipo participante puede activar el modo invisible una vez por cada uno de los trofeos que se disputan en la regata, exceptuados los dos del Mediterráneo y los tramos entre Canarias y Gibraltar de los dos trofeos del Atlántico, por lo que el Virbac-Paprec 3 ha utilizado esta jugada táctica en el último momento que podía hacerlo, justo cuando prepara su aproximación a Canarias.
El último parte de posiciones en el que el barco de Jean-Pierre Dick y Loïck Peyron estuvo visible fue el de esta madrugada. En ese instante, los franceses aventajaban a los españoles del MAPFRE por 244 millas y navegaban a 5,4 nudos, contra los 10,1 nudos de los patrones vascos.
El Renault Z.E. vuelve al hemisferio Norte
A menos de seis nudos de promedio de velocidad durante todo el día, el Renault Z.E. ha pasado el ecuador a las 14:45 hora española. Según el parte de esta tarde a las 14:30, Pachi Rivero y Toño Piris arrumbaban al 345. La ventaja de los cántabros sobre el Estrella Damm es de 76 millas y de 118 millas respecto al Neutrogena, el quinto de la clasificación general.
Pero para los perseguidores la situación no es mucho más agradable que para el Renault Z.E. En un correo electrónico, Alex Pella explicaba esta madrugada la noche vivida en el Estrella Damm: “Ayer noche pasamos una zona llena de chubascos y hoy todo parece más despejado, por lo menos de momento. Aunque aquí las cosas pueden cambiar muy rápido. Volver al hemisferio norte será un pasito más hacia nuestro camino a casa”.
Poco más de 500 millas por popa de estos tres veleros, el GAES Centros Auditivos ha seguido progresando a un ritmo lento, apenas 10,4 nudos de promedio. De todas maneras, por estas horas Anna Corbella y Dee Caffari están más preocupadas por concluir sus reparaciones pendientes que por avanzar frenéticamente. “Aún estamos ultimando nuestras últimas reparaciones en la reconstrucción de nuestro barco. Si hubiéramos sabido que íbamos a pasar la noche buscando viento, creo que hubiéramos aprovechado para acabar nuestras reparaciones”, aseguraba hoy la patrona británica en un e-mail.
De borrasca en borrasca
En los últimos tres puestos de la clasificación se viven condiciones meteorológicas opuestas. Situaciones acordes a quienes navegan en los mares del sur en pleno otoño. Desde ayer por la tarde hasta esta mañana, el Fòrum Marítim Català ha pasado lo peor que le ha tocado vivir en esta regata. Una borrasca que se desplazaba desde la Patagonia argentina a Malvinas, ha alcanzado a Gerard Marín y Ludovic Aglaor al este del archipiélago. Sin embargo, los patrones han sabido aprovecharse de ella y situarse al oeste del centro de la borrasca con vientos de un ángulo más favorable que les han permitido alcanzar el promedio de velocidad más alto de toda la flota durante la noche: 13 nudos.
Gracias a ese avance, Gerard Marín y Ludovic Aglaor le han recortado 80 millas al Hugo Boss que, alejado de la perturbación, ha navegado sensiblemente más lento. Pero ello no mina el buen ánimo a bordo del barco británico. “Después de nuestro intermezzo en las Malvinas estamos recuperando el ritmo. Los vientos son suaves de momento, pero esperamos que aumenten otra vez durante el día, así podremos progresar bien hacia el norte. Esperamos poder navegar en bermudas y camiseta dentro de un par de días”, confesaba hoy Wouter Verbraak.
En el Pacífico, una profunda borrasca alcanza esta tarde al We Are Water. Se trata de la peor vivida en esta regata por cualquiera de los participantes, incluido el ciclón tropical Atu sufrido por el Groupe Bel, el Estrella Damm y, en menor medida, el Hugo Boss y el GAES Centros Auditivos, en sus primeras millas por el Pacífico. La presión en el centro de la baja presión, donde se encuentran esta tarde Jaume Mumbrú y Cali Sanmartí a unas 750 millas de cabo de Hornos, es de 956 milibares.
El viento supera en los sectores próximos al centro los 50 nudos con rachas de más de 60 nudos. Aunque lo peor, es que se trata de un aire muy frío acompañado de chubascos de nieve. El potencial destructivo del viento frío es mucho mayor que el del aire caliente ya que es más denso y, sobre todo, porque tiene mayor capacidad de absorción de agua, lo que también aumenta su peso. En la última conversación con el barco, Jaume Mumbrú señalaba: "Nos estamos preparando para el peor escenario posible. Durante las próximas horas vamos a capear esta profunda borrasca antes de retomar el rumbo hacia el cabo de Hornos".